El astillero de Cádiz se asegura la carga de trabajo solo hasta final de año
Navantia tiene todavía la agenda en blanco para reparaciones en 2016 sin que ninguno de los nuevos encargos pendientes supere las dos semanas de faena
Actualizado:La llegada al dique del crucero 'Disney Magic'marca el inicio de la temporada para el astillero de Cádiz . Tras la bajada de la actividad durante el verano, la factoría de Navantia se pone de nuevo las pilas con este encargo que da trabajo a 400 personas, entre la plantilla habitual y la de la industria auxiliar. La faena durará algo más de una semana porque se trata de una reparación ligera, apuntan fuentes del comité de empresa, tras destacar que «esa será la tónica habitual de estos meses».
La empresa pública tiene la actividad asegurada de aquí hasta final de año con la llegada continua de nuevos buques que permanecerán entre una y dos semanas. Las fuentes consultadas aclaran que «solo uno de ellos tiene faena para 20 días, pero el resto será de corta duración». En todo caso, «no faltará el trabajo hasta diciembre con una ocupación similar a la de ahora para la industria auxiliar».
El problema que se plantea ahora es qué pasará el año que viene. Con la agenda en blanco, la plantilla sigue a la espera de que nuevos encargos permitan mantener la actividad de los trabajadores propios y los de la industria auxiliar. Recuerdan que no tienen «ningún tipo de función en los petroleros», porque eso lo absorbe Puerto Real y la gente que se dedica a la construcción. En todo caso, confían en que poco a poco empiecen a llegar la nueva carga de trabajo.
Entre ella está pendiente la de los destructores de Estados Unidos , una labor que no afecta al dique gaditano, puesto que se lleva a cabo en la Base Naval de Rota hasta donde se desplaza el personal de Navantia y de las empresas auxiliares. Sin embargo aún no han transmitido a la plantilla la planificación para encajar este encargo.
Tres meses sin el dique flotante
Lo que sí afronta el astillero es una revisión de su dique flotante, del que tendrán que prescindir durante todo el otoño. Fuentes sindicales avanzan que «se ha traslado a Puerto Real para afrontar esas labores de inspección y actualización que son necesarias». Eso supone que el trabajo se redistribuya entre los dos que quedan operativos. Hasta el momento no está suponiendo ningún tipo de trastorno a la planificación con la que se contaba, pero sí puede dar problemas si entran nuevos encargos de forma inmediata. Las fuentes explican que «esa inspección se realiza de forma periódica y permite comprobar la situación de la instalación». También aclaran que «dada la envergadura del dique flotante, dura varios meses e impide que esté operativo al menos durante todo el otoño».
Por suerte ha habido la posibilidad de trasladar la instalación hasta Puerto Real, donde hay espacio libre, lo que permite que puedan seguir funcionando los dos que siguen libres en la orilla de Cádiz. Las fuentes consultadas aseguran que, de lo contrario, se habría reducido aún más la capacidad en Cádiz.