«Necesitamos una rutina de higiene mental y emocional tanto como una ducha diaria»

Rut Nieves comparte en 'Recupera tu poder' una serie de herramientas con las que conectar con tu fuerza interior

Rut Nieves, autora de 'Recupera tu poder' Carlos Ruiz
Sandra Palacios

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Durante siglos nuestra mente ha sido condicionada con creencias limitantes que nos han llevado a olvidar nuestras verdaderas capacidades y a desconectarnos de nuestra sabiduría interior, intuición e instinto. Lo que ha su vez ha afectado a nuestros cuerpos. Por este motivo, Rut Nieves , escritora de crecimiento personal, comparte en su libro ' Recupera tu poder ' (Planeta) una serie de herramientas con las que conectar con tu fuerza interior para poder avanzar y crear la vida que mereces.

¿Cuál es el propósito de este libro?

Ayudar a recordar cuáles son nuestros derechos de nacimiento y nuestras verdaderas capacidades, poner en orden nuestra mente y liberarnos de todas esas ideas que hemos absorbido a nivel cultural, social y familiar, que lejos de definirnos, lo que hacen es limitarnos y confundirnos.

En definitiva, doy herramientas para recuperar nuestra libertad y nuestro valor y para vivir nuestra propia vida. Y esto sucede cuando tomamos consciencia de que tenemos la capacidad de hacer nuestros sueños realidad y de conseguir aquello que nos hace felices.

Nuestros poderes.

Se nos ha dado el poder de elegir, de tener voluntad, autoridad, soberanía... que viene a decir que tenemos el poder, la capacidad y el derecho a elegir y a decidir en nuestra vida y en nuestro cuerpo, igual que a ser respetados y sentirnos en paz. Hay también herramientas muy poderosas y liberadoras como son la aceptación, el perdón, la gratitud y la bendición.

¿Por qué a veces desconectamos de estos poderes?

Principalmente por el ritmo de vida frenético que llevamos, pues la velocidad nos desconecta de nuestro interior. Esto no nos permite dedicarnos cada día a nosotros mismos, a respirar, a sentir, a conocernos un poco más. Y es que necesitamos una rutina de higiene mental y emocional tanto como una ducha diaria o lavarnos los dientes. Así, esta es otra de las razones: no cuidarnos emocional o mentalmente.

Tener tantos condicionamientos mentales que nos limitan y nos llevan a olvidar quiénes somos realmente y de lo que somos capaces, y el atasco emocional que a veces tenemos son otros de los motivos, porque si cada día no nos permitimos sentir lo que estamos sintiendo, lo vamos acumulando.

«En la queja te hundes, porque estás en el victimismo», Rut Nieves

¿Influye además el hecho de no asumir tu responsabilidad y culpar a los demás de lo que pasa a tu alrededor?

Totalmente. Cuando vivimos culpando a los demás, nos desconectamos completamente de nuestro poder, porque el primer paso para reconectar con él es reconocer la responsabilidad en nuestra vida. Si no me hago responsable de mi vida, estoy desempoderada, y mientras me esté quejando no llegaré a ningún sitio. En la queja te hundes, ya que estás en el victimismo.

¿Qué poderes destacaría?

Hay poderes que nos llevan hacia delante, otros nos ayudan a soltar lastre y otros a subir. Para mí es muy importante el poder de mi claridad, que me permite saber qué es lo que quiero y necesito en cada momento; el poder de mi voluntad, que me faculta para decidir; y el poder de la pasión, que me deja hacer lo que realmente me apasiona. Esto es más para movernos, pero a nivel de liberar emociones, la aceptación y el perdón me parecen los más poderosos; y para elevar nuestra vibración, el poder de la gratitud.

¿Cómo podemos entonces soltar y liberar nuestra mente?

Simplemente leyendo el libro con detenimiento, de forma honesta, se produce una liberación mental. Y también el repetir las afirmaciones que comparto en él o hacer los ejercicios que propongo. Sentarnos a respirar y sentir sin juzgarnos, como meros observadores, nos ayuda a soltar. El ejemplo más claro es cuando estamos tristes y se lo contamos a una amiga y nos desahogamos. Esa es la liberación emocional. Cada emoción necesitará ser tratada de una forma distinta, en el caso del miedo será estando tumbando y respirando más lentamente.

La respiración para reconectar con nuestro cuerpo.

Cuando centro mi respiración donde hay dolor, esa emoción se libera, mientras que si evito respirar en esa parte de mi cuerpo porque me duele, el dolor continúa. Por lo que para mí respirar es habitar el cuerpo. Y cuando llevo la respiración a una parte que me duele es porque hay emociones reprimidas, creencias... Por ello con la respiración podemos reconectar con nuestro cuerpo y recuperar la salud, la armonía, el bienestar...

«A veces utilizamos la alimentación como anestesia para no sentir determinadas emociones», Rut Nieves

¿Cómo influye la alimentación en todo esto?

Por un lado, depende de cómo usemos la alimentación. Inconscientemente, a veces, la utilizamos como anestesia para no sentir determinadas emociones, igual que gente usa el tabaco, el alcohol o las drogas; es una forma de huir. Tener un cuerpo intoxicado de harinas o azúcares que el organismo no ha podido limpiar, emocionalmente nos afecta. Por otro lado, cuando comemos de una forma más sana, nos sentimos más felices, porque nuestro cuerpo está limpio, le damos alimentos que son más fáciles de digerir, tenemos más energía y nos sentimos mejor. Todo está conectado, tanto como esa gestión emocional o hacer ejercicio físico.

¿Por qué es importante saber que lo que estamos sintiendo son solo emociones? Hay una frase en el libro muy representativa: «Nosotros somos los observadores de lo que sucede en nuestro cuerpo».

Sí, porque si me creo lo que estoy sintiendo, hay más probabilidades de que esa emoción me arrastre. Sin embargo, si soy consciente de que es solo tristeza, miedo... cuando lo respire, lo sienta y lo escuche, esa emoción se liberará. Es como si se mete un animal salvaje en casa y lo encierras, la situación empeorará, pero si le abres la puerta y permites que se vaya, te librarás de él.

¿Esta también sería una forma de sanar nuestras heridas?

Esta es una de las formas: dedicar un tiempo todos los días a permitirnos sentir lo que estamos sintiendo, porque eso nos permite saber qué necesitamos y deseamos en cada momento, y qué nos hace bien y mal.

Cada herida tiene una serie de creencias limitantes y una serie de comportamientos. A una persona que se siente abandonada, lo que más le sana es pasar tiempo con ella misma, tenerse en cuenta y dejar de olvidarse de sí misma pensando solo en el resto. Para la herida del rechazo, un ejercicio muy potente es aprender a aceptarse, el respeto a tu libertad y a la de los demás. Para aquel que tiene la herida de la injusticia, poder sentirse vulnerable y cometer errores...

¿Qué ejercicios prácticos recomendaría para conseguir esa fuerza que nos falta o recuperar nuestro poder?

Por supuesto dedicar un rato cada día a hacer deporte. Recomiendo especialmente el yoga, el método de liberación de corazas o ejercicios de liberación miofascial. Son técnicas que nos ayudan a liberarnos emocionalmente para reconectar con nuestra energía vital. Permitirnos recordar lo que nos apasiona y hacerlo sería otro. Recuerda que si nos falta fuerza puede ser porque estamos reprimiendo muchas emociones que nos bajan la energía o porque no nos estamos permitiendo hacer lo que realmente nos gusta.

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