Navantia cierra el contrato para construir cuatro petroleros en Ferrol y Puerto Real
La compañía termina la negociación con el grupo Ibaizabal y ambos anunciarán esta semana el acuerdo definitivo
Actualizado: GuardarUn equipo de ingenieros del astillero coreano de Daewoo se encuentran desde hace dos semanas en la factoría de Puerto Real perfilando los últimos detalles de logística y producción, previos a la construcción de los cuatro petroleros que se llevarán a cabo en las plantas de Ferrol y Cádiz.
Tanto los técnicos de Daewoo como los de Navantia llevan varios días enfrascados en el diseño de un plan conjunto que permitirá sacar adelante esta obra. Se trata de un proyecto encargado por el armador Ondimar Transportes Marítimos LDA, una sociedad del grupo vasco Ibaizabal.
La firma del contrato es inminente, ya que el borrador inicial ponía como fecha tope el 30 de junio. Todo apunta a que la dirección de Navantia y de Ondimar harán público el acuerdo definitivo de ejecución de obra esta misma semana.
Mañana martes expira el plazo comprometido en el borrador de intenciones firmado en marzo de esta año, que recoge las bases sobre la presentación de la oferta técnica y económica. Ambas partes comenzaron las negociaciones el pasado mes de octubre cuando el grupo vasco Ibaizabal desveló el interés por ampliar su flota y embarcarse en la adquisición de petroleros de la serie Suezmax.
Son buques muy específicos para transportar crudo por el canal de Suez, en Egipto. El cliente final de esta operación naval es la compañía española Repsol, que alquilará los barcos al grupo Ibaizabal.
El contrato que está a punto de adjudicarse Navanta tiene una trasfondo político muy importante después del fiasco ocurrido en octubre de 2013 con Gas Natural. Como se recordará, los armadores con los que opera la empresa gasista española, el noruego Knutsen y el español Elcano, adjudicaron ese año a dos astilleros asiáticos la construcción de cuatro barcos gaseros.
La polémica decisión provocó una grave crisis y un enfrentamiento entre el Gobierno español y Gas Natural que, finalmente, se ha logrado amortiguar con la contratación de un quinto gasero a Navantia, aunque, de momento, no hay nada firmado. Precisamente Navantia confirmó el pasado viernes que se está negociando ahora la posibilidad de que participen también astilleros asiáticos en su construcción para reducir costes.
Los armadores de Gas Natural justificaron entonces el contrato de los barcos gaseros a la planta coreana de Hyunday y a la japonesa de Imabari con el argumento de que los astilleros españoles habían perdido el tren tecnológico para la construcción de estos modernos navíos. Las explicaciones solo sirvieron para echar más leña al fuego, sin embargo, el Colegio de Ingenieros Navales y la propia Navantia, lejos de amilanarse, hicieron piña para demostrar la capacidad tecnológica de la industria naval española para fabricar los mismo barcos que se construyen en los países asiáticos. Se descubrió entonces que uno de los problemas de fondo no era la tecnología sino el coste de la mano de obra.
Alianza estratégica
De esta forma, el contrato de los petroleros del grupo Ibaizabal ha tenido otros interlocutores en la mesa, que han facilitado mucho la llegada de un acuerdo satisfactorio para todas las partes implicadas. El Gobierno español ha estado muy encima de la negociación a través de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI), que depende del Ministerio de Hacienda, y ha sido el encargado de allanar el camino. No se podía repetir un caso como el ocurrido con Gas Natural, donde una empresa española prescindía de los astilleros nacionales para llevarse un contrato millonario fuera del país.
Así, una de los principales inconvenientes que surgieron con Ibaizabal se resolvió gracias a una solución salomónica que, pese a todo, se utiliza mucho en Estados Unidos. Si no puedes con tu enemigo, únete a él. De esta forma se alcanzó lo que se denomina una alianza estratégica.
Se trataba de que los astilleros asiáticos y los españoles trabajaran conjuntamente en la construcción de los cuatro petroleros. No hay que olvidar que las factorías coreanas han desarrollado durante las últimas dos décadas el diseño y la tecnología para la construcción de los petroleros. Corea y España, Daewoo y Navantia, estrecharon lazos para hacer viable el proyecto sin menos cabo de los intereses de cada uno.
Finalmente se llegó al acuerdo de que el astillero coreano será el encargado de aporta el diseño de los buques, los bienes de equipo y el material, mientras que Navantia pondrá sus factorías y la mano de obra. Esta misma fórmula de gestión es la que se quiere aplicar ahora en la construcción del quinto gasero que demanda Gas Natural
Con todo ello, el 9 de marzo de este año, Navantia y el armador de Ondimar, del grupo Ibaizabal, sellan un preacuerdo donde se establece la hoja de ruta a seguir para lograr una oferta técnica y económica lo más competitiva posible. La fecha tope para entregar este documento es el 30 de junio. Sin embargo, los avances en la redacción del proyecto y en la alianza estratégica son tan evidentes que el pasado 15 de marzo, en plena campaña electoral de las municipales, Navantia y el armador Ondimar decidieron firmar el acuerdo que permitirá a los astilleros españoles volver a a construir petroleros.
Este acuerdo recoge, entre otras cosas, que el astillero de Puerto Real será el que asuma más carga de trabajo, ya que se encargará también de ensamblar los bloques. Además se abre la puerta a ampliar el encargado a dos petroleros más.
La firma del contrato y el reparto de tareas pone fin a un año de negociaciones. La construcción de cada barco supondrá unas 725.000 horas de trabajo, lo que significa una mano de obra total de tres millones de horas para los astilleros de la Bahía y Ferrol.
De esta forma, los astilleros retoman la construcción de petroleros veinte años después. La compañía española abandonó este negocio en la década de los noventa después de una intensa labor durante los años setenta y ochenta. Fue entonces cuando se botó el ‘Ocean Lion’, el ‘María Alejandra’ y el ‘Valencia’, entre otros. Sin embargo, los astilleros públicos dieron un golpe de timón a mediados de los noventa en favor de la construcción militar abandonando así los grandes proyectos civiles de petroleros y gaseros. Fue entonces cuando los astilleros asiáticos tomaron el relevo y llenaron el hueco que había dejado libre España. En estos últimos veinte años Corea y Japón han desarrollado la industria y la tecnología necesaria para liderar este tipo de construcciones.
Navantia se compromete con este contrato a construir los cuatro petroleros de la serie Suezmax en el plazo de 21 meses por un precio muy competitivo. Todo apunta a que la orden de trabajo será inmediata, ya que la entrega de los barcos corre prisa. Aunque no se ha desvelado el importe de la obra, la inversión supera los 153 millones de euros El proyecto puede dar empleo en la Bahía a más de personas. Este periódico ha pido saber que la factoría de Ferrol construirá los bloques de dos de los cuatro barcos, mientras que la de Puerto Real se encargará de las otras dos unidades y, además, será la cadena final de montaje con el ensamblaje de todas las estructuras.
Distintas fuentes consultadas han coincidido en señalar que los petroleros son barcos con menos desarrollo tecnológico que los gaseros. Se trata de tanqueros con capacidad de transportar hasta 200.000 toneladas.
Ver los comentarios