Ese picor genital al que no das importancia puede salvar vidas
El alarmante incremento de las enfermedades de transmisión sexual que se ha dado en los últimos años impone la necesidad de aumentar los recursos de prevención y concienciación
La facilidad de acceso al porno a través de distintos dispositivos y la aparición de nuevos hábitos sexuales (relaciones múltiples sin tomar precauciones, prácticas de riesgo bajo los efectos de la droga o ' chemsex ', parejas abiertas...) son algunos de los factores que están detrás del importante aumento de enfermedades de transmisión sexual (ETS). Tal como alertan desde Empíreo , compañía de diagnóstico molecular y análisis clínicos; la clamidia , la gonorrea y la sífilis han crecido de forma alarmante en los últimos diez años tanto en hombres como en mujeres y en rangos de edad que van desde los 15 hasta pasados los 60 años. Según recogen los datos del informe de Vigilancia Epidemiológica de ETS, el número de casos de gonorrea notificados entre 2001 y 2019 ha pasado de 805 a 12.359, es decir, 15 veces más; y los de sífilis pasaron de 700 a 5.822, lo que supone ocho veces más.
Ante este importante incremento de las ETS, Carlos del Fresno, doctor en Biología Molecular y miembro fundador de Empíreo, insiste en la importancia de realizarse controles periódicos cuando se mantenga una vida sexual muy activa (relaciones sexuales con varias personas) o incluso cuando se haya vivido una infidelidad . «Hay que quitarse unos cuantos tabús en este sentido. Si cuando tienes tos, vas al médico. ¿Por qué no consultas lo que hay detrás de tus molestias genitales ? Un simple picor que no se va o una incomodidad sexual que persiste ya es una razón más que suficiente para hacerse una prueba que permita descartar una enfermedad de transmisión sexual», aconseja. El experto aclara que cuanto antes se consulte a qué se debe esa molestia mejor será para el paciente pues cuando una ETS se coge a tiempo el tratamiento suele ser sencillo y rápido, pero si se deja que este tipo de enfermedades bacterianas o víricas sigan su curso pueden darse lesiones más graves e incuso irreversibles.
«Se miente mucho al médico»
Una de las razones que puede explicar que este tipo de enfermedades no se diagnostique a tiempo tiene que ver con la costumbre de mentir al médico en materia sexual. Así, el experto revela que son muchas las personas que deciden hacerse una prueba no solo porque algunos análisis específicos no los cubre la Seguridad Social sino porque a veces no cuentan toda la verdad al médico sobre sus prácticas sexuales y eso puede inducir a que se produzca algún error en el diagnóstico. «Se miente mucho. La falta de sinceridad es una constante cuando se habla de sexualidad y eso puede hacer más difícil el diagnóstico . Sin embargo cuando acuden a nosotros a hacerse una prueba ya tienen claro que han podido llevar a cabo alguna práctica de riesgo o tienen alguna sospecha. Eso hace que se abran más y cuenten la verdad», comenta.
Para el experto es importante superar los tabús, las barreras a la información y las mentiras para proteger la salud y dejar de trivializar las consecuencias de no atender a tiempo los síntomas de ETS. No en vano, según asegura, se han dado casos en los que algunas personas han estado a punto de perder la vista por no haber recibido un diagnóstico de sífilis a tiempo.
Una mayor concienciación
La preocupación en torno al aumento de la sífilis, la gonorrea y la clamidia se une así a la que siempre suscita el VIH , si bien el experto asegura que se impone la necesidad de aumentar la concienciación en torno a las consecuencias que tiene el contagio de VIH para la salud pues, según apunta, en los últimos años parece estar bajándose la guardia.
Otra de las situaciones preocupantes en el campo de la salud de la mujer que es el virus del papiloma humano pues, aunque se habla menos de ella, es la más frecuente y puede derivar en un cáncer , poniendo en riesgo la vida de la mujer a medio y largo plazo.
En líneas generales son las parejas homosexuales las que muestran una mayor preocupación preventiva frente al riesgo de las ETS, a diferencia de lo que sucede con las heterosexuales que, según explican en Empíreo, suelen estar más volcadas en la preocupación en torno al posible embarazo. «Aunque a través de internet y de las redes sociales sea posible encontrar una cantidad ingente de información es cierto que aún queda mucho por hacer sobre todo porque aún seguimos oyendo frases alarmantes del tipo 'si tomo la píldora, no necesito el preservativo para protegerme de las enfermedades sexuales' o 'el VIH no es mortal'. Está claro que necesitamos nuevas y más potentes herramientas para aumentar la concienciación frente a los riesgos que implica la falta de protección en las relaciones sexuales», concluye.