Efecto Pigmalión: cómo aprovechar el peso de las expectativas de forma positiva
Surge cuando una de las partes cree que la otra puede conseguir unos mejores resultados, creando este primero una expectativa favorable y poniéndose en marcha para conseguirlo
El peso que las expectativas generan sobre nosotros no tiene por qué ser algo negativo. De ellas puede surgir el efecto Pigmalión y tener unas consecuencias en nuestro entorno laboral, escolar y familiar positivos.
Juvenal Ornelas, psicólogo de Mundo Psicólogos , indica que el efecto Pigmalión encuentra su origen en la mitología griega , concretamente en el mito homónimo de Pigmalión. «Pigmalión fue un escultor que creó una estatua de marfil de una mujer inspirándose en un sueño. La estatua era tan bella que el escultor se enamoró de ella, hasta ser incapaz de amar a otro ser humano en su vida. Pigmalión pidió a la diosa Afrodita que trasformara la estatua en una mujer de verdad, y la diosa se lo concedió, dando vida a Galatea (así fue como el escultor llamó a la estatua). Pigmalión y Galatea se enamoraron y tuvieron una hija de nombre Paphos», explica.
El efecto Pigmalión se refiere precisamente al escultor que acaba haciendo realidad la profecía que le apareció en su sueño, donde se imaginaba al lado de una mujer hermosa y perfecta.
El efecto surge cuando una de las partes cree que la otra puede conseguir unos mejores resultados, creando este primero una expectativa favorable y poniéndose en marcha para conseguirlo. De esta forma, provoca que el resto gane confianza y seguridad en la realización de la misma expectativa. «En el fútbol, si el entrenador es capaz de transmitir su forma de jugar a los jugadores y hacerles creer que si lo hacen serán mejores, cada miembro del equipo mejorará de forma automática. Con ello se mejoran los resultados individuales y del grupo», declara Ornelas.
¿Cuáles son sus consecuencias?
Las consecuencias positivas son lazos de comunicación, confianza, seguridad y fe de todos los miembros. Se produce también una mayor implicación , porque todos forman parte directa para conseguir la mejora de todos. «Es muy evidente en el ámbito educativo, si un profesor es capaz de creer en sus alumnos, sacará todo el potencial de cada uno, tratándole de manera individualizada y viendo lo mejor y animando ante cualquier mínima mejora del alumno», expone Juvenal Ornelas.
«Claramente existe también un efecto negativo del modelo, porque si no transmites, no proyectas positivamente sobre los otros, y la autoridad no va ser capaz de sacar ningún resultado en ninguna acción que se proponga», manifiesta el psicólogo. De hecho, cuando alguien tiene malas expectativas, parece afectar en la actitud y el desempeño del sujeto. Esto se conoce como el efecto Golem .
El peso de las expectativas
En el ámbito familiar, sobre todo en las primeras etapas de los niños, es clave darles confianza y seguridad. El « tú puedes » siempre aumentará su capacidad para lograr metas.
En el ámbito laboral, que todos arrimen el hombro es algo muy positivo y también que el director de la empresa sea capaz de motivar a su colectivo de una forma más cercana y con el conocimiento adecuado.
En el ámbito educativo, aunque el nivel de la clase sea variado, es clave pensar que se pueden hacer grandes cosas. «Si se cree en todos por igual, y se potencia ciegamente cualquier mejora, el nivel de absentismo escolar podría mejorar, pero como sociedad debemos creer todos, no solo el profesorado y el sistema, sino desde casa y los gobiernos», opina Ornelas.
Los tips que comparte el psicólogo son «tú puedes», «nunca te rindas», «te has superado». Hay que dotar siempre al sujeto de una visualización del objetivo para que sea capaz de conseguirlo , porque creemos en él y se lo verbalizamos continuamente. «Yo creo en ti». Se alimenta la seguridad, la confianza y el poder por encima de todo.
«Si somos capaces de creer en esa expectativa autocumplida mucho antes de que suceda, los objetivos se van a conseguir con un margen elevado de éxito, porque como siempre digo, todo nace, crece y se ejecuta primero en la mente de una persona antes de llegar a la fase de ejecución. Si tú crees, yo también creeré en mí, y ganaremos todos siempre», concluye Ornelas.
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