Cómo aprender a vivir con la imperfección: no, no es conformismo
El psicólogo Tomás Navarro explica los efectos que produce en nuestra mente aceptar nuestras imperfecciones y revela por qué esto no tiene nada que ver con el conformismo. Es una de las claves de su libro 'Piensa bonito', cuyas principales ideas comparte cada 15 días en ABC Bienestar
Yo ya hace mucho tiempo que acepté que era imperfecto. Eso también es pensar bonito y, oye, además te quitas un peso de encima.
Cuando aceptas tu propia imperfección todo cambia; por ejemplo, al ser consciente de mis imperfecciones, en vez de creer que tengo la razón absoluta tengo una actitud mucho más abierta y receptiva lo que me permite aprender mucho, mejorar mis competencias y cometer menos errores.
No está nada mal, ¿verdad? Uno de los sesgos más extendidos consiste en creer que se es más listo que la mayoría de personas. Claro, si te tienes por encima de la media no encontrarás nadie de quien aprender, no te equivocarás nunca y, por lo tanto, cometerás muchos más errores de los que tampoco aprenderás ya que preferirás pensar que has tenido mala suerte o que no podría haber hecho mejor antes que aceptar que te has equivocado.
De verdad, que lo de aceptar que eres un ser imperfecto te deja en una muy buena posición. Todo son ventajas. Por ejemplo, una más, podrás ajustar mejor tus expectativas y elegir mejor, en consecuencia, en qué focalizar tu energía .
Uno tiene el tiempo y la energía finitos como para ir perdiéndolo en batallas estériles, quimeras inalcanzables o retos sin sentido. Al tener unas expectativas más reales también tendrás menos frustración . Yo sé que no puedo ser empresario. No sería un buen empresario, por lo que ni se me ocurre montar una empresa. Al ser consciente de mis limitaciones me ahorro montar una empresa, perder mucho dinero y después tener que decir que tuve mala suerte o que el mercado no estaba preparado para mi magnífica idea o producto.
No vayan a confundir ustedes la aceptación de mi imperfección con una suerte de conformismo. No tiene nada que ver. Cómo soy consciente de mi imperfección, cuando realizo un diagnóstico o diseño un proyecto o una charla, me aseguro de estar a la altura de lo esperado y gracias a esta actitud humilde y consciente de mis limitaciones invierto un tiempo en preparar una charla extraordinaria, en realizar un buen diagnóstico diferencial o en crear un proyecto original y viable.
Eso sí, al ser consciente de mi imperfección soy menos manipulable. ¿A que no vendes un millón de libros? Pues no. Mira, no soy hijo de nadie, no tengo un apellido que me abre mil puertas ni puedo esperar un golpe de suerte. Voy trabajando de manera enfocada tratando de hacerlo lo mejor posible y de crear y/o aprovechar las oportunidades que se presenten y que me ayuden a conseguir mis objetivos.
Deberías ser empresario. Pues no, ya lo he comentado antes, ni sé de finanzas, ni de mil elementos más necesarios para crear una empresa solvente. Deberías hacer algo grande. Pues no, de nuevo, tan solo trato de sacar la psicología de la consulta y de las aulas y ponerla al servicio de las personas de una manera sencilla, didáctica y aplicada. Ya está.
Pero esto de aceptar tu propia imperfección también te facilita las cosas a nivel de familia, amistades y, en definitiva, en todas las áreas de la vida. Al aceptar que soy un padre imperfecto trato de estar pendiente de las necesidades de mi hija, de formarme y de no perder nunca la sensibilidad que me permite ir adaptándome a las diferentes necesidades propias de las diferentes edades de mi hija.
Al saberme una pareja imperfecta trato de ser mejor cada día, siendo consciente de que mis actos tienen una serie de consecuencias en mi pareja y en todo el sistema familiar, lo que estimula la responsabilidad , la anticipación de lo que puede pasar y la empatía .
Si es que todo son ventajas, de verdad. Te animo encarecidamente a que aceptes tu propia imperfección ya que esa será la base y el punto de partida para ser cada día mejor, desarrollar tus competencias y llegar a ser la mejor versión posible de todas las que tienes .
Mira por donde, si lo miras bien, la mejor manera de llegar a ser perfecto es aceptar tu propia imperfección. Curioso. ¿Verdad?
Puedes descubrir otros consejos para pensar bonito de Tomás Navarro, @tomasnavarropsi en instagram, en su obra ' Piensa bonito '.
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