Más gasolina al fuego
Las declaraciones del alcalde dibujando un panorama apocalíptico en nada benefician a Cádiz
Actualizado: GuardarLa insistencia de José María González, alcalde de Cádiz, en dibujar un panorama apocalíptico en torno a la ciudad que gobierna empieza a ser preocupante. El máximo representante de los gaditanos continúa explotando su versión más reivindicativa y de activista que tan buen rédito político le ha dado. Como decía la copla, el alcalde repite por activa y por pasiva en todos los medios de comunicación «que Cádiz se está muriendo». Es evidente que la capital y su entorno tienen serios problemas que giran fundamentalmente en torno al desempleo. Reducir la elevadísima tasa de paro debe ser el objetivo número uno de los gobernantes de los ayuntamientos de toda la provincia. Pero para ello es fundamental que haya empresas dispuestas a invertir aquí, y autónomos y emprendedores que encuentren los suficientes atractivos como para decidirse a ‘sembrar’ en Cádiz.
Las declaraciones catastróficas no hacen sino ahuyentarlos, aunque políticamente puedan resultar rentables de cara a una parte de la ciudadanía. Pero de un responsable público de la talla de un alcalde de capital de provincia cabe esperar la responsabilidad y el comedimiento suficiente para no echar gasolina al fuego.
Primero fue la situación de emergencia social, después el hambre infantil, después la deuda heredada y ahora el llamamiento a todos los ciudadanos para que se echen a la calle a reivindicar más carga de trabajo para los astilleros. El alcalde, sin duda, se equivoca de estrategia si lo que pretende a medio–largo plazo es realmente que la calidad de vida de los gaditanos mejore. Su lugar ya no está en una plaza con un megáfono alentando a las masas. Su sitio, le guste o no, está en los despachos tomando decisiones y buscando soluciones reales a los problemas, no alimentándolos.