Zona Franca reconduce la compra del suelo de Altadis tras romperse el acuerdo
La firma de las escrituras estaba prevista para el pasado 5 de marzo ante notario, pero un cambio a última hora sobre el plazo para efectuar los pagos dinamitó el pacto
Actualizado: GuardarEl pasado 5 de marzo estaba todo preparado en la sala de juntas del edificio de la Zona Franca de Cádiz para firmar las escrituras de compraventa de los terrenos de Altadis. Ambas partes lograron el acuerdo a finales de 2014 después de un año de tiras y aflojas sobre el precio del suelo. Al final, la operación se cerró en 37,6 millones de euros. Solo quedaba rubricar el documento.
El notario fue convocado a la cita, mientras que los ejecutivos de la tabacalera confirmaron su llegada a través del vuelo Madrid-Jerez a primera hora de la mañana. Sin embargo, esa reunión nunca se llevó a cabo. La propia Zona Franca reconoció horas más tarde que un problema de agenda había impedido su celebración.
El consejero delegado de Altadis, Juan Arrizabalaga, había tenido un contratiempo y se aplazaba el acto hasta nueva orden.
Esta fue a grandes rasgos la versión oficial, pero algo no encajaba en esta improvisada explicación. La excusa era demasiado recurrente para abortar una operación tan importante para el futuro económico de la Bahía. Pasaban los días y no había nueva convocatoria. Ni Zona Franca ni tampoco Altadis volvieron a citarse para zanjar el asunto, sin embargo, la procesión iba por dentro. La anulación de la cita tuvo un trasfondo económico que llevó a la ruptura del acuerdo horas antes de su firma ante notario.
Altadis modificó sobre la marcha algunas de las condiciones pactadas para recibir los 37,6 millones de euros que cuestan los terrenos. El acuerdo inicial permitía a Zona Franca fraccionar el pago durante varios años en cantidades muy beneficiosas y ajustadas a sus intereses, sin embargo, Altadis modificó algunas de las cláusulas, lo que dinamitó el acuerdo.
Las diferencias obligaron a los servicios jurídicos a establecer un nuevo calendario negociador para volver al principio y acordar el criterio a seguir para abonar la compra de Altadis. Este periódico ha podido saber que el nuevo documento que recoge las claves definitivas de la operación de compraventa ya está redactado y apunto de recibir el visto bueno.
La dirección de la tabacalera aguarda ahora la respuesta para mover ficha. No obstante, pese al entuerto y a las discrepancias surgidas, distintas fuentes consultadas han confirmado que la operación sigue adelante y se ha logrado reconducir. Todo apunta a que la firma de las escrituras de compraventa se llevará a cabo antes del verano.
La Zona Franca de Cádiz puso el punto de mira en el suelo de Altadis a finales de 2013. Precisamente, en junio de ese año, los propietarios de Altadis, la compañía inglesa Imperial Tobacco, confirmaron la defunción de las instalaciones gaditanas después de tres siglos de historia en la Bahía. La dirección de la empresa tabaquera justificaba su decisión por razones estructurales y operativas. La apertura de un centro logístico de distribución de tabaco en la localidad polaca de Tarnovo fue determinante para sentenciar el futuro de la planta gaditana.
El cierre de Altadis en la Bahía siguió un proceso escalonado. La planta sufrió una profunda restructuración en 2009. Se quedó con solo 76 trabajadores y una sola línea de producción, la de tabaco expandido, tras eliminar la de tabaco reconstituido y la de preparación de liga. La empresa tuvo una plantilla de 1.050 empleados en 1993. A partir de entonces empezó un declive, que acabó con el cierre definitivo de la planta en marzo de 2014.
Zona Franca inició las negociaciones de la compra del suelo una vez que Altadis acabó con el proceso de recolocación e indemnización de su plantilla. El recinto fiscal comprobó que la única forma que tenía de crecer en la capital era inexcusablemente a través de los terrenos de la tabacalera, que se encuentran junto al puente Carranza y frente al muelle de Ribera, próximo al club deportivo Elcano.
Inversiones anunciadas
El recinto fiscal gaditano necesita a toda costa extender sus tentáculos, por ello la anexión de Altadis supone aumentar su superficie en la capital en casi un 50%, pasando de los 330.000 m2 actuales a 480.000 m2. La extinta fábrica de tabacos se asienta sobre 145.000 m2, de los que 110.000 m2 son propiedad de Imperial Tobacco y el resto, de Zona Franca, alquilados a la compañía tabaquera como almacenes desde finales de los ochenta.
El recinto fiscal gaditano se encuentra en estos momentos al límite de sus posibilidades y, por tanto, es vital la ‘operación Altadis’ para favorecer así su expansión. De hecho, una empresa de logística naval ha presentado una oferta para ocupar la última parcela que se encuentra libre en el recinto interior. Esta compañía, especializada en la distribución de mercancías, tiene previsto invertir cuatro millones de euros en su nueva planta y crear un centenar de puestos de trabajo en su primer año de vida.
Zona Franca se quedará casi sin suelo industrial en el recinto interior de Cádiz una vez que adjudique el contrato de arrendamiento de esta parcela.
La expansión de la Zona Franca en la capital es una necesidad urgente y Altadis es la oportunidad. A nadie se le escapa que el suelo de la antigua tabacalera también tiene pretendientes. El delegado de la Zona Franca en Cádiz, Jorge Ramos, anunció a finales del pasado año durante el desayuno navideño con los medios de comunicación que tres empresas habían mostrado interés por asentarse en las instalaciones de Altadis y crear unos 300 empleos. Una de estas compañías se dedica a la fabricación de las palas eólicas para aerogeneradores.
La operación de compra del solar de Altadis se ha podido llevar acabo en un espacio de tiempo muy corto gracias al Plan Reindus 2014. El Ministerio de Industria, que ha avalado desde el primer momento la operación, ha liberado 50 millones de euros en favor de la Zona Franca de Cádiz para su desarrollo y expansión con cargo a este programa especial de ayudas reembolsables.
De esta forma, el recinto fiscal gaditano cuenta con financiación suficiente para seguir con su crecimiento tanto en la capital como en puntos estratégicos de la provincia. Este dinero forma parte del anuncio que hizo en su momento el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, de compensar, en cierto modo, a Cádiz a raíz de la implantación en Sevilla de un nuevo recinto fiscal.