«Para introducir ciertos hábitos hay que saber, no basta con querer»
Berto Pena enseña en su nuevo libro 'Superhábitos' cómo crear rutinas y que estas perduren en el tiempo
Enero es el mes de los propósitos de año nuevo, de querer organizarnos mejor, dejar de fumar o aprender un nuevo idioma. Sin embargo, la mayoría de estos objetivos se quedan en meras intenciones y aparece la frustración. Berto Pena, experto en productividad y gestión del tiempo, explica en su nuevo libro ' Superhábitos ' (editorial Conecta) cómo construir estos hábitos para conseguir que perduren en el tiempo .
¿Por qué es importante tener hábitos?
Por la tremenda influencia que tienen sobre nosotros, definen nuestro estilo de vida. Yo suelo decir que eres lo que repites, eres lo que son tus hábitos.
¿Por qué nos cuesta crearlos?
El problema no es que haya personas más o menos fuertes de mente o que tengan una determinación mayor, sino la falta de método. No sabemos porque no nos enseñan a cambiar y es una cosa que se tendría que hacer desde pequeños. Entender cómo cambiar y actualizar tu sistema operativo es una habilidad clave, pues si algo nos han enseñado estos dos últimos años es que tenemos que poder adaptarnos a las nuevas circunstancias, y esto lo marcan los hábitos.
¿Cómo podemos crear un hábito y después asentarlo?
El crear un hábito no es tan difícil, la dificultad está en que se quede con nosotros. Para que se grabe en nuestro subconsciente lo primero que hay que tener son ganas. Muchas veces, los hábitos no se quedan con nosotros porque probamos algo por curiosidad, porque nos lo recomiendan o lo vemos en internet, pero no hay una motivación real.
El segundo gran ingrediente es la repetición. Cuando tienes ganas y ves que ese hábito te reporta beneficios, lo repites. Es el mismo motivo por el que reiteramos los malos hábitos, porque nos dan una recompensa.
¿Con la voluntad es suficiente?
La voluntad, al menos a mí y a la mayoría, no nos funciona. Agarrarte solo a la determinación es una estrategia de corto recorrido. La solución está en enfocar el hábito a través de un método. Necesitas actuar sobre los malos hábitos, que a lo mejor están funcionando por detrás y te llevan a la dirección contraria. También tienes que actuar facilitando el hábito, porque si por ejemplo nunca has hecho ejercicio en los últimos 15 años y te propones hacer una maratón, por mucho que te digas que puedes, tendrás que hacerlo de manera gradual y quitar elementos que te desaniman o te distraen.
«Es mejor dividir un hábito en pequeños pasos, porque desanima menos», Berto Pena
¿Es mejor proponerse hábitos grandes o pequeños?
Prefiero ir poco a poco. De hecho, en el libro hablo de microcambios y de acciones, así se puede llegar muy lejos. Las personas por lo general nos hemos acostumbrado o nos han educado para pensar a lo grande, y luego chocamos con la realidad. Es mejor dividir un hábito en pequeños pasos, porque desanima menos, opone menos resistencia y es más fácil de introducir en tu agenda y de medir.
Principales errores que cometemos.
Hay tres que se repiten con mucha frecuencia: la falsa motivación, no hay unos motivos reales; falta de repetición, ya que pensamos que por hacerlo durante un corto espacio de tiempo ya está adherido; y la falta de método, porque tenemos claro lo que queremos pero no cómo hacerlo. Para introducir ciertos hábitos hay que saber, no basta con querer. Los superhábitos, que tienen un gran impacto en nuestra vida, normalmente no se adquieren de la noche a la mañana, sino que requieren determinación, repetición y saber hacerlo. Pero es una inversión en ti mismo, pues son transformadores.
'El laberinto del cambio pasajero'.
Consiste en probar un hábito que dura y funciona durante un tiempo, pero luego se termina por abandonar. Ya lo has probado antes, pero al no tener un plan, como te ocurrió la última vez que lo intentaste, al repetirlo cometes los mismos errores. Especialmente cada vez que llega finales de año, vuelve esa necesidad de renovarse y cambiar y vuelven esos hábitos que se quieren retomar. Entonces se entra en ese bucle del que no sabes salir, en el que retomas el interés, lo intentas, te caes, y lo dejas porque piensas que no va contigo. Y no es así, ese hábito sí va contigo, pero no de la forma que lo has probado.
¿Qué hacer si perdemos la rutina? ¿Cómo podemos recuperarla?
Esto es fundamental, porque nos caemos todos. Hay dos claves: reconectar con tu motivación y analizar por qué lo has dejado para no repetirlo y caer en el mismo error. Puede ser por falta de repetición, han cambiado tus motivos, las excepciones, no tenías tiempo... Después vuelve a la casilla uno y reengánchate. Evidentemente no será agradable, porque pensarás en todo lo que habías avanzado, pero si hay motivos, no te impedirá volver a repescarlo. Hay mucho de autoconocimiento aquí.
Noticias relacionadas