Tras el caso de Tamara Falcó, la fidelidad a debate: ¿Perdonarías a tu pareja si te engañara?

La psicóloga Pilar Conde analiza las claves del caso de la infidelidad de Iñigo Onieva a Tamara Falcó y propone fórmulas sanas para procesar y valorar la dimensión de una traición e la relación de pareja

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Las infidelidades provocan rupturas en la pareja y no siempre se perdonan.

R. Alcolea

Si te sucediera lo que está viviendo Tamara Falcó tras la infidelidad de Iñigo Onieva , ¿le plantarías a pesar de haberos comprometido oficialmente? La respuesta inmediata es algo muy personal pero, si se analiza desde el punto de vista psicológico, los expertos apuntan que en realidad depende de si la persona engañada toma una decisión «en caliente» o de si espera para reflexionar y meditar en torno a lo que ha sucedido y a sus posibles consecuencias. También son importantes las evidencias y pruebas ; conocer lo que ha ocurrido realmente, saber si es algo puntual, mantenido en el tiempo y si ha sucedido una o más veces y con distintas personas... Pero además esta respuesta depende del amor propio que cada uno tenga y que, según la psicóloga Pilar Conde, significa quererse y ser coherente con sus valores. «Cuando el hecho de perdonar una infidelidad supone una transgresión de valores personales, con la identidad que se tiene establecida de lo que es una relación sana, poner límites a lo que no concuerde con uno es algo normal decir adiós», plantea.

Estaríamos hablando, por tanto, de alguien (podría ser el caso que nos ocupa, el de Tamara Falcó) que tiene un modelo de pareja en el que la fidelidad es un aspecto consensuado por ambos y el hecho de ver roto ese acuerdo produce para esa persona una reacción emocional que va desde la incredulidad a la negación pasando por momentos de rabia , indignación e intensa tristeza y dolor .

¿Es mejor tomar una decisión inmediata?

Se trata de una experiencia emocional intensa ante la cual es muy difícil tomar decisiones, según advierte la directora técnica de Clínicas Origen. Ahora bien, cuando se tiene claro que lo sucedido ha pasado las líneas rojas y que la infidelidad no se va a poner perdonar, es cuando se tiene absolutamente claro: «Tomar la decisión rápido tiene un impacto doloroso a corto plazo, pero a medio y largo plazo reporta bienestar, dado que la persona siente que ha defendido sus valores y sus límites», revela Conde. Además, según añade, una vez pasado el tiempo, cuando se haya curado la herida, la decisión puede reafirmar personalmente, aportar orgullo e incluso mejorar la autoestima.

Este tipo de personas son las que toman una decisión inmediata nada más enterarse de que han sido engañadas. En el otro lado de la balanza estarían las parejas que se dan más libertad en el ámbito de las relaciones amorosas y para las que monogamia no es uno de sus pilares. En estos casos, la víctima de la traición puede apostar por buscar una solución que no implique la ruptura y por esperar a que el impacto emocional se vaya diluyendo para pensar si continua o no con la relación pareja.

En cualquiera de ambos supuestos, lo mejor es, según aconseja Conde, «permitirse estar mal, atravesar la vivencia, validarla, sentirla y procesarla». También recomienda rodearse de personas a las que se quiere y que sentimos que nos quieren para verbalizar y expresar con tranquilidad lo que estamos sintiendo.

Asímismo la psicóloga considera positivo alejarse de la persona , para así poner distancia y pensar con calma, sin la influencia de la otra parte, y procurando evitar que la presión social influya en la decisión final. Entre la separación (final o no) de Tamara Falcó e Iñigo Onieva la presión social y mediática podría haber inclinado la balanza hacia la ruptura ya que, según apunta la experta, nos encontramos ante una exposición mediática en la que en la que, culturalmente, todavía se atribuye perdonar una infidelidad a aspectos negativos.

Cabe recordar, no obstante que la persona que ha sufrido una infidelidad no tiene por qué avergonzarse y que cada parte de la pareja tiene que decidir cómo quiere afrontar su relación. Confiar en tu pareja, ser fiel y ser leal son aspectos saludables en una relación que se ha consensuado en esos términos. Pero cuando hablamos de una relación entre dos personas lo cierto es que, tal como apunta la experta, no se puede controlar lo que haga el otro. Por eso es importante, abandonar términos como «no te has enterado» o «no lo has has querido ver», que responsabilizan a la persona dañada de no haberse dado cuenta de esa infidelidad.

Entre la ruptura y continuar la relación está eso que se conoce como «darse un tiempo» y para que cumpla su función de periodo reflexivo requiere que la persona que ha sido infiel respete los ritmos que necesite la otra parte para procesar todo lo vivido y estar disponible para hablarlo cuando ya esté preparada. Según aclara la experta, un compromiso puede avanzar a pesar del engaño, si somos capaces de perdonar. Aunque no es fácil, hay quién está dispuesto a intentarlo y, cuando se intenta, el esfuerzo debe ser de los dos miembros de la pareja. Sobre este punto la experta asegura que una terapia de pareja puede ser una ayuda para asesorar en estos casos.

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