El curioso síndrome que sufre Barbie en su película es más común de lo que se cree
En psicología se conoce como atelofobia y puede ser un trastorno limitante pues, si se lleva al extremo, puede hacer que esa persona se considere un fraude
Aunque a veces pueda confundirse con la resignación, la aceptación va mucho más allá y es una herramienta clave para el bienestar emocional. En definitiva, se trata de reconocer situaciones no deseadas que no se puede cambiar para aprender a asumirlas. De este modo se fortalece la tolerancia a las pérdidas o desengaños vitales y a los fracasos.
La diferencia básica con la resignación tiene que ver con las consecuencias. Mientras que la resignación nos lleva a la inacción , la aceptación nos conduce a abrirnos a otras posibilidades que pueden mejorar nuestra situación.
Cuando pensamos en el bienestar personal podemos incurrir en el error de creer que es imprescindible estar siempre bien, sin embargo, la tristeza, la frustración o la ira también forman parte de nuestra vida y luchar contra ellas puede llevar a estados de mayor frustración o de ansiedad. Sin embargo, la aceptación es el primer paso para superar las situaciones negativas . Cuando se consigue se produce el auténtico cambio ya que la energía destinada a luchar contra lo que provoca esas emociones negativas o a quejarse continuamente pasa a impulsar la superación de la desgracia abriéndose a nuevas posibilidades.
La aceptación de uno mismo o autoaceptación supone sentirnos como realmente somos, sin pretender cambiar nuestra experiencia. El afecto incondicional hacia uno mismo en nuestra totalidad, incluyendo las capacidades pero también los límites. Esta aprobación profunda no nos lleva a conformarnos sino a reconocer lo que se puede cambiar de lo que no y favoreciendo el auténtico potencial de cambio. De este modo, puedo aceptarme como persona pero no tengo por qué conformarme con mis inseguridades o deficiencias ya que al aceptarme encuentro el camino hacia la evolución personal.
Trabajar la aceptación mejora la autoestima y es el modo de perdonarnos por los errores pasados y conseguir ocuparse del presente desarrollando el verdadero sentido de la identidad. Además, favorece el establecimiento de relaciones sanas con otras personas sin idealizarlas o minusvalorarlas
La aceptación forma parte del desarrollo personal y favorece el cambio profundo y la mejora. Con la aceptación se reconoce que una persona es más que la emoción , el pensamiento o la conducta negativa que pueda tener o realizar.