La autovía maldita

El desdoble de la carretera entre El Puerto y Rota se ha convertido en una obra maldita para la Junta de Andalucía y en un calvario para vecinos y conductores. Los trabajos para convertir en autovía casi nueve kilómetros de la A-491 se han perpetuado en el tiempo por culpa de los recortes presupuestarios y las modificaciones puntuales que ha sufrido el proyecto desde su adjudicación, en 2008.

LA VOZ ha recorrido el trazado por donde discurren las obras y ha podido comprobar que las máquinas se centran ahora en completar los 600 metros de calzada necesaria para conectar las urbanizaciones de Bella Bahía, El Almendral y San Antonio con el tronco principal de la carretera. Esta actuación se desarrolla en el entorno del Bar Jamón, a tiro de piedra del antigua Carretera de Fuentebravía, y se ha dilatado debido a un tedioso proceso expropiatorio de tres fincas colindantes.

El resto del desdoble está a falta de la colocación de los paneles informativos, así como de la señalización viaria, de la terminación de algunas vías de servicio y del reasfaltado de una de las calzadas. Pese a todo, la Junta confía en culminar la obra a finales del próximo abril. Si el nuevo plazo se cumple será posible reducir los atascos este verano en una de las vías de comunicación más congestionadas del litoral gaditano. No hay que olvidar que esta carretera permite conectar también con Sanlúcar, Chipiona y Jerez.

La Junta adjudicó esta obra en noviembre de 2008 a la UTE formada por Aldesa-Pérez Jiménez en 26,5 millones de euros. Se trata de una inversión enmarcada en el Plan Más Cerca de la Administración regional y cofinanciada por los fondos europeos Feder. Los trabajos comenzaron en abril de 2009 y el plazo de ejecución era de 24 meses. No pudo ser. Todo iba bien hasta que a principios de 2011, precisamente el mismo año en que se tenía que inaugurar, la Junta metió la tijera a sus proyectos de obra pública y levantó el pie del acelerador.

El desdoble de la carretera entre El Puerto y Rota quedó paralizado con el 80% de la obra ejecutada. No sería el único parón. La indignación fue en aumento al comprobar cómo el tramo estaba plagado de señalizaciones de obra y de desniveles, que hacían muy peligrosa la circulación. La paralización de la obra sirvió al PP para sacar los colores a la Junta y reprochar su incapacidad para acometer un desdoble de tan solo 8,5 kilómetros.

Las aguas volvieron a su cauce a primeros de 2012 cuando la Junta reprogramó los trabajos y apostó por terminar aquellas inversiones que ya estaban en marcha. La decisión del Gobierno regional dejó en el cajón, sin embargo, la terminación de la anunciada autovía Jerez-Arcos-Antequera, pero indultó el desdoble entre El Puerto y Rota, la única obra de envergadura que lleva a cabo la Junta en la provincia. Pese a todo, se trata de una actuación incompleta, ya que los recortes han terminado por afectar a otros cinco kilómetros que restan por desdoblar entre Rota y el cruce con la A-2078 (Jerez-Rota), aunque la Junta ha vuelto a rescatar este proyecto y ha confirmado que se encuentra en fase de redacción.

En noviembre de 2013 la obra recobró el pulso perdido tras los parones de 2011 y 2012, pero la polémica y la indignación estaban servida debido a la peligrosidad de un trazado completamente plagado de señales de obras, conos y tramos en zigzag. El presupuesto ha pasado de los 26,5 millones de euros iniciales a 29,6 millones. Este aumento de la inversión se debe, entre otras cosas, al incremento del IVA, a las expropiaciones y a la realización de trabajos adicionales.

El desdoble parcial de la carretera entre Rota y El Puerto se gestó entre 2007 y 2008 para aliviar el tráfico en la conexión de El Puerto con la Costa Noroeste. Se trata de uno de los puntos del mapa provincial de carreteras con mayor densidad de tráfico durante el verano, con una intensidad media superior a los 15.000 vehículos diarios.

El entonces consejero de Obras Públicas, él sanluqueño Luis García Garrido, visitó la obra y reconoció la importancia del desdoble de la A-491 ya que, entre otras cosas, daría trabajo a unas 464 personas, de los que 269 serían empleos directos y el resto, indirectos.

En estos momentos, el ritmo de los trabajos es satisfactorio. Se han completado los accesos a la Base Naval de Rota por la urbanización de Fuentebravía y al Poblado Naval. La obra en cuestión discurre entre el kilómetro 15 de la A-491 y acaba en el kilómetro 23 de la actual variante de El Puerto, enlazando con la carretera de Sanlúcar, la A-2001. El tramo que se desdobla tiene una longitud de 8,6 kilómetros y cuenta con dos carriles por cada sentido de la marcha.  

La plataforma de la autovía tiene una anchura de 10,5 metros, es decir, la mediana es de 2,6 metros mientras que el ancho de las calzadas permite dos carriles de 3,5 metros en cada sentido. Estas dimensiones garantizan la absorción de un importante flujo de vehículos, sobre todo en verano. Esta vía de gran capacidad, dará servicio directamente a más de 95.000 habitantes de Rota y El Puerto. Se trata de dos localidades que casi doblan su población entre julio y agosto. El proyecto recoge también la rectificación del radio de algunas curvas.

Agrio debate político

La obra supera ahora el 80% de ejecución. El estado de la misma ha sido objeto de un agrio debate político donde PP y PA se han mostrado especialmente críticos con la gestión de la Consejería de Obras Públicas. En los últimos dos años han sido contantes las manifestaciones de ambos partidos a pie de obra denunciando la peligrosidad de la vía y reclamando su terminación. De hecho, el alcalde de El Puerto, el popular Alfonso Candón, envió el pasado octubre una carta al entonces delegado provincial de Fomento, Manuel Cárdenas, reclamando el empujón definitivo al proyecto y advirtiendo, al mismo tiempo, del riesgo de accidentes.

Candón destacó en su misiva la importancia de este nudo de comunicación para el desarrollo de la Costa Noroeste y su repercusión para zonas como San Fernando, Puerto Real y Chiclana. Meses antes fue el líder del PA, Antonio Jesús Ruiz, quien había puesto en duda la capacidad de los responsables de la Junta en Cádiz para terminar la obra.