La innovación es posible en la cerería
La empresa ‘La Madrugá’ de Chiclana revoluciona un mercado muy tradicional
Actualizado:Hay sectores que se modernizan a mayor velocidad que otros. En el campo de las cererías el progreso no ha ido muy de la mano con las posibilidades tecnológicas. Sin embargo hace tres años un apasionado de la Semana Santa decidió dar el paso definitivo y plantear con hechos las opciones reales de este mercado. Su idea, acompañada de la necesaria e imprescindible inversión de una persona que confió en él, comienza a tener sus frutos en forma de premios, reconocimientos variados y trabajo, sobre todo mucho trabajo en un ámbito muy duro pero que están ampliando de forma paulatina. La cerería La Madrugá ha sido premiada por Andalucía Emprende y más recientemente por Historias de Luz. «Quizá sea uno de los pocos que habla a favor de la crisis. Yo tenía una empresa de instalaciones de aires con mi hermano y con los problemas del ladrillo empezó a caer. Soy cofrade toda la vida y conozco muy bien todo el tema. Mi pasión son las cofradías y la Semana Santa y me quedé impresionado desde la primera vez que visite una cerería». Arturo Soto de la Espada es el gerente e impulsor de este proyecto. «Jamás pensé que iba a hacer esto. Estuve a punto casi de abandonar pero apareció una persona, una inversora importante y creyó y aquí estamos. Si me llego a imaginar el volumen de dinero que hace falta antes de empezar no lo hubiera hecho porque para salir al mercado tienes que salir compitiendo y para eso lo que interesa es sobre todo el precio».
Este es el punto fuerte de este negocio. No se puede competir con él en precio y calidad porque han innovado muchísimo y han creado una maquinaria que permite automatizar y robotizar el sistema de trabajo. Arturo Soto se ha rodeado de muy buenos profesionales y gracias a su equipo han podido crear y patentar una máquina que sube y baja las velas de forma que mientras cererías tradicionales hacen 48 cirios, ellos pueden preparar tres veces más. «Nosotros cambiamos productividad por precio. Hacemos tres veces lo que hace nuestro competidor en el mismo tiempo. Y además está la calidad. Tu miras un chorreo de una vela nuestra y no tiene nada que ver con las demás». Pese a la innovación, los métodos que emplea esta cerería son tradicionales y como apunta Arturo, «no hay dos velas que nos salgan iguales».
En total son ocho los empleados de esta empresa que empieza a tener más demanda a partir de esta época del año y de cara a la Semana Santa. «Estamos todo el año elaborando cera pero la mayor parte es a partir de ya. Solo en almacenamiento tenemos alojados 40.000 cirios colgados en vertical». Las cofradías son los principales clientes de esta cerería ya que además de calidad la firma trabaja al detalle y cuida de forma especial a las hermandades ya que parten de la pasión por este campo. Los cirios los realizan con cera pura de abeja y también han innovado en la preparación de la cera. «Hemos creado un sistema para blanquearla y que no resulte tan amarilla».
Además, en La Madrugá han buscado un sistema para calentarlo todo con vapor de forma que se minimizan los riesgos y se cuida el producto final. «Todavía hay cererías que calientan con leña pero eso rompe la cadena de calor. Nosotros utilizamos temporizadores y termostatos para que esto no suceda». Con estas medidas, las velas no emiten humo, algo que es muy importante para las cofradías ya que de esa forma protegen su valioso patrimonio. La Madrugá es referencia en la provincia y ahora tiene pendiente hacer su incursión en Sevilla. Allí las hermandades ya buscan artesanos de fuera para todo tipo de detalles ya que resultan más económicos.
Otro de los frentes abiertos que tiene La Madrugá es el producto que ellos llaman más artesanal. «Serían los ramos cofrades que hemos innovado porque las hojas que acompañan a los ramos nosotros le damos volumen y gana muchísima belleza», apunta Arturo. Por ejemplo, en la última Semana Santa de Cádiz, la Virgen de las Penas de la Archicofradía de La Palma lucía unos ramos personalizados. Este tipo de trabajo es más laborioso ya que exige que salga perfecto.
Y en eso están, en la provincia son la referencia. Arturo soto reconoce que le encanta lo que hace pero que hay que «echar horas y horas. El artesano que se ha dedicado a esto no te explica la fórmula. Soy autodidacta, aparte de que he tenido un poco de formación e idea. Hay que descubir y probar. Si tu haces siempre lo mismo no vas a encontrar resultados diferentes».