Pareja

El «ritual» de decir «te quiero»: por qué le damos tanta importancia a dos palabras

El momento en que se verbaliza el amor en una pareja es decisivo en una relación

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María Alcaraz

María Alcaraz

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A lo largo de los años vivimos muchos «te quiero» , tanto propios como ajenos. Hemos visto como el señor Darcy le repetía a Elizabeth Bennet que «la quería» bajo la lluvia; a Harry decirle a Sally que «resulta que la quiere» incluso cuando «tarda hora y media en pedir un sandwich»; o incluso un sincero «te quiero» de la princesa Leia que solo podía contestarse con un canalla «lo sé» por parte de Han Solo. Esta escena, tan manida, nunca nos cansa, pues resulta que decir «te quiero» a alguien por primera vez es todo un evento, la cúspide de ese amor romántico que nos han ido enseñando desde que somos pequeños.

Querer es un acto muchas veces involuntario, pero expresar este amor con palabras a veces no es fácil. La primera vez que una pareja verbaliza lo que siente el uno por el otro, perpetúan un «rito» instaurado en nuestra sociedad del que todos alguna vez hemos sido cómplices. «Cuando decimos "te quiero" se produce una institucionalización pública del amor», explica Francesc Núñez, sociólogo de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). El experto comenta que este «ritual» está tan arraigado, que si una persona, al decir estas palabras por primera vez se saliera de la clásica fórmula de dos palabras, y las cambiara por «te amo» o, bromea, añadiera un mote cariñoso detrás, al modo de «te quiero, chata», nos parecería muy extraño, ya que se trata de un acto socializado y aprendido bajo un molde concreto.

En muchos casos, cuando una pareja verbaliza su amor se instauran unos valores dentro de la relación que, de cierta manera, la oficializan. La psicóloga sanitaria Macu Guerrero, directora del centro Ruth González Terapia, apunta que este acto lo que hace es dejar constancia y afirmar que lo que está creándose entre dos personas importa. «La otra persona es muy relevante para nosotros y queremos decirlo y que lo sepa», añade.

La historia entre Mr. Darcy y Elizabeth Bennet es uno de los romances clásicos más famosos ABC

Ya que vivimos en una sociedad en la que muchas personas encuentran dificultades en «poner etiquetas» a las relaciones de pareja, el acto de decir «te quiero» a veces ayuda a formalizar estas. Rafael San Román, psicólogo de la plataforma ifeel, explica que no queremos a las personas a la primera de cambio, «incluso aunque tengamos una relación con ellas», por lo que, al pronunciar las famosas palabras por primera vez, hacemos una «declaración de principios», o incluso una declaración de intenciones. Nos estamos exponiendo y nos mostramos vulnerables , ya que no siempre estamos seguros de que el interlocutor vaya a encajar bien el mensaje.

Aunque la «institucionalización» de nuestro amor siempre es un momento importante, cuando hablamos de amores adolescentes y de juventud el momento se magnifica, pues todo se vive con mucho más entusiasmo las primeras veces. «El primer beso, la primera vez que te enamoras... todo se experimenta con muchísima intensidad», apunta el sociólogo de la UOC. Aun así, los tres profesionales coinciden en que, tengamos la edad que tengamos, el comienzo de una relación siempre es emocionante . «La ilusión es ilusión a cualquier edad, la autenticidad y solidez de los sentimientos puede existir -afortunadamente- tengamos 20, 40 o 60 años», dice Rafael San Román.

El «amor de Hollywood» es nuestro amor

Al «ritual del te quiero» se le otorga siempre gran importancia, ya sea en las primeras relaciones o en las que ya llegamos con un bagaje; a los jóvenes que se enfrentan a ello por primera vez les parece importante, aunque nunca se hayan enfrentado a ello, por lo que han aprendido de películas y libros. «La manera en la que pensamos y vivimos el amor romántico está construida por el cine de Hollywood. Las canciones que hablan de amor, las novelas... todo ello ha creado un imaginario colectivo sobre cómo debe ser una relación y cómo vivimos el amor», apunta Francesc Núñez.

El psicólogo de ifeel explica que en estos productos culturales hemos visto miles de ejemplos de declaraciones de amor, así como de reacciones a esas declaraciones, lo que genera una tendencia a intentar reproducir esos ejemplos y una expectativa. El factor de la madurez tiene una gran relevancia en este caso, pues como comenta la psicóloga Macu Guerrero, a medida que crecemos adaptamos la ficción a la realidad y nos vamos nutriendo de nuestras experiencias propias.

Fotograma de la comedia romántica «Cuando Harry encontró a Sally» ABC

La importancia que se otorga a la enunciación de las dos palabras de las que hablamos también se debe a que en nuestra sociedad impera el miedo al compromiso , por lo que esta formalización de una relación supone para muchos «todo un mundo». «Hay quien dice que el amor romántico ha muerto; no sé si podemos decirlo así, pero es verdad que ahora vivimos las relaciones de una manera más racional», explica el sociólogo. Esto se debe a que, en la actualidad las personas encuentran mayor capacidad de elección –la manera de ligar ha virado al plano online , dónde se hace una selección exhaustiva de la pareja– por lo que se instrumentalizan más las relaciones y se tiene un temor mayor al compromiso. Aun así, la idea de un amor «de película» y su búsqueda continúa vigente, por lo que le seguimos dando cierta importancia a los códigos más clásicos de las relaciones románticas.

Miedo a las «etiquetas»

Este temor muchas veces se da por la dificultad que encuentran muchos en poner una «etiqueta» a una relación. «Hay personas que tienen miedo al compromiso, o que evitan las categorías para poder sentirse libres en la relación. Ambas opciones están bien, siempre que cada uno viva un amor desde el bienestar y no desde el miedo a la invasión», apunta Macu Guerrero. Sobre esta necesidad de ponerle nombre a una relación, el psicólogo de ifeel advierte que no se debe caer en la trampa de las palabras ni de las etiquetas. «Hay veces que nos sentimos obligados a decir ciertas cosas en ciertos momentos porque "los demás" lo hacen, porque vemos esas declaraciones de amor ostentosas en las redes o porque lo tenemos grabado a fuego a través, por ejemplo, de las películas», añade el psicólogo.

Aun con todas estas dudas y cambios en las relaciones más modernas, dónde hay veces que decir «te quiero» y hacer estable una relación parece un paso casi imposible, el sociólogo Francesc Núñez se mantiene optimista: «El mundo cada vez es más complicado y nosotros nos emocionamos menos, pero el amor no ha perdido eso, no ha dejado su esencia: todavía buscamos la posibilidad de encantamiento». 

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