La banda de secuestradores desmantelada en Cádiz tenía en cartera el rapto de cinco empresarios

La Guardia Civil, con la colaboración de la Policía Nacional, ha desmantelado una peligrosa organización criminal que estaría detrás del secuestro, torturas y asesinato de un joven gaditano el pasado 5 de agosto . Además de este crimen, la banda, liderada por un vecino de Vallecas (Madrid), tenía nuevos objetivos: cinco empresarios de Madrid de los que habían recabado información para secuestrarlos en próximas fechas.

La 'operación Periplo' ha sacado a la luz las andazas de un grupo liderado por un individuo de 36 años, apodado el ‘Ojos’, que ejecutaba secuestros con fines económicos. 18 personas han sido detenidas, quince de las cuales ya duermen en prisión desde hace más de dos semanas.

Los investigadores les imputan el asesinato de un vecino de Chiclana, el secuestro de un empresario cacereño y la preparación de otros cinco raptos.

La víctima mortal se llamaba David Muñoz Cabeza, alias 'El Pelón' y tenía 36 años. Su cuerpo fue localizado por una persona que paseaba por un camino rural de Puerto Real el pasado verano.

Agentes de la Comisaría de Puerto Real, de la Policía Judicial y Científica acordonaron la zona para buscar pruebas; mientras la Guardia Civil realizaba una inspección ocular en el domicilio de la víctima. Comprobaro que en esa casa se habían inutilizado los sistemas de seguridad.

La autopsia reveló que el hombre había recibido siete puñaladas y numerosos golpes. El informe forense confirmaba que David Muñoz había sido torturado. Los asaltantes habían esgrimido una extrema violencia y tenían una infraestructura logística suficiente para ejecutar el crimen .

Vecino de Chiclana

Los funcionarios policiales llegaron a la conclusión de que sobre la medianoche del 4 al 5 de agosto, un grupo de personas secuestró a la víctima en las proximidades de unas caballerizas de su propiedad, trasladándolo a una vivienda de El Puerto. Una vez allí fue inmovilizado y torturado mientras le exigían una importante suma de dinero. En concreto, la banda tenía información de que El Pelón, que tenía lazos con el narcotráfico, podía guardar unos 400.000 euros.

Con la información que pudieron sacarle, los secuestradores trasladaron al fallecido hasta una vivienda de Sanlúcar, a la cual accedieron con engaños. Según relata la Guardia Civil retuvieron e hirieron a sus moradores, uno de los cuales recibió dos puñaladas en la pierna y en el glúteo. Registraron el interior de la vivienda, pero al no encontrar el dinero se llevaron a una de sus victimas a otro domicilio, donde finalmente localizaron enterrada en el jardín la cantidad buscada.

Con caretas de anonymous

Los asaltantes actuaron en todo momento con el rostro oculto con caretas de anonymous y armados con pistolas. llevándose con ellos a El Pelón y anunciando que lo matarían; amenaza que finalmente cumplieron. Tanto el vehículo de la víctima como otros dos que robaron en Jerez y la capital gaditana, utilizados esa noche, fueron incendiados para que los investigadores no pudieran obtener pruebas.

A finales de septiembre, la banda volvía a actuar en la localidad cacereña de Navalmoral de la Mata. Un empresario peletero era secuestrado a plena luz del día en su nave industrial. Fue inmovilizado y sometido a infinidad de agresiones, hasta que les dijo donde guardaba el dinero. Tras llevarse su botín lo abandonaron sangrando, maniatado y amordazado.

La Guardia Civil de Cádiz descubrió nexos que conectaban este caso con lo ocurrido en verano en la provincia de Cádiz. La ' operación Periplo' entraba en la fase decisiva que acabaría con el desmantelamiento de la banda.

Banda 'made in Spain'

La organización criminal estaba perfectamente jerarquizada y la conformaban sólo ciudadanos españoles. Era dirigida de manera férrea por un peligroso delincuente, identificado como Ismael López, alias 'el Ojos'. Su forma de actuar mostraba un «desprecio absoluto por la vida de los demás», subraya una nota emitida por la Guardia Civil.

Dentro de la banda había varios grupos con funciones asignadas. Uno se encargaba de robar los vehículos de alta gama y doblar las placas de matrícula; otro de proporcionar los domicilios donde se ocultaban, tanto en Cádiz como en Madrid, y otro intervenía en las labores de vigilancia y selección de los futuros objetivos. El líder integraba el núcleo duro, responsable de la ejecución de los secuestros.

Como delincuentes profesionales adoptaban grandes medidas de seguridad en sus desplazamientos llegando a utilizar hasta dos vehículos lanzadera. En sus comunicaciones utilizaban teléfonos móviles que cambiaban constantemente y siempre iban armados.

En la madrugada del pasado 16 de octubre se realizaron de manera simultanea 12 registros en Cádiz y Madrid, donde los agentes conseguían detener al cabecilla de la organización y a otras 17 personas en Madrid y en Cádiz.

La 'operación Periplo ' sigue abierta, confirma la Guardia Civil, y no se descartan nuevas detenciones en las próximas fechas.