Pareja
Las grietas del amor tras el confinamiento: ¿En qué punto está tu relación?
Recuperar la complicidad, la pasión y la intimidad son algunas de las claves para reparar los daños que se hayan producido en la relación de pareja en situaciones de estrés, ansiedad o incertidumbre
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La «nueva normalidad» se acerca y con ella tal vez llegue la hora de hacer balance de lo que el confinamiento ha hecho con nuestras vidas. La situación excepcional que se ha vivido en muchos hogares en los últimos meses ha hecho ... que muchas parejas lleguen más que «tocadas» al comienzo del verano. Pero también este contexto puede resultar útil, tal como propone Lidia Alvarado, psicóloga y terapeuta de pareja, para hacer una radiografía del nivel en el que se encuentra la relación. «Eso servirá para identificar cuáles son las necesidades de la pareja, permitirá actuar sobre lo que está pasando y también buscar soluciones antes de que sea demasiado tarde. La buena noticia es que, sea cual sea la fase en la que esté la relación, siempre se puede hacer algo para solucionarlo», argumenta.
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Las relaciones de pareja son dinámicas y van cambiando con el paso de los años. Pero además las circunsantacias, los problemas, la rutina y otros factores externos hacen que atraviesen diferentes fases. En líneas generales existen tres niveles en la relación de pareja que la psicóloga Lidia Alvarado define así:
Nivel 1: Mucho amor y mucha pasión
Cuando la relación está en este nivel, los dos miembros de la pareja se enfocan siempre en aquello que les gusta del otro y, aunque son capaces de reconocer lo que les gusta menos del otro, son capaces de restarle importancia.
Otro rasgo que caracteriza a las parejas de este nivel es que buscan la forma de pasar el mayor tiempo de calidad juntos y ambos se esfuerzan por complacer al otro y cubrir sus necesidades.
Suelen expersar y demostrar su amor y cuidan la relación haciendo todo aquello que saben que contribuye a fortalecerla. Cuando están juntos, el estado de ánimo de ambos es positivo.
Nivel 2: Mucho amor y poca pasión
Una relación que se encuentra en este nivel implica que aunque ambos tienen fuertes sentimientos el uno por el otro, han comenzado a ser conscientes de cómo les afecta la rutina y los problemas del día ad ía.
Sus momentos de intimidad son cada vez menos frecuentes, hay poco espacio para el juego y van perdiendo aquello que fomentaba su complicidad y su pasión.
Este nivel de relación se puede tolerar durante un tiempo pues ninguno querrá dejar que les afecte y tendrán la esperanza de que se trate de algo pasajero.
Esta pareja considerará «normal» que la pasión no sea tan importante mientras haya amor y justificarán lo que sucede culpando a los problemas, al cansancio o a los hijos.
Nivel 3: Poco amor y poca pasión
Si la relación está en este nivel, está perdiendo la conexión. En este punto, uno de los dos o ambos percibirán que los sentimientos están cambiando y que todo lo que les gustaba de la otra persona empieza a ser, de alguna manera, molesto.
La relación empieza a descuidarse y ambos desvían la atención hacia otras cosas. Si antes buscaban tiempo para estar juntos ahora dedican ese tiempo a hacer otras actividades o a estar con otras personas.
Desaparece la complicidad que había al comienzo de la relación y cada día son más evidentes las señales de distanciamiento: se pierde la comunicación, cambia el lenguaje (no se usan palabras cariñosas o amables sino frías y distantes), se fantasea con la posibilidad de que acabe la realción.
Cuando hay poco amor y poca pasión, no estamos hablando realmente de una «pareja», aunque ambos se quieran y se respeten. Es más, la psicóloga explica que, si la pareja se mantiene durante un tiempo en este nivel, no será raro que surjan las actividades, las distracciones o incluso los amantes que ayuden a suplir las necesidades que en pareja no se pueden cubrir.
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Cómo resolver la falta de pasión
Una vez que se ha hecho un análisis del punto en el que se encuentra la relación de pareja, la psicóloga Lidia Alvarado invita a ver esta reflexión como una oportunidad para fortalecer la relación y restaurar las grietas o los trocitos que sabemos que se han ido deteriorando durante el confinamiento.
Una vez que ambos miembros de la pareja están comprometidos con este objetivo, se deben practicar hábitos saludables para la relación centrándose en las necesidades que fortalezcan el vínculo afectivo. «Es hora de volver a prestar atención a los detalles, cuidar lo que sabemos que hemos descuidado porque teníamos la cabeza en la situación del confinamiento, dejar de poner excusas, fomentar los momentos para la complicidad y dejar de dar por hecho que tu pareja sabe que las quieres. Hay que decirlo y demostrarlo», propone.
La dinámica de cada pareja es distinta y no existe una fórmula que funcione y que sea igual para todas. Por eso para descubrir qué es lo que puede ayudar a mejorar la relación la psicóloga Lidia Alvarado propone hacerse las siguientes preguntas: «¿Qué es aquello que favorecía a mi relación pero que he dejado de hacer?», «¿Qué le gustaba a mi pareja y que hace tiempo que no le doy?».
La clave está en averiguar cuáles son los hábitos de la relación que se han perdido y empezar a recuperarlos sin esperar a que el otro dé el primer paso. «Hazlo tú, mueve ficha, el amor es el único juego en el que está permitido empatar».
Por último, es importante señalar que, aunque cada pareja tiene sus particularidades, hay un ingrediente que es absolutamente imprescindible en cualquier relación: la pasión .
La intensidad de la pasión va variando a lo largo de la relación. Y eso es comprensible, pero tal como insiste Alvarado nunca debe desaparecer. «Siempre hay que encontrar tiempo para la complicidad, el juego y la pasión», avisa.
¿Y cómo se consigue? Buscando esos momentos de manera deliberada y colocando la pasión en la primera posición del ranking de prioridades en la relación: no se pueden dejar para más tarde o para cuando tenga tiempo. Y cuando se habla de pasión la experta aclara que no solo se está refiriendo al sexo en un sentido estricto sino a otras muchas conductas que abarca el ámbito de la intimidad: desde una ducha juntos o un baño relajante hasta una mini siesta o un masaje expréss, pasando incluso por un mensaje o una llamada sugerente... Hay muchas formas de llevar la pasión al día a día, solo se trata, como propone Alvarado, de convertir esos momentos en una prioridad .
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