Los 88 peldaños de la gente feliz

Peldaño 56: «La mejor forma de eliminar el juicio no es no expresándolo, es no sintiéndolo»

En este capítulo de «Los 88 peldaños de la gente feliz» te invito a que aprendas a eliminar un juicio de tu mente y en la de los demás

Cómo eliminar un juicio de la mente. Adobe Stock
Anxo Pérez

Anxo Pérez

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Este Peldaño se centrará en uno de los venenos que por un lado es de los más nocivos, y por otro, de los más tomados. Es el veneno del juicio: Fulanito es un X (adjetivo negativo), fulanita es una X (sustantivo negativo). Son etiquetas despectivas que clasifican a las personas. El veneno parte de la siguiente premisa: cada vez que enjuiciamos a alguien, contaminamos nuestra alma.

Si haces memoria de alguno de los peores recuerdos de tu infancia, lo más probable es que no haya sido cuando otros niños te han insultado ni cuando alguno te pueda haber incluso pegado. Lo más doloroso es que te hayan hecho el vacío; ser excluido deliberadamente y sentir la ansiedad de quedarte fuera, aislado. Ése es justo el gran daño del enjuiciamiento.

Crea dos grupos, que además están enfrentados: el «nosotros» y el «ellos». Y lo peor es que el «ellos» sólo se compone de una persona: tú. Pero no acaba ahí. Por supuesto, el «nosotros» representa a los buenos. Y tú representas a los malos. La división ni siquiera es moderada, sino que es polarizada. A los buenos se les lleva al extremo de la glorificación, y a los malos al de la demonización. De los dos planos que crea, nosotros estamos en el superior y tú en el inferior. Y todo esto desemboca en algo terrible: la deshumanización, ya que enjuiciarte es sinónimo de deshumanizarte.

Lo peligroso y contradictorio del enjuiciamiento es que se produce desde un plano superior que es completamente falso. Ni uno solo de los enjuiciadores es menos «pecador» que el enjuiciado. Sólo una autoridad está en posición de condenar, y sólo la perfección concede autoridad. Conclusión, si todos somos imperfectos, ninguno está dotado de autoridad para enjuiciar a otro. ¿Por qué lo hacemos entonces? Porque somos víctimas de este terrible sesgo: el mayor prejuicio del ser humano es juzgar a otros por sus acciones y a sí mismos por sus intenciones. «Tu acción es condenable; mi intención, justificable». Falso. Y hoy es el día en que te pido que eleves tu nivel de consciencia sobre este hecho para desterrar el juicio de tu vida.

La gente no es «mala persona», no es «tóxica» y ninguna de sus acciones o formas de ser te da derecho a someter su dignidad con frases como «me cae mal» o «es una persona inaguantable». Son frases que deberías tomar la decisión deliberada de prohibir a tu mente y hoy es el día para tomar esa decisión, ya que esas frases deshumanizan. Imagínate a otros usándolas contra ti para pararte a sentir el dolor que sentirías tú, ya que no es diferente del que sienten los otros. Esa misma persona que tu mente ha deshumanizado quizá sea la misma que esta noche acueste a sus hijos con todo el amor del mundo y sea un héroe para ellos.

- Anxo, entonces, ¿tengo que dar mi tiempo a toda la gente a la que no quiera dárselo?

Por supuesto que no. Tienes toda la libertad y todo el derecho del mundo para decidir a qué personas darles más y a cuáles darles menos. Eso se llama preferencia, y es tu derecho sagrado. Alguien hace algo que te desagrada y tú puedes preferir alejarte de esa persona (pero haciéndolo desde la Bolsa Blanca, sin agitación interior). El peligro está cuando convertimos una preferencia en un juicio. Si vas a condenar algo, condena el acto, no a la persona. Eso evitará que la deshumanices. ¿Sabes qué tienen en común las personas de mi entorno con un Éxito Interior alto? Nunca he escuchado a ninguna de ellas emitir un juicio sobre nadie . Tú deberías adoptar el mismo compromiso.

Usa este pequeño truco a partir de ahora. Cada vez que estés con un grupo de personas en un corro y alguien del grupo se vaya, sé el primero en decir algo positivo de él o ella. Que el primer comentario sea positivo, determina que los sucesivos también lo sean y viceversa. Y verás que con ello fomentas la eliminación del juicio, y no sólo en tu mente, sino también en la de los demás. Y no temas llevarlo un paso más allá.

@anxo

#88PeldañosGenteFeliz

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