El Parque Agroindustrial de Jerez, la manzana podrida
El recinto, que está en proceso de disolución, tiene pendiente la devolución de casi diez millones en subvenciones
Actualizado: GuardarLa Cámara de Cuentas de Andalucía ha vuelto a poner la atención sobre la situación del Parque Científico Tecnológico Agroindustrial de Jerez (PCTA), el único de este tipo en la comunidad que afronta su disolución. El órgano fiscalizador ha analizado las cuentas de este recinto entre 2o1o y 2012, en las que destaca una creciente deuda a largo plazo, la que mantiene con entidades bancarias, que apenas tres años después de su constitución ya alcanzaba los nueve millones de euros.
La Cámara de Cuentas ha presentado hoy este informe en Granada, en el que analiza cada una de estas entidades que gestionan los parques tecnológicos y entre los que llama la atención la difícil situación del jerezano. Fue el pasado enero cuando el consejo de administración aprobó la disolución de la sociedad, un largo proceso que aún sigue vivo y que permitirá a los accionistas -formados por el Ayuntamiento de Jerez, la Junta, la Universidad de Cádiz y la Diputación- afrontar el adeudo y la devolución de las subvenciones por infraestructuras y proyectos no realizados.
Ha sido precisamente este aspecto en el que se ha centrado el análisis de la institución fiscalizadora, que pone en duda su viabilidad si llegan a materializarse los correspondientes expedientes. Por eso se insta al cumplimiento de los compromisos, aunque dada la situación, habrá que afrontarlos de otra manera.
Su evolución desde 2010 tampoco ofrece sorpresas, se encuentra entre los que menos empleo ofrece, apenas 250 y una de las menores facturaciones, estimada en unos 35 millones en el último ejercicio analizado, apenas una cuarta parte de Tecnobahía, el otro parque gaditano que contempla este informe.
También ha llamado la atención de los auditores de la Cámara de Cuentas el contraste con el gran número de parcelas vendidas y las pocas edificaciones levantadas, resultado del afán especulativo con el que se ha invertido en este polígono tecnológico. También resalta que el parque tiene prevista una ampliación, aprobada en 2013 con el 'Plan parcial de desarrollo urbanístico de la Dehesa de Siles 2', que ya ha terminado su tramitación administrativa, pero no encuentra inversión para urbanizarlo.
Y llegados a este punto, cabe preguntarse qué le espera a las empresas alojadas en este recinto. El Ayuntamiento de Jerez ya avanzó en un amplio comunicado el pasado enero que ninguna corre peligro, aunque la situación del parque cambie. De hecho, el Consistorio ha atendido a las reclamaciones de potencia eléctrica, la dotación de transporte público y mejora del aspecto del recinto. Pero ahora está por ver cómo afronta su parte de la deuda, que es la mayor de todas al ser el principal accionista (tiene el 51%), y sigue manteniendo los servicios.
De cara al futuro, aconseja a la Empresa Municipal de Suelo de Jerez (Emusujesa), propietaria del suelo de este polígono, que busque «fórmulas convenientes para todas las partes que permitan revertir las parcelas propiedad de empresas que no han ejecutado construcción alguna, tal como se ha hecho en otros parques, y ponerlas de nuevo en el mercado». Esa es la salida para volver a poner a funcionar a este recinto, planteado en su momento como un motor de desarrollo de Jerez, su campiña y el potente sector agroalimentario.
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