Defensa personal femenina
Aprende estas cuatro técnicas para escapar de agresiones o intentos de secuestro
Las situaciones a las que están expuestas las mujeres no son las mismas que a las que se enfrenta un hombre
¿Y si fueras tú la que tuviese el control? Es posible enfrentarse a agresiones sexuales
El miedo es algo que siempre nos ha perseguido a las mujeres, sobre todo cuando volvemos a casa solas de noche y la inseguridad es la amiga que nos acompaña. Los informativos están plagados de noticias de intentos de secuestro y agresiones sexuales que nos hacen temer que podamos ser las siguientes protagonistas que están tras la pantalla.
Héctor Mateos, director del programa Woman Defense (@womandefense), considera que las situaciones a las que están expuestas las mujeres no son las mismas que a las que se enfrenta un hombre. «La diferencia de tamaño y de peso conlleva que la mujer tenga que desarrollar ciertos mecanismos de defensa más particulares que un hombre, pues casi siempre están en desventaja física».
En este sentido, Woman Defense es un programa de defensa personal femenina que quiere dotar a las mujeres de unas herramientas con las que puedan hacer frente a situaciones reales de agresión o acoso. En función de cómo de violenta y extrema sea la situación, habrá ocasiones en las que haya que recurrir a la fuerza para defenderse de aquel que está atacando.
Mateos lleva muchos años practicando artes marciales y haciendo otros deportes de contacto y se ha dado cuenta –señala– de que las herramientas que se aprenden y el tipo de enseñanza que se aplica en un deporte de contacto no es extrapolable a la vida real. «Una situación real hay que afrontarla de una manera real».
Por este motivo, Héctor Mateos y Beatriz Gómez, jefa de instructores en Woman Defense, nos muestran y enseñan cuatro técnicas con las que podemos hacer frente a diferentes tipos de agresiones.
1. Agarre de solapa
En esta situación, el agresor agarra a la víctima de la solapa de la camiseta que lleva puesta. Entonces la zarandea con la intención de tirarla al suelo o llevársela.
Para salir de aquí, la víctima tiene que cambiar a agresor y utilizar las herramientas que tiene a su disposición: meter los dedos en los ojos, golpear, abrir una ventana de acción e irse.
2. Intento de secuestro
En un intento de secuestro, el agresor entra por la espalda y sujeta a la víctima con la intención de secuestrarla, ya sea llevándosela o metiéndola en un coche o furgoneta.
Lo primero que hay que hacer en estos casos es destapar las vías respiratorias, salir de la técnica, golpear, abrir una ventana de acción y huir.
3. Intento de agresión sexual en el suelo
En un intento de violación, el hombre agarra a la mujer y la tira contra el suelo.
En primer lugar hay que caer más o menos bien para que el agresor no tenga posibilidades de coger a la víctima. Una vez que comienza la agresión sexual en sí, cuando se encuentre un momento, hay que reaccionar, atacar, golpear, darse la vuelta, levantarse e irse.
4. Mataleón
Esta es una de las llaves más frecuentes, donde se agarra por detrás del cuello y se intentan taponar las carótidas, que son las que proveen de sangre el cerebro. Si se está mucho tiempo en esta llave, la persona se desmaya y el agresor podrá hacer con ella lo que quiera. De hecho, se utiliza mucho para robar, agredir sexualmente, etc.
Entonces hay que salir hacia el lado contrario donde cierra la pinza, golpear, buscar un hueco y huir.