Parejas
'La isla de las tentaciones': Una psicóloga analiza las tres parejas más polémicas
La psicóloga Lara Ferreiro repasa las claves de la personalidad de Diego y Lola, Marina y Jesús, y Manuel y Lucía, parejas de 'La isla de las tentaciones'

Ay, las infidelidades, cómo nos interesan cuando son ajenas, y cómo duelen cuando se viven en las carnes propias. Pero, ese gusto por el desastre ajeno, esa necesidad de cotilleo, hace que nos sintamos atraídos hacia la vida de otros, más cuando nos la presentan en bandeja de plata. Es el caso de 'La isla de las tentaciones', un programa televisivo que basa su dinámica en la idea (bueno, y consecución) de la infidelidad.
Noticias relacionadas
Cincos parejas son separadas, y pasan unas semanas rodeadas de solteros y solteros que están allí para "tentarles". La diversión está servida, más cuando se dan parejas tan peculiares como las que ahora mismo «habitan la isla». Lara Ferreiro, psicóloga y colaboradora de la web de citas para casados, Ashley Madison, analiza el perfil de las tres parejas más llamativas de la última edición del programa: Diego y Lola, Marina y Jesús, y Manuel y Lucía.
Lucía y Manuel
«Manuel vive el presente y lo que surja. Ha batido un récord, ya que es la primera vez que un concursante es infiel a su novia con dos "tentadoras" distintas», explica la experta. Continúa y explica que Manuel es «el pavo real que quiere manejar el corral». «Se prioriza a si mismo por encima de todo. No le importa el daño que pueda estar infligiendo a su novia Lucía y denota muy poca madurez en sus actos con frases como: "viendo que no le han dolido mis imágenes, ahora voy a seguir haciendo lo que me de la gana"», analiza Lara Ferreiro, que añade que Manuel es un evitador del sufrimiento y no tiene ningún tipo de culpa o arrepentimiento de sus actos.
«Lucía es ingenua por naturaleza, y se ha hundido psicológicamente desde que se enteró de los engaños de Manuel», analiza la profesional. Explica que Lucía tiene rasgos de dependencia emocional, así como no sabe poner límites y siente que ha perdido tres años de su vida al haber estado con él.
Lola y Diego
«Ambos son expertos en enredar y ocasionar polémicas», comienza la experta. Explica que «Lola es una persona impulsiva, frágil, más débil psicológicamente que Diego. También tiene un lado manipulador y es capaz de mentir para conseguir sus objetivos. No sabe afrontar sus problemas y al final acaban explotándole en la cara».
Diego, por su parte, expone la psicóloga que pone todo el peso de la responsabilidad de la relación en Lola. «Él justifica sus actos como reacción o consecuencia a lo que ha hecho Lola. Se ve como una víctima de ella, "me ha forzado a cruzar el límite", un argumento puramente narcisista e infantil », dice la experta. Continúa y explica que el ego de Diego engorda cuando ve el arrepentimiento (momentáneo) de Lola.
«Ambos han cruzado el límite de lo permitido. Es la típica pareja que no saben comunicarse lo que necesitan, generando malentendidos entre ellos. La relación era frágil antes de entrar por el carácter infantil de ambos y los planes de futuros de tener hijos eran puras ilusiones basadas en una idealización de lo que representaría para ellos tener hijos pero sin saber realmente lo que representa», asegura Lara Ferreiro.
Marina y Jesús
«Jesús es un hombre inseguro y actúa por venganza. Esta pareja vengadora llevaban 5 años de relación. Marina dice que no reconoce a Jesús. Ella se está dando cuenta de que no es la persona con la que quiere pasar el resto de su vida . Marina estaba con él por pena. Ella confiesa que se sentía cohibida por él», relata la experta.
Dice que Marina quería que Jesús le siga decepcionando para reafirmarse de que no debería seguir con él. Para ella comprobar en cada hoguera que Jesús no merece la pena como pareja, le da tranquilidad y justificación para seguir viviendo su pasión caribeña con Isaac, uno de los tentadores.
«Marina es sincera consigo misma y lo que siente por Isaac es real, hay una complicidad auténtica. Mientras que Jesús actúa más por venganza , no tanto porque tenga sentimientos reales hacia las tentadoras», comenta la profesional.