¿Puede salpicar la crisis de Grecia a Cádiz?
Una mala solución o la salida del euro podría afectar al comercio exterior y el turismo
Actualizado: GuardarLa polvareda que está levantando la crisis de Grecia ha afectado al comercio exterior y a la economía de sus países vecinos. Mientras España ve como su Bolsa vive una mañana de infarto, las empresas hacen números sobre lo que costarán estos días de locos en los que el Gobierno griego y los máximos responsables de la Unión Europea encuentren una solución conjunta. La salida del euro sería la última opción. Nadie quiere oír hablar del tema, pero está sobre la mesa y adoptar tal medida tendría consecuencias para todos los países, especialmente los del arco del Mediterráneo.
Eso significa que también las empresas gaditanas se verían afectadas por el impacto, a pesar de que la relación comercial es muy limitada.
Cádiz vende al país heleno mercancías por unos 32 millones de euros, que apenas representan el 0,42% del total. En conclusión, «si la crisis fuera de Estados Unidos, Francia o Alemania, otro gallo cantaría, pero Grecia no es decisivo para nuestras exportaciones», aclara Manuel Álvarez, director del departamento de Internacionalización de la Cámara de Comercio de Cádiz. Lo que la provincia le vende al país vecino es fundamentalmente combustibles minerales, plástico, fundición hierro y acero y productos diversos de las industrias químicas, que proceden de grandes compañías, no de pymes que se podrían ver afectadas ante una crisis de esta envergadura.
Si la situación fuera llevada a las últimas consecuencias y finalmente saliera del euro el impacto para la provincia sí irían mucho más allá de un retroceso en su sector exterior. Detalla Álvarez que recuperar la moneda nacional, el antiguo dracma, permitiría devaluarla, lo que haría más competitivo el mercado griego y mejorarían rápidamente sus exportaciones. La cara negativa es la fuga masiva de capitales, tanto de las empresas como de los particulares y con ella el colapso bancario y económico.
A corto plazo
«En ambos casos son consecuencias cortoplacistas que no se pueden mantener en el tiempo, pero sí provocan una reacción inmediata que hace daño», advierte. En lo que toca a Cádiz puede tener un impacto negativo por la competencia que supondría para productos similares. Por poner un ejemplo, uno de los casos más claros podría ser es el aceite de oliva o la aceituna de mesa, que hoy por hoy tienen un precio y una calidad parecida en ambos mercados. Una devaluación de la moneda griega permitiría venderlo mucho más barato, lo que podría afectar al mercado español.
Manuel Álvarez avanza que «lo mismo podría ocurrir con el turismo, con una oferta mucho más barata en el país vecino». Sin embargo, señala que «al menos no afectaría a esta temporada que ya está prácticamente decidida». En todo caso, dice confiar en que se alcance una solución antes de llegar a esa medida extrema. Y la califica como tal «no porque Grecia sea un país determinante para la economía de la Unión Europea, sino por lo que un fracaso como este puede afectar a la imagen y a la estabilidad necesaria para mantener a los inversores».
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