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Entrada en Audiencia Provincial - A. VÁZQUEZ
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La Audiencia no invalida las escuchas que implican al narco Iván Odero en la 'Q7'

Las defensas habían intentando derrumbar la principal prueba del caso, nacido de una operación policial en Sanlúcar, en 2009

silvia tubio
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El juicio contra el rey de las planeadoras de Sanlúcar y otras doce personas supuestas integrantes de su banda se ha retomado esta mañana en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial.

El tribunal ha desestimado la batería de cuestiones previas que habían planteado las defensas el pasado 11 de diciembre con las que pretendían anular las pruebas de cargo que incriminan a los acusados: el contenido de las escuchas telefónicas.

Los magistrados consideran que no hay irregularidades que impidan valorar esa prueba tanto en los oficios de la Guardia Civil como en los autos judiciales que autorizaron intervenir los móviles de los acusados.

De manera rápida, la Audiencia despachaba este intento de anular el juicio de la ‘operación Q7’, que sirvió para que la opinión pública pusiera cara a uno de los traficantes más activos de los últimos años.

La vida de Iván Odero, por su perfil de narco local, de gran audacia en el manejo de las lanchas planeadoras, sirvió de fuente de inspiración para la película El Niño. Hoy se enfrenta a una posible segunda condena. Ya fue sentenciado el pasado septiembre a tres años y nueve meses de prisión por un alijo de 3,6 toneladas de hachís introducido por la desembocadura del Guadalquivir.

Sólo cuatro de los trece acusados respondieron a las preguntas de la Fiscalía, quien solicita penas de seis años y nueve meses para el supuesto cabecilla y ocho años y cinco meses para su mano derecha, David Rodríguez, quien se enfrenta a la pena más grave porque le hallaron en su domicilio un revólver del calibre 32, por el que es acusado también de tenencia ilícita de armas.

De esos cuatro acusados que se distanciaron de la estrategia procesal que llevan los principales implicados, está la que fuera pareja sentimental de Iván Odero. Caridad M. V. afirma que su relación con el sanluqueño apenas duró "tres o cuatro meses"; sin embargo, convivieron en ese corto espacio de tiempo.

La novia de "sólo tres meses"

Dijo también que comenzaron a intimar cuando ella estaba embarazada de ocho meses de otro hombre que no quiso reconocer a su hijo y que la ruptura llegó cuando el pequeño era sólo un bebé. Pero fue imprecisa a la hora de señalar cuándo comenzó su relación con Iván. Recordaba que estaba de ocho meses, pero no la fecha.

La Fiscalía le acusa de colaborar "activamente" en las actividades de su novio. "Obedecía sus indicaciones en orden a preparara ropas, esconder efectos, transportar dinero, coordinar a otros miembros de la organización, informar de los cambios de terminales telefónicos, traslados de Iván", según consta en el escrito de acusación del Ministerio Público, quien solicita cinco años y cuatro meses de prisión para ella.

Frente a esas conclusiones extraídas de la investigación de la Guardia Civil, la que fuera pareja del rey de las planeadoras dijo desconocer los negocios ilegales de Odero; afirmó que los viajes que hacían a Marruecos, en los que la Guardia Civil sostiene que el rey de las planeadoras cerraba acuerdos con los proveedores de hachís, eran por vacaciones y que sus llamadas a los supuestos colaboradores del narco se debían a sus sospechas por una posible infidelidad.

Infidelidades, prostitutas y risas

Infidelidades y fiestas de despedida con prostitutas en Marruecos fueron explicaciones recurrentes de algunos de los acusados que causaron la risa entre los familiares (la mayoría mujeres) que siguen el juicio como público.

La esperada declaración de Iván Odero fue descafeinada al responder sólo a las preguntas de su letrado. Negó los hechos y afirmó que en 2009 poseía ‘sólo’ cuatro vehículos: un Suzuki Vitara, un Ford Focus, un Golf y un Mercedes. Sin embargo, la Fiscalía cifra en 11,8 millones de euros parte de la fortuna que presuntamente amasó con el hachís.

En la operación de 2009 fueron incautados vehículos como un BMW X5 a nombre del padre del acusado, otro BMW a nombre de su madre o motos acuáticas cuyo titular en los papeles era la hermana, según hace constar el fiscal en su escrito de acusación.

Su hermano David Odero, también acusado en este procedimiento, afirmó que en 2009 era adicto a la cocaína y el alcohol. Unas adicciones que fueron apeladas por otros acusados, aunque las pruebas de toxicología que les hicieron en prisión no las refrendan. Para esto también tienen una explicación, su explicación: que les habían realizado los test cuando llevaban meses sin consumir.

Los hermanos afirman que estaban en nómina de un empresario de la construcción, el mismo que se encargó de hacer la mansión de estilo pirenaico que Iván Odero levantó en Sanlúcar. Este empresario, Pedro Joaquín R. R., además, es el titular de un barco que se empleó presuntamente en uno de los alijos y está acusado de integrar también la banda en calidad de testaferro.

Una embarcación que adquirió, la atracó en Puerto Sherry pero que sólo la usó cuatro veces, según su testimonio. Éste es sólo un ejemplo de algunas de las respuestas que se han oído hasta ahora en sala.

-"¿Se gastó 45.000 euros en un barco que no usaba?" le preguntó la fiscal al presunto testaferro.

-"Era un capricho".

-"¿Y quién la pilotaba?"

-"Yo".

-"¿Qué titulación tiene?", le insiste la representante del Ministerio Fiscal.

-Ninguna, manejaba el barco sin ella.

El juicio se retomará el próximo viernes con la declaración de los testigos. Entre las pruebas que la Fiscalía quiere exponer en la vista oral está la audición de las intervenciones telefónicas que sirvió a la Guardia Civil para desmantelar la banda

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