Cómo adoptar una actitud exploradora: ¿Y si no has venido a esta vida a sufrir?
El psicólogo Tomás Navarro comparte cada 15 días en ABC Bienestar algunas de las claves que cuenta en su libro 'Piensa bonito' para tener un estilo de pensamiento más abierto y expansivo. Esta es la primera entrega

El «Y si» ha guiado mi vida siempre, como la de millones de personas, pero en mi caso creo que de una manera un poco diferente.
A menudo utilizamos la fórmula «Y si» como freno a la acción, como una especie de gafas oscuras y pesimistas que nos indican que todo puede ir mal, como un sofá en el que quedarnos cobijados con una mantita y un chocolate caliente.
¿Y si va mal? ¿Y si no sale? ¿Y si me equivoco? ¿Y si hago el ridículo? Tanto «Y si» tiene su razón de ser. Nuestro cerebro nos quiere vivos y para conseguirlo tiene una especie de atención selectiva con lo que ocurre a nuestro alrededor. Nuestro cerebro está diseñado para identificar el más mínimo riesgo y para protegernos de él. Por eso no hay nada más arriesgado que probar cosas nuevas , adentrarnos en un terreno desconocido o tomar decisiones de evolución incierta.
A nuestro cerebro no le gusta que vayamos por la vida asumiendo riesgos y la mejor manera de no asumir un riesgo es no salir de lo conocido, de las rutina y de lo familiar y para conseguirlo no hay nada mejor que imaginar un «Y si» catastrofista y oscuro.
Pero un porcentaje pequeñito de todas las especies -y en el caso de los humanos yo debo ser uno de esos ejemplares- adoptan una actitud exploradora , asumen riesgos y se atreven a ir más allá de lo establecido. La araña media, por ejemplo, recorre una distancia de unos trescientos metros a lo largo de su vida, pero hay ejemplares que se desplazan quilómetros de manera inexplicable. Pues algo parecido pasa con algunos humanos, como yo mismo.
«Necesitas un pensamiento que te ayude, no que te limite, que te libere, no te que esclavice, que te sane, no que te enferme»
En mi caso la base de esa conducta exploratoria puede definirse como «Ysiísmo» , es decir, el uso recurrente de la fórmula «Y si», pero eso sí, con una valencia positiva y exploradora.
¿Y si otra vida fuera posible? ¿Y si lo que pienso no me está ayudando? ¿Y si pudiera hacer algo para mejorar mi vida? ¿Y si escribo un libro? ¿Y si me voy a vivir al Pirineo? ¿Y si creo una fórmula para trabajar con mis clientes al aire libre? ¿Y si pudiera ayudar a otras personas a vivir mejor? ¿Y si no hemos venido a esta vida a sufrir? ¿Y si puedo coger las riendas de mi vida? ¿Y si pudiera tener una vida más acorde a mis prioridades y necesidades?
El «Ysiísmo» me ha acompañado toda mi vida y está detrás de todos mis atrevimientos y logros . De hecho da respuesta y es la mejor alternativa a uno de los ocho grandes errores que nos impiden pensar bonito: la limitación de alternativas.

A menudo creemos que tenemos menos alternativas de las que realmente tenemos y descartamos opciones creyendo que no podremos hacerlas, que son una quimera o simplemente las percibimos fuera de nuestro alcance. Pero no siempre podemos creernos todo lo que percibimos ni todo lo que pensamos.
Te animo a que te plantees nuevas opciones y a que utilices el «Y si» de forma positiva. Necesitas un pensamiento que te ayude, no que te limite, que te libere, no te que esclavice, que te sane, no que te enferme.
A mi, el Ysiísmo siempre me ha abierto la puerta a pensar de manera expansiva y a buscar nuevas opciones. ¿Te atreves a unirte al movimiento Ysiísta ?
Noticias relacionadas