Los exconsejeros Ávila y Soler reciben una lluvia de abucheos e insultos en el juzgado
El colectivo de extrabajadores de Delphi eleva el tono de sus protestas y se encara con los antiguos responsables de la Junta
Actualizado:El exconsejero de Innovación Francisco Vallejo intentó declarar en Sevilla en lugar de Cádiz para evitar enfrentarse, no a la jueza instructora del 'caso Bahía Competitiva', sino al comité de bienvenida que el colectivo de extrabajadores de Delphi organiza cada vez que un alto cargo de la Junta pisa suelo gaditano.
La petición de Vallejo no prosperó y tuvo que viajar hasta Cádiz a finales del mes pasado para declarar. De forma resumida dijo que no sabía nada del Plan Bahía Competitiva; un programa de captación de inversores, sufragado con fondos del Ministerio de Industria, que comenzó a andar con la firma del entonces consejero.
Este viernes le ha tocado el turno a otros dos exconsejeros , que tuvieron que enfrentarse antes de sentarse delante de la jueza a ese grupo de incasables voces críticas, que recuerdan a los representantes de la Junta una promesa incumplida.
A ellos les aseguraron una recolocación a cambio de la paz social en momentos sensibles electorales. De un colectivo aproximado de 1.800 afectados, medio centenar de trabajadores se quedó descolgado de las medidas de ‘rescate’, que consistieron principalmente en prejubilaciones. Dinero a cambio de silencio.
Ese colectivo que ha jurado no callarse ha vuelto a hacer guardia en la entrada de los juzgados de San José para recibir a los dos sucesores de Vallejo, Martín Soler y Antonio Ávila, citados para declarar como testigos en la investigación por el fraude millonario a las ayudas para la reindustrialización de la Bahía de Cádiz; aquellas que la Junta anunció como la respuesta al cierre doloroso de la factoría de Puerto Real y la solución para los trabajadores que se iban al paro.
Medio centenar de esos empleados de la antigua factoría portaba una pancarta y unos carteles en los que se leía la denuncia por los incumplimientos de la Junta. Una manifestación que se ha repetido en anteriores ocasiones, pero que en esta ocasión la crispación ha sumado varios grados más.
Antonio Ávila y Martín Soler llegaban puntuales a la citación de las 12.30 horas. El primero quiso atender a los medios de comunicación, pero desistió al verse rodeado por los extrabajadores de Delphi que los increpaban y los insultaban.
Martín Soler conseguía escapar de ese primer encontronazo, al entrar en los juzgados sin apenas llamar la atención.
La situación fue completamente distinta a la salida. Pasadas las 13.30 horas, Soler abandonaba el edificio judicial sin intención de responder a las preguntas de los periodistas. El grupo de trabajadores lo rodeó de nuevo. "¿Te acuerdas de nosotros?" , le gritaba al mismo tiempo que le insultaba: "chorizo, mentiroso".
Soler trató de salir de la zona pero fue perseguido por varios trabajadores que le ponían delante de su rostro varios carteles en los que se podía leer: «El PSOE nos lleva a la ruina».
La situación se volvió muy tensa. Dos de los trabajadores y el exconsejero cruzaron la avenida que discurre frente al edificio judicial sin prestarle atención al tráfico. Soler intentaba dejar atrás a los manifestantes, pero estos no se despegaban de su lado. La escena fue seguida por los vecinos, que no sabían si estaban presenciando una pelea común.
Hubo un momento en que el exconsejero se encaró, pero alguien gritó a los trabajadores que no tocaran al exresponsable de la Junta. Finalmente, los trabajadores dejaron de perseguirlo y Martín Soler pudo irse.
Antonio Ávila, que seguía dentro del edificio, al concluir su declaración salió por otra puerta y esquivó a periodistas y trabajadores.