Una piedra en el camino

En pocas cosas coinciden las fuerzas políticas. Lo habitual es verlos enfrentarse por temas de toda índole. Desde el más relevante hasta el más nimio. Muchos han calificado esta forma de hacer política como la del ‘y tú más’. Pero en Cádiz capital se ha dado un fenómeno único, por lo sorprendente que es, y es que resulta que hace tiempo que se pusieron de acuerdo en una cosa y es en que el turismo de cruceros es esencial para esta ciudad.

Para ello, llevan años mejorando las instalaciones del puerto para ofrecer el mejor servicios. Se han firmado acuerdos para conseguir que Cádiz se convierta en destino de paso indispensable para las navieras que programan travesías por el Mediterráneo y para algunas que las inician por el Atlántico. Desde ese ‘entente cordial’ el número de cruceristas crece por minuto. El lunes pasado se llegaron a recibir a unos 9.000 cruceristas y para esta semana se esperan 16.500.

Ahora bien, todas estas buenas noticias traen un pero, no muy llamativo pero al que no se puede dar la espalda. Algunas navieras han presentado queja a la comunidad portuaria sobre las largas colas de espera que sufren los turistas en la terminal de pasajeros, llegándose en ocasiones, a tener que esperar hasta dos horas. Si se tiene en cuenta que los cruceristas cuentan con solo cuatro horas para visitar la ciudad y dejar los frutos de tanto esfuerzo invertido en forma de compras, se les está reduciendo el tiempo a la mitad. Una situación que debe remediarse para no tirar parte de los frutos conseguidos por la borda.

Y es que el camino emprendido es el mejor hasta el momento, ahora solo hay que hacerlo perfecto.