Psicología
Dependencia emocional y adicción emocional: no es lo mismo y te explicamos por qué
El término dependencia emocional se ha estado usando mal y Lara Ferreiro cuenta cuál es su verdadero significado
Lara Ferreiro: «La adicción emocional es un fantasma del que nadie habla»
![Diferencias entre la dependencia emocional y la adicción emocional.](https://s2.abcstatics.com/media/bienestar/2023/04/09/dependencia-emocional-adiccion-emocional-k0bE--1248x698@abc.jpg)
Gracias al primer libro de Lara Ferreiro , psicóloga experta en relaciones de pareja, podemos decir que al fin conocemos el verdadero significado de dependencia emocional . Tantos años empleando mal este concepto ha hecho que la experta en temas de amor haya publicado ' Adicta a un gilipollas ', un tomo de 202 páginas en el que desarrolla cómo se sienten aquellas personas, especialmente mujeres, que están completamente «enganchadas» a alguien tóxico , ya sea su supuesta media naranja , un familiar, un amigo... Y esto poco y nada tiene que ver con tener dependencia emocional hacia alguien que nos hace un bien en la vida.
Y mientras la dependencia emocional ha sido siempre usada con connotación negativa, Lara Ferreiro se impone a ello. ¿La razón? Porque nos sentimos culpables si necesitamos a nuestro seres queridos para sentirnos bien , cuando realmente es algo positivo: «La dependencia emocional está muy mal vista en la sociedad por culpa de otros divulgadores que lo han hecho fatal y que han confundido a la sociedad. Se nos olvida que los seres humanos somos los más dependientes y sociales que existe en la Tierra. Desde que nacemos necesitamos años de atención hasta que somos capaces de ser autónomos. No podemos ir en contra de nuestros genes sociales porque sin esa herramienta, la socialización, no hubiésemos sobrevivido».
Evitar la adicción emocional
De hecho, la dependencia emocional es un tema muy estigmatizado; no solo no es mala sino que es necesaria. Las preguntas que hay que hacerse es cómo tenemos que depender y de qué tipos de personas, y existen cuatro vínculos emociones:
Existe por un lado la dependencia vertical , que es la de un bebé o un niño hacia sus padres, y se tiene hasta los 12 años. Sin ellos no podemos sobrevivir. Y de la vertical se va a la horizontal o interdependencia que «es la buena, la saludable emocionalmente hablando y la positiva que se da en edad adulta, que es la que se tiene que dar en relaciones de pareja y otras personas: ambos se cuiden, ambos reciben... «Yo soy dependiente de mis padres, de mi pareja... La gente piensa que es malo pero lo malo es la adicción emocional , que son vínculos emocionales destructivos que se da en una relación tóxica entre adultos aunque también entre padres e hijos donde se produce maltrato psicológico, físico...», comenta Lara Ferreiro. Hasta aquí estarían los vínculos constructivos, pero existen otros dos que reúnen las características contrarias.
La dependencia emocional entre adultos es buena entre gente sana y la adicción emocional, vínculo destructivo, es cuando no puedes cortar ese vínculo que te hace daño y te conviertes en un adicto emocional . «Si hablamos de una relación de pareja tóxica o entre familiares amigos el término que debemos usar es el de adicción emocional», aclara. Para que sea adicción emocional se tienen que cumplir tres criterios:
- Síndrome de tolerancia : soportar todo lo que venga en esa relación porque se va a necesitar «más dosis» para conseguir el mismo efecto.
- Craving : deseo intenso de «consumir» a esa persona.
- Síndrome de abstinencia : cuando has cortado y sientes que necesitas estar con esa persona a toda costa.
Por otro lado existe también la coadicción emocional que es cuando una persona se engancha a otra con la intención de 'salvarlo', como por ejemplo en relaciones cuando uno sufre depresión, o tiene problemas con el alcohol, las drogas... uno lo necesita económicamente y afectivamente y el otro adopta el rol de salvador.
Y, ¿por qué se usa dependencia emocional cuando realmente se trata de adicción emocional? Tal como señala Lara Ferreiro, se trata de una confusión teórica: «Existe el término adicción, como el que se engancha a las drogas, pero no adicción emocional que significa las ganas desmedidas de consumir pero a una persona».
Para superar la adicción emocional
Tenemos una buena noticia para los adictos emocionales: se puede cambiar el cerebro de un adicto emocional porque el cerebro tiene neuroplasticidad, una capacidad excepcional muy curativa. Explica Ferreiro que es como si este estuviera hecho de plastilina y se pudiera moldear.
«Para ello hay que saber ignorar los estímulos , conocer las fases del duelo que hay que superar... cualquier persona vulnerable puede caer, especialmente mujeres en relaciones tóxicas, y mucha gente viene a terapia a desengancharse de alguien porque como no sepas hacerlo vas a tener a un gilipollas tras otro», aclara. La experta, que ha dedicado todo su libro a ayudar a estas personas, cuenta con un programa de seis semanas que garantiza desengancharse a este tipo de personas.
Eso sí, también son necesarios más artículos de difusión sobre ello y a más psicólogos volcados con el significado de estos conceptos para no confundirlos. Si buscas en Google 'adicción emocional', son muy pocos los resultados que se obtienen, y en muchos de ellos hablan directamente de dependencia emocional, un término que ya sabemos que hemos estado empleando mal durante todo este tiempo.