Fitness
Qué son los hipopresivos y cómo pueden ayudar a ponerte en forma
Entre todos los puntos a favor de los hipopresivos, además de hacer disminuir el diámetro de la cintura, pueden realizarse diariamente porque no suponen un desgaste muscular
La razón por la que los hipopresivos se denominan gimnasia hipopresiva abdominal se debe al hecho de que este ejercicio puede considerarse un deporte en sí mismo. ¿Lo más sorprendente? El hecho de que hay resultados rápidos , el deseo número uno de aquellos que se inician en el ejercicio y necesitan ver cambios en tiempo récord.
Pero hacer hipopresivos no es como meterse en el gimnasio y comenzar a hacer sentadillas : si en este ejercicio se necesitan una serie de pautas para que se realicen correctamente, los hipopresivos deben hacerse, al menos al principio, bajo la supervisión de un experto. Así lo aconseja Lucía Colilla ( @lucia.hipopresivos_lpf ), experta en técnicas hipopresivas y certificada en el método Low Pressure Fitness: «Es recomendable hacerlos con una persona certificada. Yo trabajo con clases online y en directo y es importante tener esa atención personalizada».
Además, cabe destacar que el objetivo de hacer hipopresivos puede estar en dos vertientes: como ejercicio físico o como rehabilitación. Tal como cuenta la especialista, muchos los practican por cuidarse mientras que otros tienen como fin hacerlo para mejorar el suelo pélvico: «Los instructores de hipopresivos solemos trabajar junto a los fisioterapeutas», aclara.
Beneficios
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Prevención de hernias discales, inguinales o umbilicales.
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Evita el descenso de los órganos pelviano.
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Previene la incontinencia urinaria.
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Previene lesiones.
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Mejora la salud en general y la condición física.
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Ayuda a prevenir el descenso de órganos de la pelvis para evitar prolapsos de utero o vejiga, entre otros.
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Aumenta la capacidad respiratoria.
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Ayuda al tránsito intestinal.
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Mejora postural.
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Disminuye el diámetro de la cintura.
Otro de los puntos a favor de los hipopresivos, además de hacer disminuir el diámetro de la cintura, es que pueden hacerse diariamente unos veinte minutos porque «no es un ejercicio que vaya a ejercer desgaste muscular». Dice la experta que con dos o tres días a la semana y una media hora sería más que suficiente, pero que todo dependerá de la situación de cada uno y de lo que el especialista estime.
Qué debes saber
El entrenamiento con Hipopresivos LPF (Low Pressure Fitness) en el que trabaja Lucía Colilla es un programa integrado y global que junta las técnicas hipopresivas, la reeducación postural, la liberación miofascial, la neurodinamia y la técnica respiratoria. Como ella misma afirma, la técnica puede hacerla cualquier persona aunque las embarazadas no podrían realizar la apnea .
Lo primero que hay que saber es que para hacer estos ejercicios no hay que llevar a cabo una respiración abdominal sino torácica. «Hay que respirar por la nariz y exhalando en el doble de tiempo por la boca. El abdomen no interviene en la respiración y se trabaja haciendo tres respiración. Cuando hemos llegado a la tercera exhalación hay que quedarse en apnea expiratoria, es decir, cuando has soltado el aire es cuando respiras y las costillas de abren», explica la instructora.
Además, están también los fundamentos posturales, parte igual de importante que la respiración. Explica la especialista que hay que colocar los pies paralelos a las crestas ciliacas y tener las escápulas separadas, rodillas desbloqueadas, tobillos en flexión y pelvis neutra .
«Aconsejo que los primeros hipopresivos que se hagan sean tumbados en el suelo para tener esa referencia y saber que la lumbar no toca el suelo, además de asegurarte que la espalda está alineada. Cuando estás en el suelo y haces las primeras apneas notas una succión visceral mayor que si estamos de pie porque la gravedad hace que las vísceras no suban tanto. Si no se puede tumbada, entonces hay que probar sentados apoyados contra la pared», concluye en su explicación Lucía Colilla.
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