Psicología
Cinco errores que cometes al dar tu opinión
Ten en cuenta que para dar tu feedback no todo vale...
¿Sueles expresar tu opinión sin pensarlo dos veces, sin temor a ser juzgado y sin importante si quedas ridiculizado? Suelen enseñarnos de pequeños que dar voz a lo que pensamos está muy bien para hacernos oír, pero hay un pequeño matiz que vamos aprendiendo con los años: hay que saber cómo hacerlo porque no todo vale.
La psicóloga Beatriz Gil Bóveda, especialista en autoestima, liderazgo y desarrollo personal y fundadora y CEO de Psique Cambio , indica que saber trasmitir feedback de manera efectiva es clave «para mejorar nuestra comunicación». Al ser una habilidad, requiere de entrenamiento, así que a medida que se ponga en marcha y te familiarices con la técnica, cada vez te sentirás más cómodo y el feedback será más eficaz. La experta considera que es bueno dar nuestra opinión si así lo queremos pero siempre y cuando «se haga desde el respeto y la humildad y conociendo la personalidad y circunstancias de la persona a la que damos nuestra opinión». Escuchar opiniones ajenas, al parecer, nos abre la mente a valorar otras perspectivas que quizás no habíamos contemplado y fomenta el desarrollo personal. Un buen feedback nos motiva para empezar, continuar o detener conductas que afectan a nuestro desarrollo y bienestar.
Además, usar estas expresiones para compartir nuestras opiniones puede sonar menos ofensivo para los demás:
- En mi opinión...
- Desde mi punto de vista...
- Tengo la impresion de que...
En cambio, no caigas en estos errores que manifiesta Beatriz Gil Bóveda que, al parecer, son más comunes de lo que pensamos...
1. El feedback juzga a la persona, no las acciones . Este es el error más común y uno de los que generan más impacto negativo en las relaciones, ya que pone a las personas a la defensiva al sentirse atacadas. Explica beatriz Gil Bóveda que , al decirle a alguien, por ejemplo, 'eres muy descuidado' lo estás juzgando e incluyéndolo en una categoría, sin dejar claro las acciones o conducta que sería bueno que modificase... «Eso no le ayuda al cambio», recalca.
2. El feedback es demasiado difuso . Esto sería utilizar frases generales y ambiguas en lugar de transmitir qué cosas concretas ha hecho bien para que pueda mantenerlas.
3. El feedback contiene generalizaciones . Utilizar términos como 'siempre' o 'nunca' suele poner a las personas a la defensiva, y de nuevo no se concreta en la conducta a mejorar o mantener.
4. El feedback llega muy tarde . Si nos sucede esto, podemos caer en los reproches, que son artillería pesada para cualquier tipo de relación. «El feedback debe realizarse cuanto antes, para que la memoria no juegue una mala pasada y podamos actuar ágilmente», dice.
5. El feedback tiene una amenaza implícita . Tal como indica Beatriz gil Bóveda, decirle a tu pareja, por ejemplo, 'lo vamos a dejar porque no cambias', no refuerza el buen comportamiento ni explica concretamente qué acciones o actitudes necesita mejorar, ni tampoco ofrece alternativas.
Cómo dar tu opinión
Si no nos piden opinión pero aun así queremos darla, esta sería la forma correcta de dar nuestro feedback:
1. Asertividad . Según Beatriz gil Bóveda, hay que comenzar por el reconocimiento, expresando algo positivo y continuando con la crítica constructiva, señalando de forma concreta y específica lo que te gustaría que mejorase, y acabas con un mensaje positivo, que incluya agradecimiento y alternativas o propuestas positivas.
2. Pedir permiso : Decir '¿Puedo compartirte mi punto de vista?' o '¿te puedo dar mi opinión?' creará un ambiente adecuado para la conversación, evitando el conflicto.
3. A tiempo . Ofrece el feedback a su debido tiempo. Si ha pasado mucho tiempo quizás la otra persona no lo recuerda y sería ineficaz.
4. Opinar sobre el comportamiento , nunca acerca de la persona. Céntrate en lo que hace, no en lo que es.
5. Hablar en primera persona acerca de cómo te sentiste, qué impacto tuvo dicho comportamiento en ti.