Los 88 peldaños de la gente feliz

Peldaño 50: «Es más importante tener armonía que tener razón»

En este capítulo de «Los 88 peldaños de la gente feliz» te invito a que aprendas a disculparte aunque no hayas cometido ningún error

Por qué es bueno disculparse aunque no se haya hecho nada mal. Adobe Stock
Anxo Pérez

Anxo Pérez

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Anxo, ¿tendrías alguna herramienta para implementar esos campos de flores del Peldaño anterior? —«Guat du yu zinc»?

Si has conseguido eliminar la desaprobación de tu vida, entonces has conseguido dejar de plantar campos de minas. Lo que estoy a punto de contarte ahora es una de las mejores herramientas que conozco para empezar a plantar campos de flores, y con ella verás que el efecto será el de desarmar a cualquier persona en menos de un segundo. La herramienta es: pedir perdón cuando no es necesario .

—Hmmm... curioso. ¿Y si no soy culpable de nada?

Por eso dije «cuando no es necesario». En realidad, ser culpable de algo o no es algo irrelevante. No es una cuestión de culpabilidad, sino de cómo crear un entorno seguro. Cada vez que pides perdón a alguien, estarás dándole tres mensajes: 1) voy en son de paz ; 2) busco que haya armonía entre nosotros ; y 3) me esfuerzo por no ser una persona arrogante, sino humilde.

La paz equivale a bienestar y tranquilidad, la armonía es un bálsamo anti-tensiones, y la humildad genera confiabilidad.

Le regalas un campo de flores a tu compañera de clase diciéndole esto:

—Oye, perdóname por no haberte saludado ayer cuando te vi en el campus. Llegaba tardísimo a un examen.

Y ella, tras despedirse, se va pensando esto otro:

—Qué amable es, que me menciona algo de lo que ni me acordaba.

Le regalas un campo de flores a tu empleado diciéndole esto:

—Perdóname por mi contestación del lunes. Creo que me superó el estrés.

Él recuerda tus palabras durante la comida:

—Dice mucho de mi jefe que se disculpe por algo que ni me había ofendido.

—Anxo, ¿entonces el objetivo de pedir disculpas es para que me piropeen internamente?

Por supuesto que no. Lo importante no es que provoques un piropo, sino que generes armonía. El piropo se centra en el beneficio para ti. La armonía se centra en el beneficio para los demás. Si te lleva un segundo pedir disculpas, entonces te lleva un segundo desarmar a una persona que podría venir en son de guerra (o no) para hacer que de repente venga en son de paz , o convertir un ambiente tensionado que no es seguro en un ambiente relajado que sí lo es. Y si no hubiera tensión previa, no resolverá la situación anterior, pero sí mejorará la actual. La herramienta es óptima para usar con personas que estén a tu mismo nivel e idónea para usar con personas sobre las que tienes ascendente, como tus hijos, tus alumnos o tus empleados. Muchas veces, la jerarquía genera temores, y un «te pido perdón» o un «disculpa si...» es la forma más inmediata de eliminarlos, sobre todo cuando el que está en una posición de poder eres tú.

¿Te imaginas que cada vez que quisieras crear un ambiente tranquilo, tanto si ya estaba tenso como si no, en cualquier sitio (en la oficina, con la familia, en la universidad) existiera un botón que la gente pudiera pulsar para crearlo? ¿Crees que la gente lo pulsaría? El botón ya existe, y no es otro que la frase estrella de este Peldaño. Si la gente no lo usa es por dos motivos: por desconocimiento y por no haberse tomado la molestia de probarlo para comprobar que funciona. De lo primero me acabo de encargar yo. De lo segundo, te emplazo a que te encargues tú.

Twitter: @anxo

#Los88peldañosdelagentefeliz

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