Psicología
¿Cuántas horas usas el teléfono al día? Aprende a desconectar en vacaciones
Dar al botón de apagar o ponerlo en modo avión es un acto que nos cuesta llevar a cabo pero que aporta numerosos beneficios
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Por fin se acercan las ansiadas vacaciones de verano. Independientemente del número de días de descanso que tengas y del mes en el que estas «caigan», las ganas son inaguantables. Y es que es normal que cuando pasamos semanas sin desconexión esperemos «como agua de mayo» estos merecidos días de no hacer nada.
«Todas las personas necesitamos descansar, tanto en vacaciones como en el resto del año. Estamos acostumbrados a vivir en un mundo digital en el que 'estar siempre conectados', y esto puede convertirse en una fuente importante de estrés que pone en riesgo nuestro bienestar mental», explica la Dra. Emma Lerro, psicóloga y psicoterapeuta cognitivo-conductual de Buencoco. Precisamente por eso, en vacaciones deberíamos sentir la necesidad de desconectarnos por completo de los compromisos y las responsabilidades diarias pero lo cierto es que la desconexión no siempre es posible por un condicionante: nuestro teléfono móvil .
No hay duda de que se ha convertido en un imprescindible del día a día. En nuestra jornada bebemos agua , comemos, bostezamos... y podría decirse que mirar nuestro smartphone es otra de las necesidades que sentimos, pero no todos la tenemos en la misma intensidad.
Fear of missing out
Por ejemplo, ¿cuando te despiertas por las mañanas lo primero que haces es mirar tus notificaciones? Quizá vas al baño y el teléfono va también contigo... Tener comportamientos obsesivos por desbloquear constantemente la pantalla de nuestro móvil no es un hábito saludable porque significa que tenemos dependencia de este dispositivo.
Es cierto que gracias al teléfono estamos al tanto de la actualidad, nos facilita el trabajo, nos mantiene en contacto con nuestros seres queridos y un largo etcétera, pero debemos perder el miedo, valga la redundancia, a perdernos algo: «El FOMO (del inglés 'fear of missing out') se caracteriza con un miedo que siempre ha existido y existirá en nuestra sociedad: miedo a ser excluido», explica Claudia Gómez Parrondo , psicóloga general sanitaria. Para entenderlo mejor, se trata de una mezcla de sensaciones de angustia , malestar y frustración ante la percepción subjetiva de estar perdiéndonos un evento o situación importante mientras otros sí lo están disfrutando.
Sin embargo, en vacaciones debería ser obligatorio reducir el número de horas que pasamos con el teléfono en la mano dada la variedad de opciones que tenemos para poner nuestra atención es otros asuntos: leer, pintar, hacer deporte, ir al teatro, hacer snorkel, meditación, ver una serie, ir al cine... Son tantas las actividades que no necesitan de nuestro smartphone...
«Cada uno de nosotros puede tener motivos diferentes que dificultan la desconexión, por eso, no existe la 'técnica correcta' con la que lograr desconectar. Por ejemplo, a algunas personas les resulta difícil tomarse un descanso en el trabajo porque temen 'no poder hacerlo todo' cuando vuelvan. En este caso, pueden ser útiles técnicas para la gestión de la ansiedad como es la respiración diafragmática», dice la psicóloga de Buencoco . Habrá otras personas que tengan la misma dificultad por no saber decir 'no' a las peticiones constantes de sus compañeros; aquí mi consejo es trabajar la comunicación asertiva. Otra razón podría ser la dificultad para organizarse el tiempo , por lo que podrían ser de utilidad los planificadores en los que priorizar las cosas que hay que hacer».
En la línea de desconectar de los dispositivos que nos tienen presos, Emma Lerro señala la importancia de tomar conciencia del tiempo que pasamos a diario utilizando nuestros dispositivos: «Existen aplicaciones o configuraciones (que incluso las redes sociales más populares proporcionan) en las que se puede controlar fácilmente cuánto tiempo pasamos en ellas». A partir de aquí, se pueden establecer límites de uso y, por ejemplo, decidir los lugares o los horarios en los que estar desconectado.
Otros consejos que aporta Claudia Gómez Parrondo son:
1. Saber cuándo poner atención . «Es importante saber que recibir un WhatsApp o una llamada no requiere necesariamente una atención inmediata, es decir, podemos permitirnos no atender la llamada en ese momento y posponerla para más tarde», aconseja.
2. Momentos de separarse del teléfono . A la hora de la comida o cena, hay que procurar no llevar el móvil encima y no ponerlo sobre la mesa... La experta recomienda que trates de disfrutar el momento presente con quienes te rodean en ese instante y saborear la comida con una buena conversación.
3. Distancia de por medio. Si te sientes saturado por las llamadas o los mensajes reiterados, Claudia Gómez Parrondo te anima a que te permitas un momento de descanso dejando el móvil en otra parte de casa o ponerlo durante unos minutos en modo avión.
«Recomiendo también desactivar el doble check azul de WhatsApp , en muchas ocasiones sin darnos cuenta esto genera una falsa sensación de control», concluye la psicóloga.
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