Psicología

¿Qué pasa cuando no paras? El estrés y sus fases

Las psicólogas Inés Santos y Silvia González explican lo que pasa en nuestra mente y nuestro cuerpo cuando sufrimos estrés

La respuesta del estrés mantenida en el tiempo conduce al desgaste.

ABC Bienestar / Vídeo: N. Balinot / D. Conde

La respuesta de estrés es una respuesta muy útil y necesaria para las personas y una gran ayuda para solucionar situaciones de amenaza esporádica. Es tan importante que se trasmite evolutivamente mediante la genética. Por tanto, esta respuesta en sí misma no es nociva, sino adaptativa y es solamente cuando aparece de manera muy frecuente, intensa o duradera, produciendo un desgaste en los recursos y aparición de problemas (malestar físico o emocional, peor rendimiento, enfermedades…), cuando aparecen las llamadas patologías del estrés .

El problema es que en nuestra sociedad actual estas respuestas se ponen en marcha con una alta frecuencia y durante mucho tiempo, debido al cambio de las situaciones de amenaza , que hoy en día ya no son tanto físicas sino sociales o psicológicas. Es decir, ahora no está en peligro nuestra vida físicamente, pero si aspectos otros aspectos de la misma. La respuesta de estrés mantenida en el tiempo, conduce a un desgaste excesivo de recursos orgánicos y a la aparición de problemas asociados al estrés.

Cuáles son las fases del estrés

1. Fase de alarma o huida . La primera fase se caracteriza por una serie de cambios fisiológicos y bioquímicos en el cuerpo para producir el máximo de energía para escapar. Se pone en marcha el eje hormonal hipotálamo-hipófisis-suprarrenal: aumenta el nivel de adrenalina , la glucosa en sangre, la presión sanguínea, los latidos del corazón. También se cierra el sistema digestivo y se produce una mayor tensión muscular.

Todas estas respuestas son normales y necesarias para que la persona tenga energía suficiente para salir corriendo y huir del enemigo y de la situación de peligro.

2. Fase de adaptación o resistencia . La segunda fase se produce cuando se mantiene la situación de estrés y se acumulan en el cuerpo las sustancias químicas producidas en la primera fase.

La consecuencia de esta bomba química es el mantenimiento de la situación de alerta sin que se produzca relajación. El organismo intenta recuperar la normalidad y se produce una nueva respuesta fisiológica para mantener el equilibrio con las hormonas y sustancias que se han liberado en la sangre.

La adrenalina mantiene la situación de alerta permanente.

3. Fase de agotamiento . La tercera fase es de agotamiento, y se produce cuando el estrés se convierte en crónico y se mantiene durante un tiempo. Se produce debilidad , bajada de las defensas, disminución de la resistencia física…

La sensación es de estar superado, se descansa mal, se vive con prisas y sensación de angustia permanente, depresión, desánimo y deseo de huida a cualquier parte para alejarse de la situación, disminución de memoria y de orientación espacial.

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