José Carlos Díez antes de entrar en una ponencia sobre Economía.
José Carlos Díez antes de entrar en una ponencia sobre Economía.
entrevista

José Carlos Díez: «Todos los niños de Cádiz deben saber inglés y, si pueden, chino»

Es una de las voces más escuchadas a nivel nacional y considera que hay margen para el optimismo, sobre todo en Cádiz, que ha sido capaz de superar tantas crisis

carlos cherbuy
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La economía es para muchos un tema complicado y difícil de abarcar. Aunque ahora existen una serie de economistas empeñados en acercarla al ciudadano de a pie. Entre ellos se encuentra José Carlos Díez, una de las voces más escuchadas en los medios de comunicación respecto a este tema y que ha escrito varios libros para hacer accesible las posturas económicas. Es algo que se remarca en sus conferencias y, durante esta semana, ha estado en la provincia para dar su particular visión sobre la evolución económica de España.

–Viene a hablar de Economía en el lugar en el que los índices económicos son más preocupantes. ¿Cómo se ve Cádiz dentro de España?

–Bueno pues Cádiz se ve complicada, con una tasa de paro muy alta y un problema de concentración en industrias que no van bien.

Pero tiene más sentido que venga alguien como yo aquí, donde hay más paro. Es como los médicos que van a los lugares en los que hay enfermos. La idea es ver cómo globalmente y dentro de esa Europa que tenemos que mejorar introduces los elementos en los que destaca Cádiz o despunta, hacer empresas.

–¿Es momento de hacer empresas en Cádiz?

–Hombre, hay que decir que se empiezan a ver cosas. Hay desarrollo de última tecnología aplicada a la acuicultura, investigación, inmersiones por emprendedores en el 3D. Todo ello son señales de que hay vida, de que hay que buscar alternativas a lo naval. Cádiz ya superó una gran crisis al respecto.

–¿No se han buscado hasta ahora?

–No es que Cádiz no tuviera nada, porque se han hecho cosas importantes, como es todo el tema de lo turístico, pero claro el problema es que es estacional y no hay playas para darle de comer a todos. Hay que reinventarse. Creo que hay que apostar por tres puntos: educación, educación y educación. Todos los niños de Cádiz deberían saber inglés, todos. Y si pueden saber chino mucho mejor y estar habituados a las nuevas tecnologías. No se trata de enseñarles una tecnología que continuamente cambia, sino en hacerlos proactivos para que aprendan a manejarse dentro de estos cambios.

–Suena muy bien, pero la situación se antoja muy complicada.

–Lo que me preocupa es que en una situación tan complicada se piense que todo es un desastre y se deje que todo caiga por la borda para acabar peor de lo que se está. Esto es un riesgo. Yo creo que la frase de que ya nada puede ir a peor es de las más desafortunadas desde aquella que se decía de que los precios de las viviendas no caen. Siempre se puede empeorar o mejorar. Tenemos que identificar lo que se ha hecho bien y reforzarlo y aquello que se ha hecho mal y cambiarlo para no llegar a otro periodo como el de la burbuja inmobiliaria.

–¿Hay una fórmula secreta para remontar el vuelo económicamente?

–La fórmula es mi libro (ríe). Hay que leerse ‘La economía no da la felicidad’. Ahora en serio, creo que muchas veces los economistas forzamos el lenguaje y la jerga para tener una barrera de protección. Lo que sí trato en el libro son cuatro o cinco conceptos básicos para tener criterio propio. Nadie desea esta crisis pero ya que está habrá que aprender a sacarle provecho. Si no, estaremos condenados a que se vuelva a repetir.

–Y qué visión hay que tener

–Primero tener una visión global. Los chinos, los indios, chilenos y marroquíes quieren un trozo de la tarta y parece que todo se complica más, pero al entrar ellos la tarta se hace más grande. Las estimaciones es que en los próximos diez años se van a crear en el mundo mil millones de consumidores de clase media. La Bahía de Cádiz solo necesita un trozo pequeño, no hay que llevarse mucho. La estrategia está en posicionarse en este mundo de la revolución tecnológica. Luego ser consciente de lo ‘glocal’, tienes que tener visión global pero el negocio y la economía es local. Se puede hacer lo de Zara y montar un gran imperio, pero con visión local. Él empezó pegado al territorio, cuando hace la estrategia de Estados unidos hace colecciones solo para ese país. En Oriente Medio hace lo mismo. Tienen una estrategia global pero se adapta al país.

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