Entrevista

Pedro Moreno: «Mucha gente va al médico por dolores de estómago y lo que tienen es ansiedad»

El psicólogo publica «Ansiedad crónica», con el que busca ayudar a aquellos que no dejan de preocuparse en ningún momento

El psicólogo Pedro Moreno Bibiana Ripol Comunicación
María Alcaraz

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Pedro Moreno (Murcia, 1968) es doctor en Psicología y especialista en Psicología Clínica. Dedica a su vida a ayudar a poner fin a algo, casi invisible a veces, que afecta a muchos: la ansiedad . Ha escrito ya ocho libros sobre cómo superarla, y ahora publica «Ansiedad crónica» (Desclee De Brouwer), una publicación en la que aborda el control de la ansiedad cuando deja de ser una cosa puntual y se prolonga en el tiempo.

El libro está dirigido a aquellos que «se preocupan demasiado desde hace meses o años; los que piensan mucho en su salud, o los que temen enloquecer o perder el control y hacer cosas que no quieren». Este libro es, en definitiva, para aquellas personas que piensan que nunca van a superar sus problemas de ansiedad. Hablamos con Pedro Moreno sobre el tema que nos ocupa, el tratamiento de la ansiedad, cómo afecta a nuestra vida, y qué está en nuestra mano para frenarla.

¿Es la ansiedad la gran enfermedad del siglo XXI?

Portada de «Ansiedad crónica» B.R.C

Probablemente sí, la angustia, el estrés... vivimos en una sociedad que nos presiona tremendamente, y esa presión de ser felices, de ser ricos y guapos; esa presión que nos metemos a nosotros mismos, gracias al adoctrinamiento de la sociedad, termina generando un estado de preocupación que al final termina en ansiedad.

Asimismo, es importante distinguir la ansiedad cuando es una emoción normal, y cuando se convierte en un trastorno. La primera es una emoción incluso saludable, porque nos permite estar prevenidos ante el peligro: en una situación de incertidumbre, es bueno estar preparado. El problema llega cuando estoy continuamente preparado para un peligro, mientras el resto de personas no lo ven. Aquí ya hablamos de un problema de ansiedad, y este es el principal motivo de las consultas al psicólogo y a médicos generales. Muchas personas que acuden con dolores de cabeza y estómago, de lo que sufren es de ansiedad.

¿Cuándo consideramos que la ansiedad se ha convertido en un problema crónico?

Cuando hablamos de crónico en este sentido, no es algo que no termina nunca, sino que se prolonga en el tiempo: un año, seis meses... eso sería crónico, pero no para toda la vida. Es importante aprender a reconocer cuándo estamos sufriendo ansiedad. Si vemos que la gente está tranquila con un tema y a nosotros nos cuesta, cuando piensas en una situación en la que sufrimos ansiedad y nos aterra la idea de que vuelva a ocurrir, ahí estamos experimentándola, y muchas veces, por el desconocimiento, gestionándola de manera incorrecta, terminamos yendo a peor.

Comenta las emociones que no funcionan... ¿estamos hablando de la evitación?

Cuando hablo de la evitación siempre pongo este ejemplo: Yo de adolescente me enamoré de una chica que no me correspondía. Yo no quería ser su amigo, y en aquella época no existían los móviles, así que yo había memorizado su número de teléfono y quería olvidarlo. Y cuando más intentaba olvidarlo, más me acordaba. Así funciona la mente, cuanto menos quieres pensar en algo, más piensas en ello. Hay muchas soluciones tramposas, porque cuando intentas no pensar en ello, lo estás teniendo presento.

Comenta en el libro que la solución a nuestra ansiedad no es apoyarnos en los demás. ¿Es esto un viaje que debemos hacer solos?

Solos, pero acompañados. la vida la vivimos solos aunque estemos acompañados. Una de las trampas en la que caen muchos pacientes con ansiedad es que, sabemos que no es grave, pero necesitamos que alguien nos lo recuerde. Es lo mismo que ocurre en el día a día, buscamos la tranquilidad en otras personas, y esto es una trampa: no somos capaces de desarrollar una fuerza mental para hacerlo nosotros solos. Si busco que alguien me tranquilice, puede convertirse en una relación tóxica, de dependencia.

La atención consciente puede ser dificil de conseguir... ¿no estamos acostumbrados a sentir tanto?

Es importante entender que todo viene de la mente; a todos nos pasan las mismas cosas y no todos reaccionamos igual. Cada uno en función de su mente plantea las cosas de manera más o menos saludable. Si yo no quiero pensar, como comentaba antes, caes en una trampa. Hay que reconocer qué pasa en nuestra mente momento a momento, y entender que lo que se piensa es una historia, y no tiene que ser verdad. Decía Mark Twin: «La mitad de mi vida me he preocupado por cosas que nunca llegaron a pasar». Si me dejo llevar por mi mente, entonces voy a estar mejor, si consigo distanciarme de mis pensamientos, ahí es dónde me libero de la ansiedad.

Entonces, ¿nosotros no somos lo mismo que nuestros pensamientos?

Yo me puedo imaginar cualquier cosa, pero lo que yo imagine no es la realidad, y, lo que yo haga por controlar estos pensamientos, no va a cambiar la realidad. Que yo piense, o no, en una cosa, no disminuye la probabilidad de que ocurra. Todos tenemos unos «pensamientos favoritos» con los que entramos en bucle, y suelen ser muy negativos. Pero hay que entender que porque algo sea posible, no quiere decir que sea probable. Porque nosotros pensemos algo, no quiere decir que sea verdad, que vaya a ocurrir.

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