sanidad

Los investigadores biomédicos de Cádiz reclaman más mimo al sector

Especialistas de primer nivel del Hospital Puerta del Mar reclaman más ayudas para continuar con proyectos provinciales biosanitarios

mª santos j. cabrera
Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Un estudio pionero sobre osteoporosis en mujeres, otro proyecto sobre las medidas preventivas para paliar las desigualdades sociales y de género en referencia a salud en Andalucía, un informe sobre la prevalencia del cáncer en la provincia (por áreas y municipios), una investigación con datos muy reveladores sobre el cáncer de mama, un estudio sobre la obesidad infantil... así una multitud de casos que se han quedado en el tintero tras obtener resultados óptimos.

Especialistas sanitarios de Cádiz experimentan un sentimiento agridulce al repasar la lista de proyectos «posibles, razonables, beneficiosos y necesarios» que se han visto frenados desde 2011, año que, según ellos, marca el inicio de un claro retroceso que «amenaza con poner en serio peligro la existencia de investigación competitiva en biomedicina en Cádiz».

La Universidad de Cádiz y el Hospital Puerta del Mar no estuvieron siempre a la cola de la carrera de la investigación ni mucho menos. El período de auge fue de 2007 a 2010. «En este tiempo se dio el pico de incorporación de IP externos más los internos y el máximo de captación de fondos competitivos», comenta el doctor Manuel Aguilar Diosdado, jefe de la Unidad de Gestión Clínica de Endocrinología del centro gaditano.

Ahora los especialistas quieren hacer balance de la evolución sufrida. Cuenta de este cambio la dan en el libro ¿Otra oportunidad perdida? que han presentado recientemente y que analiza la trayectoria desde los noventa hasta 2014 y en el que intentan reflejar la caída estrepitosa de la actividad que venían desempeñando. Un total de 38 facultativos formaban parte de los equipos de I+D del Puerta del Mar. Estos profesionales siguen en activo pero más de la mitad de ellos se han marchado de Cádiz y ejercen la Biomedicina en otras provincias e incluso en el extranjero. «Actualmente se ha perdido la mitad de la actividad y la capacidad de captación de fondos competitivos ha descendido unas diez veces», añade el doctor.

«Las medidas de recorte han afectado más a Cádiz», recalca el doctor Aguilar Diosdado que pone su esperanza en la nueva ley aprobada por el Consejo de Gobierno de la Junta. Hay varias líneas de investigación que se han visto claramente perjudicadas. «Diabetes, Nutrición y Metabolismo, además de las áreas de respuesta inmune, infección e inflamación», añade Diosdado que resalta que «los principales investigadores de estas líneas de actuación se han marchado y no han sido sustituidos». Asimismo, la falta de fondos para contratar personal y para realizar tesis doctorales y continuar con el mantenimiento del equipamiento existente supone un perjuicio en el campo de las enfermedades autoinmunes como la artritis reunatoide, lupus, eritematoso sistémico, etc. «También ha supuesto un déficit de atención en oncología y en estudios pioneros del aparato locomotor, dermatología, análisis clínicos, etc», añade.

La captación de fondos ha descendido unas diez veces

Una de las muchas investigaciones que el Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz llevó a cabo en 2009 fue un proyecto tecnológico de seguimiento de enfermos crónicos. El proyecto AMICA, que consiguió financiación de fondos europeos, estaba dirigido a pacientes con EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) y entre otras actuaciones, contemplaba la validación de un dispositivo para la detección temprana de agudizaciones. En el estudio de AMICA (Autonomy, Motivation & Individual Self-Management for COPD Patients), participaban también países como Alemania y Grecia, además del sector privado de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). Esto da idea del alcance y la proyección que poseía el equipo de desarrollo de Cádiz a nivel europeo.

Y como siempre, la repercusión de la pérdida en cualquier ámbito sanitario sobre todo tiene su lado humano ya que, en definitiva, la investigación pretende mejorar la vida de las personas. En este último ejemplo, los pacientes que utilizaron el sistema podían ser supervisados por sus propios médicos desde cualquier lugar, facilitando la movilidad de los mayores que padecen la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y dotándoles de mayor calidad de vida y autonomía. Hubo un momento de gloria en el que estos facultativos despuntaron con sus trabajos y se lograba mejorar la calidad de vida de enfermos crónicos. Los especialistas solo quieren la oportunidad de continuar esta labor tan necesaria para la sociedad. Para ello reclaman más inversión económica, una dirección cientifica de calidad y en tercer lugar, crear el tan esperado instituto de investigación biomédica de Cádiz.

Ver los comentarios