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La legislatura más política

A la búsqueda de acuerdos con otras fuerzas, el endeudamiento de algunos ayuntamientos como el de la capital complica el cumplimiento de las promesas

silvia tubio
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El sábado pasado ha sido calificado como una jornada histórica para la política española. Por primera vez en los ayuntamientos de las principales capitales del país, y también en ciudades menos pobladas, el control del Gobierno municipal pasa a manos de plataformas ciudadanas que desbancan a los partidos tradicionales. La historia también dirá si el entusiasmo vivido en las calles no se torna en profunda decepción porque las aspiraciones, tan legítimas como ambiciosas, no se cumplieron.

El éxito en la ejecución de los programas que han presentado agrupaciones como la versión capitalina de Podemos pasa sí o sí por el acuerdo con otras formaciones políticas. Las elecciones municipales dejaron la mitad del mapa provincial, donde no se alcanzaron las mayorías absolutas, a merced de los acuerdos.

El nuevo escenario obliga a las fuerzas a hacer un ejercicio de saber político. De capacidad para llegar a puntos en común, ceder para avanzar y en definitiva, de disponer de la habilidad para gobernar con una tripulación que no lo quiso como capitán; de todo eso, dependerá que la gestión de las administraciones locales no se atasquen volviéndose inútiles.

A los novatos se les exige un plus que no necesitaron aquellos que dispusieron de la tranquilidad de una tropa fiel y convencida y una oposición innecesaria. En la provincia gaditana, ese esfuerzo es obligado en las dos principales ciudades (Cádiz y Jerez) donde el tablero de juego está muy dividido. No solo deberán saber administrar sino también convencer para que les dejen hacerlo a su manera. Es la hora de la política, más europea que española, porque en España la dicotomía es inhererente a los nacidos en este país: rojo o azul, de izquierda o derecha, del Madrid o del Barça.

Cádiz

El discurso de investidura del nuevo alcalde de la capital, José María González 'Kichi', fue netamente programático. El regidor invertían sus primeros minutos de mandato para desgranar los objetivos que se ha marcado Por Cádiz sí se puede (PCSSP). No son pocos y la mayoría con un fuerte componente social, con la protección a las familias más desfavorecidas como gran línea maestra. Eso se traduce en gasto público.

El último dato facilitado por el Ministerio de Hacienda, correspondiente al ejercicio de 2013, señala al Ayuntamiento gaditano como uno de los que soportan una mayor deuda: 1.741 euros por gaditano, superando los 200 millones en global. Una losa contable que adeuda a los bancos y aquí PCSSP se enfrentará a una disyuntiva casi ideológica. ¿Mantendrá los lazos con esas entidades financieras o los romperá en caso de que estén solicitando a los tribunales órdenes de desahucios? Ésa fue una de las condiciones innegociables de Teresa Rodríguez en la Junta.

Pero además de salvar posibles contradicciones internas, algo habitual cuando se salta del discurso de oposición a la responsabilidad de gobernar; el nuevo Ejecutivo local se enfrenta a una realidad desconocida, que le puede impedir llevar a cabo sus acciones prometidas.

Los objetivos enumerados el pasado sábado por José María González se esbozaron sin tener una radiografía exacta de la situación económica del Ayuntamiento; algo que ya ha anunciado que va a realizar a través de auditorías. El resultado de esos análisis debe dar la verdadera dimensión de la deuda municipal, incluyendo empresas municipales. Y es entonces cuando realmente sabrá PCSSP con qué herramientas cuenta y qué viabilidad tienen alguna de sus propuestas en campaña como la remunicipalización de servicios públicos.

También hay margen para adoptar medidas de contención del gasto corriente, algunas de las cuales ha anunciado que podrá en marcha, como la reducción de los salarios de los concejales y la eliminación de puestos improductivos de asesores. En este capítulo habrá que ver qué decisión toma el nuevo equipo de Gobierno con la estructura heredada de la celebración del Bicentenario, y que tres años después de aquel evento se ha mantenido como gran apuesta de Teófila Martínez.

La contratación de personal interino, en puestos de libre designación que no pasan por una oferta de empleo pública, ha sido un filón explotado por los partidos tradicionales para introducir en la nómina municipal a personas afines a un político, una formación. No hay excepciones, tanto PP como PSOE como IU o PA, lo han llevado a cabo cuando han tenido la posibilidad de gobernar. Ahora le toca el turno a los nuevos.

PCSSP ha publicado un anuncio en internet anunciando la contratación de asesores en distintas áreas. Aunque la oferta se abre a cualquier interesado, avisan que se valorará la afinidad política.

El reto: ejercer ese noble arte para esquivar el desgobierno

Y además de todos estos retos, de combatir la inercia de los viejos modos y cumplir con lo prometido, el nuevo equipo de Gobierno de la ciudad necesita de PP, Cs o PSOE para sacar adelante cualquier iniciativa (con los dos concejales de Ganemos no consigue una mayoría suficiente). El riesgo de bloqueo es evidente y quedó de manifiesto cuando este periódico publicó en exclusiva durante la campaña una de las estrategias que el PSOE estudiaba: facilitar la investidura de Kichi para dejarlo luego solo, sin respaldos fundamentales, en el día a día.

En el pleno de investidura, todos los partidos de la oposición manifestaron su intención de ejercer su papel de manera leal y respaldar medidas que favorezcan a los gaditanos. Pero del dicho al hecho, cuando de política (la que se conoce hasta ahora) se trata, suele haber un trecho.

Por eso aunque el riesgo de ingobernabilidad es muy elevado, esta legislatura también se presenta como una gran oportunidad para desplegar la política del consenso, del acuerdo con el único objetivo de beneficiar a los vecinos. En definitiva, de poner en valor lo que se defiende como 'noble ejercicio'.

Jerez

En la ciudad más poblada de la provincia, el PSOE depende también de otros para no ahogarse en una victoria inútil. La alcaldesa Mamen Sánchez no consiguió que Ganemos e IU le firmaran un acuerdo más allá de la investidura que le diera tranquilidad. Así que al igual que su homólogo de Jerez, le tocará batirse en cada acción y ceder en otras (algo básico en cualquier negociación). En aquellos municipios donde no hay mayoría absoluta ni acuerdos de gobierno, la incertidumbre sobre el cumplimiento de las promesas realizadas en campaña es total. En esta nueva era no solo cuenta la voluntad propia, también la de los otros. Es la 'new age' del 'establishment' patrio.

La nueva alcaldesa ha 'izquierdizado' su discurso, incluyendo medidas que bien podrían haber salido del ideario de Podemos. Además ha tocado asuntos, llagas que siguen supurando en la ciudad, como el ERE que dejó en la calle a 260 trabajadores municipales en 2012. La socialista se ha comprometido a reingresar a todos aquellos afectados a quien la Justicia les dé la razón.

Y se la está dando, al menos a aquellos que decidieron proseguir el largo y costoso camino judicial de manera individual tras dictaminar el Supremo que el despido colectivo fue ajustado a Derecho. Ya se han producido las primeras sentencias favorables que consideran los despidos improcedentes.

Habrá que ver si Sánchez, respaldada por el bloque de izquierdas, cumple su palabra. Si le falta alguno de esos apoyos, el PP puede hacer valer su mayor número de concejales, sumando con Cs y neutralizar esa medida. Y así, con cualquier punto que se debata en los plenos.

Otros gobiernos complejos

Sanlúcar, Arcos, Tarifa, Barbate o Benalup son otros puntos del mapa municipal gaditano donde se pueden vivir grandes desencuentros, bloqueos y la paralización de sus ayuntamientos si en sus plenos no se llegan a puntos en común en beneficio de sus vecinos.

En estas localidades, sus regidores gobierna en minoría y a merced de que un acuerdo en la oposición les tumbe cada una de sus propuestas. Hay algunos donde esa posibilidad, en el papel, no es descabellada en absoluto por la aparente sintonía ideológica entre partidos o porque se quedaron 'cuentas pendientes' en la anterior legislatura.

El primer alcalde andalucista que tiene Barbate, Miguel Molina, tendrá en frente a PSOE, IU y la agrupación de electores Somos Barbate. Si en esta localidad estas formaciones llegan a puntos en común como ya es un hecho en otros sitios, Molina se quedaría en una situación muy delicada.

En Tarifa, el pasado puede pesar y mucho. La última palabra para cada propuesta que eleve el alcalde del PP, Juan Andrés Gil, la tendrá previsiblemente el único edil que ha sacado el PA: Sebastián Galindo, quien fuera alcaldable por el PSOE. Eso explicaría que los esfuerzos de los socialistas para desbancar a Gil y hacerse con la Alcaldía fueran infructuosos. Y a pesar de que hace escasos meses, Gil expulsó de su equipo de Gobierno a los dos ediles andalucistas que habían sellado un acuerdo de Gobierno en la anterior legislatura. Demasiada carga pasada, que solo podría superarse con esa nueva política que dice servir al bien común. Si es así, bienvenida.