el apunte

Donde dije digo, digo Diego

Podemos, que prometió «remunicipalizar» empresas en Cádiz, plantea ahora privatizar uno de los pocos servicios que sigue siendo público

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Durante los días de campaña del pasado mes de mayo de cara a las elecciones municipales, una de las palabras más repetidas por el hoy alcalde de Cádiz fue «remunicipalización». José María González repitió por activa y por pasiva que una de sus prioridades si alcanzaba la Alcaldía sería ‘rescatar’ servicios que el gobierno del PP había privatizado haciendo concesiones a empresas externas. Según prometió, el servicio de autobuses urbanos, el de basura o de electricidad volverían a depender directamente del Ayuntamiento. La razón era «recuperar la dignidad salarial» de los trabajadores que, al pertenecer a empresas privadas, reciben peores emolumentos que si ese servicio fuese público.

Aún no han pasado ni tan siquiera los cien días de margen que suele dársele a todo gobernante para hacer un primer análisis de su gestión.

Por tanto es absurdo esperar que operaciones de ese calado se hayan podido llevar a cabo porque requieren de mucho más tiempo. Por tanto, lógicamente, es absurdo exigir aún que cumpla con una de sus principales promesas electorales.

Tan absurdo como escuchar de boca del concejal de Hacienda que el Ayuntamiento está planteándose subcontratar a una empresa externa para que explote las pantallas LED que hay repartidas por la ciudad. Según David Navarro, su mantenimiento es muy caro y resulta más beneficioso que una empresa privada las explote de manera que revierta positivamente en las arcas municipales. O lo que es lo mismo: privatizar uno de los pocos servicios que aún es municipal.

No se trata ya del incumplimiento de una promesa electoral. Se trata de una contradicción tan absurda que resulta sonrojante. Igual en las próximas horas el concejal Navarro se ve obligado a retractarse y desmentir sus propias palabras