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Almadraba de Conil, en plena faena el año pasado - Antonio Vázquez
PESCA

Arranca la actividad en las almadrabas gaditanas

Los preparativos han comenzado esta semana en Conil y el próximo lunes se sumarán las de Zahara y Tarifa

JAVIER RODRÍGUEZ
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Las almadrabas de Cádiz han comenzado esta misma semana los preparativos de la nueva temporada. La primera en arrancar la actividad ha sido la de Conil, con la contratación de su personal fijo-discontinuo, y el próximo lunes se sumarán las de Zahara y Tarifa.

El sector sigue condenado, debido a las limitaciones impuestas por los organismos internacionales, encargados de la protección del atún rojo. Las almadrabas gaditanas se calarán un año más con una cuota fija de pesca que no podrán superar bajo ningún concepto. Esta imposición les obliga a comprar a otros armadores un porcentaje de su cuota de pesca para poder cumplir con las expectativas.

La Comisión Internacional para la Conservación de la Especie (ICCAT) mantuvo su reunión anual el pasado noviembre en la localidad italiana de Génova. El encuentro sirvió para marcar las directrices pesqueras de 2015. Los inspectores reconocieron una mejora en la evolución de la especie después de ocho años de restricciones, sin embargo, acordaron mantener las limitaciones una temporada más, aunque se abrió la mano a un leve aumento de la cuota.

El aumento de 109 toneladas no es suficiente para el sector

Así, el total Admisible de Capturas (TAC) para los países representados en este foro internacional fue de 16.142 toneladas, de las que 2.656 corresponden a España. Se trata de un incremento general del 18%. La asignación que le corresponde a las almadrabas de Cádiz quedó fijada en unas 775 toneladas, lo que supone un aumento de 109 con respecto a 2014.

El gerente de la Organización de Productores Pesqueros (OPP), Diego Crespo, ha reconocido a lavozdigital.es que es una asignación insuficiente "que nos obliga un año más a comprar cuota en el exterior". Por esta razón, los almadraberos gaditanos acuden a otras pesquerías del Estrecho, Almería, Cantabria, Murcia y País Vasco a comprar cuota. El año pasado, los armadores vascos subastaron sus 459 toneladas y se repartió entre las almadrabas de Cádiz.

Los preparativos en la almadraba de Conil han comenzado en tierra con la limpieza de las artes, el arreglo de redes y la puesta a punto de los barcos. Está previsto que el calamento se inicie en dos semanas. Este trabajo durará, al menos, todo el mes de marzo y se alargará hasta la primera quincena de abril. Los almadraberos confían en realizar la primera 'levantá' a finales de abril.

Confían en una buena temporada de pesca porque la especie se ha recuperado, pero las restricciones que sufre el sector desde 2006, fecha en la que se impusieron los primeros controles internacionales, han ido cercenando al sector hasta poner al límite su viabilidad.

Más de 400 familias dependen de este arte milenario que, pese a todo, ha pagado los platos rotos de quienes han pescado de manera masiva e incontrolada en el Mediterráneo. Las capturas indiscriminadas de los grandes armadores italianos y griegos, entre otros, pusieron a la especie del atún en peligro de extinción. Las almadrabas han acusado la crisis y han sobrevivido de milagro estos últimos años con cuotas de 657 toneladas. Las 775 toneladas de esta campaña distan mucho de las 1.600 toneladas de campañas anteriores al decreto de restricción.