Psicología
No eres consciente de cómo afectan las redes sociales a tu salud mental
La ansiedad y una baja autoestima son síntomas comunes de que las redes sociales nos perjudican más que benefician
Con el fin del verano (no el oficial, pero si el figurado; termina agosto) Aida Domènech, más conocida como Dulceida, una de las 'influencer' más seguidas de nuestro país, comunicó a sus seguidores que «hacía un parón». Es decir, dejó por un tiempo de lado la actividad de su cuenta de Instagram.
«Bueno, ¿y qué?», podrán pensar muchos. Pero, que una persona con una visibilidad tan abultada en el mundo de las redes sociales ponga en relieve como estas pueden tener consecuencias negativas es importante. El uso de Instagram, Twitter, Facebook o Tik Tok es parte de la rutina de muchas personas. Aunque la idea primigenia de estas es crear espacios en los que interactuar con otros, compartir conocimientos y crear redes de comunicación, el otro lado de la balanza aparece con gran facilidad. Inseguridades, insultos y la perspectiva de que la vida de los demás es mejor que la propia son riesgos de las redes. Y no hace falta ser 'influencer', o tener muchos seguidores, para verse encerrados en ellas.
«Las redes sociales, además de estar influyendo en dar un exceso de importancia sobre la imagen física, están hechas para generar adicción», asegura la psicóloga Laura Palomares, directora de Avance Psicólogos . Esta adicción recae en la 'necesidad' de acumular 'likes' y reacciones ante las fotografías que se comparten. La dinámica, comenta la psicóloga, puede generar con el tiempo trastornos como depresión y ansiedad. Además, se ve afectada la autoestima.
Versión virtual (mejorada) de la realidad
Uno de los factores que más influye es lo que denomina Angel Luis Guillén, psicólogo sanitario y director del Centro Psicopartner , como 'efecto escaparate'. Por un lado, a través de las redes mostramos (y recibimos) versiones de la realidad en las que imperan la felicidad y la diversión. También, las redes sociales instauran un ciberespacio, donde cada cual configura una 'identidad virtual', que puede ser muy lejana a la 'identidad real' . «Se comienza a vivir en un mundo paralelo y ficticio, pudiendo llegar a una desconexión con la realidad, con una derivada de comportamientos antisociales», advierte el profesional.
Las redes sociales que basan gran parte de su actividad en la imagen, como puede ser Instagram o Tik Tok, tienen una influencia enorme en la percepción propia. El sistema de 'validación' que se instaura (los seguidores hacen juicios, a través de 'likes' o comentarios) sobre la apariencia ha hecho que muchas personas dependan de esa aprobación y valoración para construir una imagen positiva propia . Si hay comentarios positivos y 'likes' —explica Angel Luis Guillén— se consigue una sensación de aceptación y de reconocimiento por parte de los demás, aumentando el autoconcepto y la autoestima. En cambio, ejemplifica, si la retroalimentación que se consigue es negativa, puede ser muy perjudicial para la autoestima, afectando de manera importante a la persona.
Además, las comparativas relucen con facilidad. Ver el supuesto estilo de vida y la imagen —ambos, en realidad, distorsionados por el filtro de las redes— de personas cercanas, famosos, o personajes que se admiran, incita a realizar un esfuerzo constante por estar 'a la altura' y cumplir unas expectativas, casi siempre muy poco realistas.
No todo el mundo hace el mismo uso de las redes sociales, ni todo el mundo 'sufre' las consecuencias de manera tan obvia. Pero, es interesante hacer un repaso por los comportamientos que se tienen, para identificar si la relación con las redes sociales es 'saludable' o no. «Es en el momento en el que nuestro ánimo varía en función del último vistazo a nuestro móvil, porque tenemos más o menos 'likes' o visitas, cuando se nos tienen que encender las alarmas», advierte Laura Palomares. El siguiente paso sería identificar si nuestra autoestima, y la percepción que tenemos de nosotros mismos, varía en función de estas variables. «Si es así, nos afecta incluso más», añade la profesional. La siguiente advertencia de 'peligro' sería no poder salir de casa sin el móvil, y sentir la necesidad de mirar si hay notificaciones nuevas de manera constante . Puntualiza Ángel Luis Guillén otros factores que pueden ser indicativos de 'riesgo' respecto al uso de redes sociales:
- Privación del sueño y de descanso debido al uso de redes sociales.
- Prioridad absoluta de las redes sociales frente a otras actividades.
- Mantenimiento del comportamiento a pesar de las consecuencias negativas.
- Aislamiento social, es decir, la peferencia de interaccionar socialmente a través de las redes que a nivel presencial.
«Es en el momento en el que nuestro ánimo varía en función de si tenemos más o menos likes cuando se nos tienen que encender las alarmas»
Si se sienten todas esas consecuencias, ¿ puede ser la solución dejar las redes sociales por un tiempo , como ha hecho Dulceida, o hace poco Laura Escanes, otra conocida 'influencer'? El director del Centro Psicopartner comenta que esto puede ayudar, pero es necesario seguir ciertas directrices. «Si la persona está enganchada a las redes, la salida sin haber trabajado previamente formas de regulación emocional adecuadas va a suponer un incremento de la ansiedad y del estrés que puede detonar otros problemas de salud», asegura el profesional.
Por ello, anima, si se detecta el problema, a alejarse un tiempo de las redes sociales, siempre unido de un trabajo para poder evitar volver a los mismos hábitos. Además, comenta que puede ser la manera de evaluar con claridad en que grado somos dependientes y la importancia que le damos en nuestro día a día. «No se trata solo de alejarse un tiempo, sino el desarrollar recursos psicológicos que permitan a la persona utilizar las redes de manera responsable», hace hincapié el psicólogo.
Incluso si no se identifica un problema grave con el uso de las redes sociales, siempre es bueno aplicar buenas prácticas para utilizarlas de manera saludable y preservar la salud mental. Algunos de los consejos de Angel Luis Guillén son: establecer un tiempo máximo de uso (como mucho dos horas al día), eliminar las notificaciones de estas aplicaciones («cada sonido o vibración hace que haya una constante hipervigilancia, que impide la atención en el día a día») y priorizar el contacto físico al virtual. Asimismo, la recomendación de Laura Palomares es empezar a subir menos información, para conseguir no sentirnos obligados a mostrar más o menos de nuestras vidas, para así sentir que pertenecemos más al grupo. «Podemos mostrar menos, para ser conscientes y comprobar que no nos quedamos fuera; además recuperamos independencia», asegura.
Para terminar, Angel Luis Guillén hace un recordatorio, que es útil para todos: «Es importante preguntarse de vez en cuando si eres tú quien está controlando y utilizando las redes sociales o si son las redes sociales las que están controlando tu vida y te están utilizando». Solo si se es consciente de que se tiene un problema, se puede empezar a trabajar y ponerle una solución.
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