La difícil adaptación a la rutina
Incorporarse al trabajo de forma brusca puede hacer que muchos sufran el conocido síndrome postvacional
Actualizado: GuardarSeptiembre, mes de cambios y retornos, ,muchas personas lo ven incluso como ese lunes que se hace interminable. Y es que con el fin de las vacaciones de verano y la vuelta al trabajo, cada vez son más las personas que les cuesta adaptarse de forma brusca a la rutina laboral, lo que ha provocado que un 30% de los españoles sufra síndrome postvacacional, según el último estudio publicado por Adecco.
Dejar atrás los días de relajación, desconexión y vacaciones no siempre es fácil. En este sentido, Esmeralda Vázquez Conchas, directora y psicóloga del Centro de Psicología y Salud Integra en San Fernando, asegura que «la persona que sufre el síndrome postvacacional puede manifestar irritabilidad, desgana o apatía respecto a las actividades, tristeza e incluso ciertos síntomas de ansiedad como nerviosismo».
En cuanto a los síntomas físicos, destaca que, incluso pueden sufrir trastornos en la rutina de sueño y alimentación, cansancio generalizado, dolor de cabeza o muscular y disminución de la capacidad para atender y concentrarse ante ciertos estímulos.
Por otro lado, Esmeralda explica que no son muchas las personas que acuden con este síndrome, pues «debemos tener en cuenta que se trata de un periodo de adaptación a la rutina y las responsabilidades que afrontamos después de todo periodo vacacional, por lo que las personas suelen estar ya familiarizadas y predispuestas ya a las sensaciones que acompañan al síndrome y que suelen saber que pasa en unos días». En concreto, suele prolongarse entre uno y tres días. Asimismo, asegura que «en pacientes que ya trato por otros motivos, noto los síntomas propios del síndrome al volver a la rutina, pero es poco usual, al menos bajo mi experiencia, que una persona acuda a consulta solamente por este motivo», aclara.
En este sentido, otros profesionales como Dori Martín explican del mismo modo que, el síndrome no suele requerir tratamiento, «ahora mismo son los pacientes en desempleo los que más solicitan terapia». Es más, ha existido siempre, ya que no es mas que «el tenernos que adaptar de nuevo a la vida laboral tras el periodo de vacaciones, pero antiguamente no se calificaba ni se hablaba tanto como ahora».
Cómo prevenir el síndromePor supuesto existen pautas que podemos llevar a cabo para prevenir o atenuar los síntomas del síndrome, tal y como afirma Vázquez, «es muy importante que la vuelta a la rutina se haga de una manera paulatina porque debemos tener en cuenta que venimos de días de campo y playa y resulta duro y poco aconsejable el cambio repentino y drástico. Así pues, es recomendable reducir poco a poco el tiempo de ocio, ya que no vamos a poder realizar a tiempo completo durante nuestras obligaciones. De igual manera, es interesante ir adaptando la rutina de sueño al horario laboral en los días previos del inicio del mismo.Por otra parte, es también importante que los primeros días de trabajo no nos exijamos demasiado, si no ir «arrancando» poco a poco hasta llegar a cumplir todos los objetivos marcados. Y por supuesto, debemos dejar tiempo para el ocio en nuestro horario y rutina, sobre todo para el deporte que es de lo más aconsejable para superar este bajón emocional.
A los niños también les afectaLa cuesta de septiembre no sólo es difícil para los adultos, sino que a veces los niños no disfrutan con su vuelta al cole. Atrás dejan el reencuentro con sus amigos, el estreno del material escolar para padecer angustia y ansiedad. Y es que, entre los pequeños este síndrome puede manifestarse con tristeza, irritabilidad, alteraciones del sueño, fatiga, pérdida de apetito, aparición de molestias corporales difusas, diarreas o vómitos.
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