Psicología
Lo del «Blue Monday» es una farsa y te contamos por qué
Los expertos explican que supone otra oportunidad más para crear necesidades y así vender productos o servicios específicos
El concepto de «Blue Monday» fue acuñado en 2005 por Cliff Arnall , investigador de la Universidad de Cardiff en Reino Unido que, a través de una fórmula matemática que ideó él mismo situó en el tercer lunes de cada mes la fecha del año en la que estamos más deprimidos. Según el experto, esta supuesta sensación de tristeza se produce debido a una suma de variables como la escasez de luz (porque los días son más cortos), el clima (frío o tiempo invernal), el bajón tras las vacaciones de Navidad, la frustración por no haber puesto en marcha los propósitos planteados en los primeros días del año, la cuesta de enero o los gastos extra que hay que afrontar tras las compras navideñas.
Noticias relacionadas
Lo cierto es que esta fórmula no tiene base científica ni se trata de algo empírico, pero 15 años después aún seguimos hablando del efecto del «Blue Monday» e incluso seguimos creyendo que puede ser uno de los días más tristes del año . Pero tal como precisa Mª Pilar Berzosa Grande, psicóloga clínica y de la salud y docente de UNIR , esta supuesta influencia tiene mucho más que ver con un efecto psicológico que con algo real. «Si estás viviendo un momento puntual de tristeza estarás más atento o focalizarás tu atención en aquellas cosas que estén vinculadas con lo que te pone triste», explica. Algo en lo que también incide Dafne Cataluña, directora y fundadora del Instituto Europeo de Psicología Positiva , quien explica que las personas que podrían verse afectadas intensamente por el Blue Monday son aquellas con tendencia habitual a caer en la tristeza, o que sean más negativas y les cueste encontrar el lado positivo de las cosas o incluso aquellas que sean más sensibles a los cambios y sientan que hasta un cambio estacional puede afectarles al estado de ánimo.
Una oportunidad más de crear necesidades
Además, la profesora de UNIR destaca el hecho de que este supuesto efecto también suele ser aprovechado por los medios de comunicación y por las agencias de publicidad para vender sus productos o servicios cada vez que aflora una determinada emoción. «Es lo mismo que sucede con la viralidad o con los movimientos masivos. Si el resto se siente así, nosotros también. Es una especie de efecto en cadena», comenta Mª Pilar Berzosa, que además alerta del riesgo de que algunas personas sientan de verdad que su tristeza se debe a factores externos , pues según explica, no debemos dejar nuestro estado de ánimo en manos de lo que nos venga de fuera. «Los factores emocionales se pueden modificar si se tienen conciencia de que el cambio viene de uno mismo», argumenta.
Es verdad que, tal como recuerda Dafne Cataluña, las sensaciones de bajón o de tristeza leve están a la orden del día para la mayoría, precisamente porque la tristeza es una de las emociones básicas que contribuye a que seamos funcionales e inteligentes emocionalmente. «La tristeza es una emoción , una reacción de la mente que permite tomarse un momento de reflexión ante algo que ha ocurrido que nos ha hecho daño. De hecho el cuerpo se queda frío y nos quedamos sin ganas de hacer las cosas que antes nos apetecían, porque es un momento para pensar», aclara.
Pero si en un día como el «Blue Monday» no sientes nada especial, no significa que seas más fuerte o más estable, al igual que si te sientes especialmente triste no tiene por qué implicar que seas una persona más débil o inestable. «Como psicóloga suelo recomendar el trabajo de las emociones desde la aceptación . No es recomendable bloquear la emoción ni evitarla. El verdadero manejo emocional se consigue cuando acogemos la tristeza, la escuchamos y decidimos un paso para que la situación cambie», explica Dafne Cataluña.
Parece claro entonces que nuestras emociones son eso, nuestras, pero lo que sí que podemos hacer para relativizar el supuesto efecto depresor del «Blue Monday» son las acciones que propone la fundadora del Instituto Europeo de Psicología Positiva.
Así relativizarás su efecto
-
Haz una lista con las cosas por las que puedes dar gracias y siéntete agradecido.
-
Practica deporte (libera endorfinas y ayuda a desconectar y sentirte mejor)
-
Dedica algo de tiempo a la actividad de ocio que te hace disfrutar y entrar en estado de «flow»
-
Habla con una persona de confianza con la que puedas sentirte libre de expresarte (cuando hablamos, las emociones se transforman)
Otra fórmula eficaz puede ser, según propone Berzosa, enfocarse en la solución y en los mensajes que nos generen satisfacción o alegría en lugar de recrearnos en la tristeza o lo mal que nos encontramos.