«Las personas tóxicas existen, pero no somos malos por naturaleza»

La psicóloga Silvia Congost ofrece en su libro 'Personas tóxicas' una guía para identificar a todo aquel que nos hace daño y aporta las claves para liberarnos de la influencia de un perfil peligroso: el narcisista

La psicóloga Silvia Congost, autora de 'Personas tóxicas'. Elísabeth Serra/ Planeta
Raquel Alcolea

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Puede estar más cerca de lo que crees: en la familia , entre tus amistades , en el trabajo o incluso durmiendo a tu lado. La persona tóxica se caracteriza por intoxicar, invalidar, empeñecer y destruir y a menudo consigue hacer todo eso y más sin que uno se dé cuenta. A veces la hemos elegido y quedamos atrapados en ese vínculo peligroso y otras veces no es alguien que hayamos elegido pero, por ser un familiar muy cercano, nos resulta aún más difícil alejarnos. Pero lo que es importante es que sepamos, si no nos alejamos de ella, puede llegar a desequilibrar nuestra vida por completo. Pero para alejarnos de ella es necesario identificar cuanto antes por qué nos hace daño. Esto es lo que plantea la psicóloga Silvia Congost, experta en autoestima, dependencia emocional y conflictos de pareja, en su libro ' Personas tóxicas' (Zenith/Planeta).

Portada del libro.

En su obra aporta las herramientas necesarias para identificar y enfrentarse a las personas tóxicas «que la vida nos puso, nos pone y nos pondrá en el camino» para que seamos capaces de distinguir las que sufrimos en el pasado (y seamos conscientes de las huellas que dejaron) y las que nos afectan en el presente (para tomar medidas de protección contra ellas) pues solo así podremos evitar caer en sus redes en el futuro.

¿Por qué algunas personas que nos resultan tóxicas no lo son para otras personas de nuestro entorno?

Cuando hablamos de que alguien es tóxico para ti pero no para los demás lo hacemos porque hay aspectos importantes en nosotros que son distintos a los de esa persona. No buscamos lo mismo, por un lado y, por el otro, provocan tal efecto que al estar con ellas acabamos haciendo algo o manifestamos una conducta que choca con nuestros valores, con lo que nos gusta hacer o con la manera en que nos gusta ser. Una persona tóxica para ti te lleva a tomar unas decisiones que van en contra de lo que eres.

Pero cuando hablamos de ese alguien que machaca la existencia porque sí, que trata mal porque sí es probable que nos encontremos ante el caso de una persona tóxica en sí misma y también es probable que, esté con quien esté, le trate así porque sea su forma de relacionarse con los demás. Estas son personas con un perfil de trastorno de la personalidad o con un perfil narcisista . Puede parecer que solo se comportane así con nosotros pero tarde o temprano veremos que su esencia sale en cuanto estrechan un vínculo con cualquier otra persona.

En el libro hace referencia a las señales (tristeza, angustia, obsesiones, inseguridad...) que indican que alguien es tóxico para nosotros. ¿Qué pasa si los tenemos más cerca de lo que creemos?

En la consulta he visto muchos casos de personas con u n familiar cercano tóxico como la madre o el padre, por ejemplo, que llegan a maltratarles psicológicamente con sus comentarios de desaprobación constante, sus críticas , su frecuente comparación con otras personas y su falta de reconocimiento que hacen que esa persona tenga la sensación de que, haga lo que haga, nunca es suficiente o nunca está a la altura. Eso les lleva a sentir que no son queridos por ese familiar o incluso a penser que en realidad no aman a esa madre o a ese padre.

En estos casos lo mejor es conectar con la compasión , es decir, intentar entender por qué actúan así. ¿Qué ha vivido esa madre o ese padre cuando era pequeño para haberse convertido en la persona que es y tratarme así? ¿Por qué no tiene conciencia de que me está tratando mal? Tal vez haya vivido en un entorno de maltrato en el que haya sufrido una serie de consecuencias que le hayan llevado a ser así o en un entorno que le haya convertido en esta persona fría, distante o poco cariñosa.

Cuando entiendes eso, cuando lo ves desde la compasión, puedes ver a esa madre (o ese familiar) como una persona dañada, que está enferma y que no tiene más conciencia para actuar de otra forma. A partir de ahí decidirás si necesitas tomar distancia y protegerte un poco no viendo a esa persona tan a menudo.

Usa de forma frecuente la palabra «maltrato», pero en general la sociedad suele relacionarla más con el ámbito físico que con el psicológico, qué pasa con esas otras cosas no físicas de las que no somos conscientes...

Sí, suceden dos cosas. Por un lado dejamos las cosas pasar y, por otro, lo acabamos normalizando de tal modo que nuestro cerebro se acostumbra a interpretar que esa forma de relacionarnos con esa persona es normal y puede llegar un momento en el que nos cueste identificar las señales de alerta . Y ahí es donde está el peligro, cuando ya dejamos de verlas. Cuando detectemos que nos sentimos mal con algún trato o con alguna situación es importante tomar distancia, contárselo a alguien y mostrar aquello con lo que no estamos de acuerdo. El simple hecho de contarlo ayuda a tomar conciencia de lo que nos está sucediendo.

Cuando asegura en sus redes sociales que las personas tóxicas existen, suele recibir ataques...

Algunas personas toman como una agresión que yo diga que existen las personas tóxicas , pero me reafirmo. Son aquellas que cuando te juntas o te vinculas con ellas acabas sufriendo o pasándolo mal. Puede ser que esa persona sea tóxica para ti o solo contigo. Y eso no quiere decir que sea tóxica en sí misma o que sea mala persona, sino que no te hace bien. Es como cuando intentas forzar una relación con alguien que no funciona porque no encajáis, de alguna manera esa persona con la que no encajas es para ti tóxica porque acabas pasándolo mal pues intentas esforzarte por encajar, cediendo, renunciando, sufriendo... Eso acaba mal. Pero esa persona que es tóxica para ti puede encajar perfectamente con otra persona y pueden ser la mar de felices.

Y otra cosa que me lleva a defender que las personas tóxicas existen es que también hay perfiles, por ejemplo, con un trastorno de personalidad narcisista , que pueden ser tóxicas contigo, conmigo y con cualquiera con el que se vinculen porque se comportan desde ese trastorno que sufren y no lo pueden anular. Además actúan, interpretan, son muy listos y saben cuándo tienen que comportarse de determinada manera para atrapar y engañar ... Por eso es tan importante aprender a identificarlos porque si estamos en una relación con alguien así y lo identificamos tenemos que emprender inmediatamente el camino hacia la salida.

Algunas acciones que describe sobre lo que hace un narcisista son bastante reconocibles: te machacan pero luego te hacen un regalo, te humillan pero luego te piropean... ¿Tendemos psicológicamente a quedarnos con lo mejor de lo que nos aportan las personas?

Estos son perfiles que al principio te seducen hábilmente. De hecho cuando entras en una relación con ellos puedes llegar a pensar que has tenido muchísima suerte porque parecen perfectos. Pero cuando te relajas y piensas que esa es la persona más maravillosa del mundo, ven que ya te tienen engañada y empiezan a hacer daño y a humillarte. Y eso duele tanto que cuesta gestionarlo. De hecho cuando intentas reaccionar porque te has dado cuenta, es cuando ellos de nuevo retoman la caricia, los mimos, los halagos y los regalos. Si en ese momento vuelves a caer y confías de nuevo llegará un momento en el que pierdas la perspectiva de lo que es dañino, lo que es o no grave y lo que sí o no le puedes permitir. Y toda esta secuencia se puede repetir hasta que te haga pensar que el que está mal o la que está mal (o incluso loco) eres tú. Es un juego perverso que tiene muchos matices y que hay que saber identificar porque es dañino.

«Una persona es tóxica para ti cuando te acaba llevando a tomar unas decisiones que van en contra de ti y de tu esencia».

Silvia Congost

¿Son algunas personas más propensas a atraer a estos perfiles? ¿Existen los imanes de las personas tóxicas?

Si, sobre todo el narcisista ataca a un perfil concreto de víctimas. Suelen ser personas bondadosas , a las que les gusta hacer el bien, cuidar y complacer a los demás. Son más manipulables para ellos porque no se suelen enfrentar ni cuestionar lo que hacen o lo que dicen, no les quitan el disfraz. De hecho si esa persona tiene alguna amiga o algún familiar que les cuestiona o que se enfrenta a ellos en seguida empezarán a hablar mal de esa amiga o ese familiar pues se interponen en su camino.

Y cuando el perfil tóxico se da en el trabajo suelen buscar víctimas con una baja autoestima , con más inseguridad, que no saben decir 'no' o que son más manipulables. Su objetivo es abusar de ellas, de su energía y de su esfuerzo. Por eso es tan importante saber poner los límites a tiempo.

En su libro explica que todos tenemos cicatrices en el alma y para poder trascender al dolor y al sufrimiento tenemos que entender tres consignas: «la vida fluye», «sí a la vida» y «gracias de corazón»... ¿Cómo nos ayudan esas consignas?

El problema que tenemos cuando nos vinculamos con una persona tóxica es que nos cuesta cortar ese vínculo. Esas tres consignas implican que tenemos que entender que las pérdidas forman parte de la vida y que saber soltar es saber fluir con la vida porque la vida es cambio . Y por muy tópico que sea la idea de que todo cambia es algo real y hay que entenderlo. Debemos ser capaces de dar un paso hacia un lado y aprender a soltar a esas personas pues a veces no somos capaces de hacerlo por miedo, por vergüenza, por sentimiento de culpa o por cualquier otra emoción. Entender que eso forma parte de la vida nos hará más fuertes y más maduros.

Las personas tóxicas son conscientes de que lo son... ¿Qué pasa si somos los tóxicos?

Si eres un perfil narcisista, no te darás cuenta. Pero si no lo eres, en algún momento puedes darte cuenta de que estás siendo tóxico para un amigo, una pareja o para tu madre... porque les tratas de una manera que les hace sufrir. Esto te puede pasar porque estás pasando un momento complicado, por ejemplo, porque tienes mucho estrés o porque te encuentras mal o porque tienes problemas con la pareja. O incluso puede ser que siempre hayas sido así y que de repente un día te des cuenta. Siempre que no tengas un trastorno puedes darte cuenta de que eres tóxico para alguien e incluso puedes tomar la decisión de dejar esa relación porque sabes o bien sabes que esa persona está haciendo renuncias importantes por ti y no quieres esa responsabilidad o porque sabes que eres tóxico para esa persona. Incluso puedes pedir ayuda a un psicólogo para intentar cambiar esa situación.

¿Hay que rendirse cuando sientes que alguien de tu familia no te quiere o que tu pareja te ha dejado de amar? ¿Cómo se pueden aceptar las cosas dolorosas?

Normalizando y siendo conscientes de que forman parte de la vida. Rendirse es de valientes en determinados momentos. Aceptar es aprender a soltar y hay que aceptar las cosas que no dependen de nosotros. Esto evitaría que fueramos tan dependientes y que nos aferremos a personas o circunstancias que al final nos llevan a sufrir mucho más. Es paradójico porque no queremos soltar para evitar sufrir y no nos damos cuenta de que ya no podemos sufrir más de lo que estamos sufriendo. Falta educación para normalizar las pérdidas, las rupturas, los cambios... Si lo tuviéramos más normalizado, claro que no nos gustaría y claro que nos costaría pero no sufriríamos tanto.

Es cierto que con algunas personas sentimos que no encajamos, pero, ¿quiere esto decir realmetne que son tóxicas para nosotros?

Si te das cuenta de que no encajas con una persona, estás recibiendo señales que indican que esa persona es tóxica para ti. Pero lo importante es entender que al decir que esa persona es tóxica no estamos demonizando la persona sino lo que supone para nosotros: es tóxica para mí porque no encaja conmigo. Estar bien en esa relación no será posible, no lo vas a conseguir porque habrá algo que no encaje por mucho que te esfuerces. Hay personas con las que no conectamos y no nos sentimos bien o incluso sentimos incomodidad cuando nos relacionamos con ellas. Querer forzar eso no tiene sentido. Sucede en seguida, al igual que nos pasa con aquellas personas con las que en pocos minutos ya sentimos que podemos conectar y nos sentimos a gusto y cómodos.

«Las personas que son un imán para los tóxicos suelen ser aquellas que son bondadosas, que les gusta hacer el bien, cuidar y complacer a los demás»

Silvia Congost

No es lo mismo que el tóxico sea un familiar que un amigo...

En el libro describo los distintos tipos de amistades tóxicas y creo que son fáciles de identificar, especialmente si lo has vivido. Pero con los familiares la diferencia es que a veces no quieres cortar esa relación y eso es lo que lo complica. Te cuesta más porque lo tienes normalizado de toda la vida. Aún así en consulta veo que cada vez hay más personas que son conscientes de que algún familiar ha sido tóxico para ellos, aunque también hay muchas personas que tienen normalizado que les traten mal o les ninguneen. Cuando les preguntas cómo se sienten cuando les tratan así, se ponen a llorar y ahí es cuando hay una toma de conciencia de lo que están sufriendo.

En algunos casos vemos en consulta que cuando pedimos a esa persona que describan por ejemplo a su padre dicen cosas como «mi padre no era muy cariñoso, pero me quería mucho» o «a veces se ponía algo agresivo, pero era muy buena persona»... De alguna manera intentan justificar en seguida cómo era o cómo es para que no suene a que están hablando mal de la padre o de la madre. A algunas personas les da reparo hablar de sus padres y otras no tienen ningún reparo en hablar de ello. Al final, si lo piensas, no hemos elegido a nuestros padres y puede ser que sean personas que estén dañadas, que hayan sufrido mucho en su vida. Y entender eso nos va a permitir aceptar que debemos protegernos de ellos si lo necesitamos.

Entender que el que nos hace daño en realidad está dañado tal vez nos ayude, pero entonces, ¿no hay maldad en ese comportamiento?

Existen las personas tóxicas pero no creo en la maldad de las personas por naturaleza , aunque algunos expertos piensan que sí y es un tema que sigue generando controversia, pero yo creo que no. El ser humano que se comporta como una persona mala lo hace porque está dañado y porque ha sufrido unos daños, ha vivido unas circunstancias y ha pasado por unos escenarios que le han trastornado y le han dañado. Ese trastorno y ese daño es lo que ha hecho que se comporte como una persona mala, pero no era mala por naturaleza.

Tratar al otro desde la compasión te permite soltar el dolor o la rabia hacia esa persona. Cuando conectas con la compasión y entiendes que el otro puede estar dañado o entiendes que ha sufrido, después sientes paz. Pero si te han humillado o si te han tratado mal, es cierto que puedes tener un malestar enorme pero si conectas con esa compasión puedes desvincularte de ese dolor.

Sobre la autora

Nacida en Girona, Silvia Congost es un referente nacional en autoestima, relaciones y dependencia emocional. Es autora de 9 libros de éxito y es líder inspiracional en redes sociales, donde cuenta con una comunidad cada día mayor.

Con 20 años de experiencia profesional en el sector de la psicología, cuenta con tres centros propios en España (Barcelona, Girona y Madrid), y realiza también terapia online con pacientes de todo el mundo.

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