Tráfico ajusta los radares de la provincia para sancionar ahora por la mínima
La DGT tira de reglamento con la ‘Operativa 7’ y elimina de golpe las concesiones que hacían los agentes para no multar las infracciones más leves
Actualizado: GuardarOjo con pisar el acelerador más de la cuenta. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha dado orden de ajustar los radares móviles que utiliza la Guardia Civil para poder sancionar a partir de ahora el más mínimo exceso de velocidad al volante. Se trata de una decisión legal, que obliga a los agentes a aplicar a rajatabla el reglamento. Es decir, el radar saltará justo cuando se supere la velocidad permitida en la vía, como se venía haciendo, y se aplicará el correspondiente margen de error de aparato. La novedad estriba en que ya no habrá concesiones. La sanción le llegará al infractor aunque se haya excedido en solo un kilómetro tras descontar el margen de error del radar.
Hasta ahora se dejaba a criterio del agente la concesión o no de un pequeño margen de kilómetros con el fin de evitar una multa por la mínima.
La orden de la DGT, que ya se aplica en la provincia de Cádiz, anula este regalo. De esta forma, la DGT hace extensivo a todo el territorio español lo que ya implantó a modo de prueba en Galicia durante el verano de 2013.
El presidente de la asociación de Automovilistas Europeos, Mario Arnaldo, reconoce a LAVOZ que la medida es legal, «pero denota un afán recaudatorio de la Administración». En su opinión, una campaña contra los excesos de velocidad al volante habría sido suficiente para concienciar a los conductores de las consecuencias». De hecho, el Ministerio de Interior no ha avisado de esta nueva situación. La denominada ‘Operativa 7’, así se llama la medida, ha entrado en vigor de forma escalonada en las distintas provincias del país.
El motivo de este ajuste es unificar criterios y evitar desigualdades, pues hasta ahora dichos márgenes eran fijados por cada jefatura provincial de la DGT, lo que generaba un agravio comparativo entre los conductores españoles en función del territorio por el que circulasen. Así, mientras que para algunos las infracciones leves quedaban sin castigo, para otros existía prácticamente tolerancia cero. Con la ‘Operativa 7’ se hace tabla rasa y el reglamento equipara a todos por igual.
Una medida criticada
Desde Automovilistas Europeos insisten en que la medida no está justificada, ya que los últimos datos demuestran que a más velocidad hay menos muertos, «lo que significa que el origen de los siniestros en las carreteras españolas a lo mejor no está en el acelerador sino en el estado de las vías». Así, la velocidad media detectada en 2012 en la red de carreteras españolas, según datos del Ministerio de Fomento, fue de 78,4 km/h frente a los 80,1 km/h del año pasado. Los datos reflejan un aumento de la velocidad, sin embargo, hay una bajada de muertos. Mientras que en 2012 fallecieron en España por este motivo 251 personas, en 2014 la cifra fue de 194.
La DGT, por tanto, ha tirado por la calle de en medio y, a partir de ahora, utilizará el mismo criterio sancionador para todos, sin distinguir entre leves y graves los excesos de velocidad a la hora de activar el radar y ‘disparar’ la multa. Arnaldo, asegura que algunos subsectores de la Guardia Civil de Tráfico -como los de León o Asturias- también recibieron instrucciones sobre la ‘operativa 7’ el pasado verano y la vienen aplicando desde entonces.
Por tanto, los conductores no podrán contar con la generosidad de que disfrutaban hasta ahora, con márgenes que oscilaban hasta los 10 km/h por encima del límite. Ahora, esa tolerancia ha bajado, a causa de la ‘Operativa 7’. Cabe recordar que el margen de error que se aplica en un radar móvil es del 7% cuando se circula a partir de los 100 kilómetros por hora, mientras que en el caso de que la velocidad sea inferior, el margen de error que se aplica es de -7 kilómetros.
En el caso de los radares fijos, la proporción del margen de error varía con respecto a los móviles. Así, cuando se circula a a partir de los 100 km/h se aplica un margen del 5%, mientras que cuando la velocidad es inferior, el margen es de menos 5 kilómetros.
De esta forma, si antes se podía circular en autovía por encima de 130 km/h sin ser multado, ahora se recibirá una sanción al rebasar, por ejemplo, los 126 km/h con un radar fijo o 128 km/h en uno móvil.
Los datos aportados por la Jefatura Provincial de Tráfico revelan que el número de sanciones por velocidad en Cádiz durante 2012 fue de 47.326 frente a las 53.059 de 2013. EN el primer semestre de 2014, las sanciones por exceso de velocidad en las carreteras gaditanas ascendían a 36.753.
La provincia cuenta con 22 radares fijos y 6 móviles. Además, la DGTha invertido en el último año dos millones de euros en la compra de 30 dispositivos móviles para 14 provincias, incluida Cádiz, que cuenta con dos artilugios más de estas características.
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