La Bahía despide a un gigante
Culmina el embarque de la plataforma de Statoil, que este sábado parte hacia el Mar del Norte
Actualizado:La plataforma petrolífera 'Mariner' ya se encuentra instalada en una enorme barcaza que la llevará desde la Bahía de Cádiz hasta el Mar del Norte, en el archipiélago de Gran Bretaña. Se trata de un gigante de algo más de 21.000 toneladas de peso, cuya construcción arrancó en las instalaciones de Dragados Offshore de PuertoReal en octubre de 2013.
Durante este tiempo, la factoría gaditana ha sido un referente mundial tecnológico y el epicentro de una mano de obra que, en la primavera de 2014, alcanzó su pico más alto de contratación con la presencia de más de un millar de trabajadores en los talleres de la planta.
El contrato con la noruega Statoil se firmó a finales de 2012 y fue un revulsivo para el mercado laboral de la provincia. Parados del sector del metal llegaron incluso a formar cola por las noches ante las puertas de la factoría en demanda de trabajo.
Dragados ha cumplido con el plazo de entrega de la 'Mariner' y tras resolver varios problemas de estabilidad con la pontona de embarque hoy se despedirá de la Bahía este gigante, perceptible, como el segundo puente, desde varios frentes.
La culminación de este megaproyecto deja a la planta gaditana huérfana de actividad y a la espera de que lleguen nuevos encargos. Dragados Offshore ha trabajado en los tres últimos años en dos grandes construcciones que ha rematado, precisamente, a lo largo de 2015.
Negociaciones abiertas
El pasado marzo terminó la obra de la plataforma de gas para Total Austral, bautizada bajo el nombre de 'Vega Pléyade', y ese mismo mes la embarcó rumbo a la Patagonia Argentina. El contrato de Total se solapó en el tiempo con el de Statoil, pero ahora toca firmar nuevos encargos. De momento, hay varias negociaciones abiertas, sin embargo, no se ha cerrado aún ninguna oferta.
Mientras llega el acuerdo que garantice más actividad en la planta de Puerto Real, la dirección de Dragados Offshore ha desviado carga de trabajo de México a la Bahía. No es la primera vez que la compañía toma este tipo de medidas para paliar una situación laboral complicada.
En 2013 trasladó a la Bahía de Cádiz varias secciones de la plataforma 'Litoral A1', que construía entonces en su planta de México para la petrolera Pemex. Esta decisión permitió cubrir los cuatro meses de inactividad que se abrieron desde la terminación en abril de su última obra -los jakets 'Judy' y 'Jasmine' para Conoco Philips- hasta la llegada del nuevo encargo firmado con Statoil para construir la plataforma 'Mariner'. Este desvío de carga de trabajo hizo de puente y evitó despidos.
La dirección de Dragados repite ahora la misma fórmula, pero con un agravante que a nadie se le escapa, es decir, mientras que en 2013 había firmado un nuevo contrato, el de Statoil, en esta ocasión no hay ningún encargo a la vista que garantice el futuro de la plantilla. Pese a todo, la empresa y los trabajadores confían en que se firme algún acuerdo antes de final de año. De hecho, el acuerdo con Statoil preveía una ampliación de contrato para la construcción de un segundo jacket, denominado 'Bressay', sin embargo, este acuerdo aún no ha cristalizado.
El plan alternativo para cubrir este vacío de actividad que se inicia a partir de hoy mismo ha venido, una vez más, de los encargos que se desarrollan en la planta mexicana de Dragados Offshore. Distintas fuentes han confirmado que se espera la llegada a la Bahía de Cádiz del material necesario para construir varias secciones de la plataforma 'Litoral A2' que se desarrolla en el puerto mexicano de Tampico, en el estado de Tamaulipas, para la petrolera Pemex. Se trata de una plataforma-hotel con capacidad para 220 camas.
Este contrato se lo adjudicó a Dragados Offshore en septiembre de 2014. Se trata de una de las estructuras flotantes que se utilizan para albergar en alta mar a los operarios que trabajan en el montaje de las grandes plataformas marinas. Concretamente esta estructura pesa 9.550 toneladas y será ubicada en el Campo Litoral Tabasco, en el Golfo de México.
La factoría de Puerto Real lleva desde 2009 encadenando contratos de manera continuada y ha sobrevivido desde 2013 hasta ahora gracias a dos grandes encargos, que ha logrado terminar en un tiempo récord.