El dragado del Guadalquivir puede salir adelante con una actuación más suave
Técnicos y Puertos del Estado plantean rebajar la cota pasando de los dos metros previstos a 0,85 centímetros, lo que permitiría el paso de barcos con más capacidad
Actualizado:La cuenta atrás para el dragado de profundización del Guadalquivir está poniendo a prueba la capacidad de negociación de las administraciones y la visión de futuro de los muchos sectores afectados sobre un proyecto vital para la economía sevillana y que salpica directamente a los intereses de Cádiz.
La capital hispalense ha depositado su confianza en esta acción para impulsar su puerto y su futura Zona Franca. Cádiz, por el contrario, mira con recelo un posible dragado del río, ya que abriría la puerta hacia Sevilla a un aumento del tráfico de cruceros y de mercancías, en detrimento de la actividad del puerto gaditano.
A la espera de que salga adelante el nuevo proyecto de protección de las márgenes, las reticencias podrían reducirse con una propuesta que plantea un dragado menos profundo, minimizando sus efectos. El dragado pasaría de alcanzar los 2 metros en zonas puntuales del canal de navegación a apenas 85 centímetros.
Esa posibilidad no sólo permitiría llevar a cabo el dragado en el plazo previsto, antes del 31 de diciembre de 2015, y no tener que devolver los 33 millones de euros de los fondos europeos, sino que haría posible el paso de barcos con más capacidad que los actuales, lo que reduciría los costes de transportes para muchas empresas, con su consiguiente impacto positivo sobre el empleo.
Además, haría posible evaluar los efectos que el dragado tiene en su entorno y determinar, tras su análisis, si es posible acometer una segunda fase en la que se alcanzarían los 2 metros.
Precisamente el miércoles, el presidente de Puertos del Estado, José Llorca, que se reunió, junto con la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, con los responsables de las autoridades portuarias de Almería, Bahía de Algeciras, Bahía de Cádiz, Huelva, Málaga, Motril y Sevilla, indicó que el dragado es crucial para el futuro del puerto hispalense y de la economía de la provincia.
De hecho, tras recordar que el dragado se incluye dentro del proyecto de nuevos accesos al puerto de Sevilla para hacer posible la entrada de barcos de mayor calado al tiempo, defendió la necesidad de mejorar la competitividad en un mercado global. En el caso andaluz, avisó del riesgo que suponen los puertos portugueses y marroquíes.
También destacó que «el Puerto de Sevilla ha hecho un esfuerzo muy importante para cumplir los requisitos que la Junta pedía» para el proyecto de mejora de las márgenes y que si ésta lo aprueba la próxima semana, el Ministerio de Medio Ambiente podrá avanzar en la aprobación del dragado.
El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ha defendido el dragado, que permitirá la entrada de buques de mayor calado en el puerto. Zoido ha señalado que el proyecto «sólo aporta cosas buenas y no tiene efectos negativos sobre ningún sector ni sobre ninguna provincia» aludiendo a las reticencias a esta actuación que hay en Huelva y Cádiz; por contra, defendió, que puede convertir a Sevilla en destino preferente de empresas.
Por ello, y tras destacar que el debate en torno al dragado ya es «demasiado largo y no ayuda en nada» a un proyecto que es compatible con los intereses de los regantes y con la salvaguarda del estuario del Guadalquivir, Zoido consideró que «es el momento de tomar decisiones, defendiendo los regadíos y el medioambiente» porque, insistió el alcalde hispalense «si las cosas se hacen bien no tienen por qué tener ningún efecto negativo».