Emocionario

Efecto placebo

La sugestión es lo que hace que el efecto placebo sea real

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I. M.

Todos hemos oído hablar del efecto placebo e incluso en algunas ocasiones habremos sido víctimas de él o lo habremos utilizado sin ser muy conscientes de ello. Pero, ¿qué es en realidad? ¿Qué efectos tiene sobre nuestra salud?

Para comenzar, hay que tener claro que el efecto placebo es una distorsión mental . Digamos que es una triquiñuela que hace nuestra mente para hacernos creer que hacer algo o tomar algún producto, sin ningún tipo de evidencia científica , nos ayuda a curarnos. El efecto placebo es el encargado de hacernos creer que estamos teniendo una mejora o incluso la desaparición de una enfermedad , llevando a cabo un tratamiento que no tiene propiedades curativas reales. En conclusión, el efecto placebo ocurre cuando creemos que algo nos cura cuando no es así realmente.

Este efecto placebo, producido por nuestra mente, puede convertirse en algo muy perjudicial para nuestra salud ya que no estaremos siguiendo un tratamiento adecuado para la enfermedad que estemos padeciendo. Para que el efecto placebo funcione es necesario que se inicien dos mecanismos en la mente del paciente: el condicionamiento clásico y las expectativas. Es decir, la persona con una dolencia tiene la expectativa de que se va a curar con una medicación concreta, lo que ya condiciona la respuesta de su organismo al tratamiento. A mayor expectativa de mejora, mejor resultado del efecto placebo, siendo a su vez el condicionamiento cada vez mayor. Además, es algo muy estudiado en psicología. Se han realizado muchos estudios psicológicos en los que se ha comprobado cómo reacciona el cuerpo en relación al cerebro cuando se administran sustancias inocuas.

Wager demostró en estudios en 2007 y 2009 que pacientes que tomaron placebo presentado como un analgésico tuvieron un aumento considerable de la secreción de opiáceos endógenos, que además resultaron más efectivos. Además, se activaron vías neuronales que inhiben la transmisión del dolor por parte de la médula espinal, de modo que informan de un menor nivel de dolor.

La aplicación de sustancias inocuas y mejorías se han demostrado en pacientes con enfermedades a largo plazo como son el Parkinson, la demencia o la epilepsia. Todos han visto mejorías en sus síntomas gracias al efecto placebo. Para que el efecto placebo sea realmente efectivo, el paciente tiene que tener confianza y creer en la persona que te aporta la sustancia inocua. Esto aumentará la probabilidad de que nos haga bien.

Si el paciente está convencido de que esa sustancia le funcionará buscaremos todas las evidencias para confirmar esta creencia y descartará todas aquellas pruebas que desacrediten su teoría.

El efecto placebo también es efectivo si hay un condicionamiento, es decir, si tomamos algún remedio que nos ha producido el efecto deseado, tendremos más probabilidades de que esto se replique y estaremos condicionados a esa sensación.

La sugestión es lo que hace que el efecto placebo sea real. Hay que tener claro que no es algo de nuestra imaginación, ya que se ha comprobado que puede tener efectos sobre el estado físico o psicológico de una persona enferma. No hay duda de que es un fenómeno muy interesante como objeto de estudio.

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