Cuidados
La verdad sobre la higiene íntima, el olor vaginal y el color del flujo
Antes de conocer cuál es la mejor forma de mantener limpia nuestra zona más íntima, hay que tener en cuenta que esa parte del cuerpo desprende olor y flujo vaginal de forma natural
Los estantes de cuidado personal en las farmacias y parafarmacias ofrecen una amplia variedad de productos de higiene íntima , especialmente para las mujeres. Incluyen jabones, toallitas húmedas para llevar allá donde vayamos, geles y muchos otros productos; el tipo de cosas que prometen limpieza e higiene para las partes íntimas y sensibles de nuestro cuerpo.
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Pero un estudio reciente a más de 1.400 mujeres, realizado por investigadores en Canadá, mostró que el uso de productos de higiene íntima puede aumentar el riesgo de infecciones vaginales y del tracto urinario. Entonces, ¿cuál es la mejor manera de cuidar las partes personales?
Una higiene correcta
Primero de todo hay que relajarse y no «sobreproteger» esta zona corporal. La Dra. Lola Ojeda, especialista en Ginecología y Obstetricia en Women’s, centro miembro de Top Doctors , recomienda «no exagerar» con esta limpieza: «No hay que ser más exagerado en esta zona que en el resto del cuerpo. Lo que sí que tiene que quedar claro es que hay que utilizar un gel adecuado a las características de nuestro medio vulvar», dice, recordando que «la higiene debe ser externa y nunca interna».
Lavar nuestras partes más íntimas debe hacerse con geles cuyo pH sea adecuado, con componentes precisos y no agresivos frente al medio vulvar. «En la etapa de edad fértil nos debemos fijar más en la circunstancia de higiene íntima por el tema de evitar enfermedades de transmisión sexual, si bien eso no quiere decir que no vayan a ocurrir en otras etapas de la vida, pueden ser más frecuentes en la etapa de vida fértil», comenta. Lo mejor es preguntar qué gel de higiene íntima hay que utilizar, pero no por hacer muchos lavados al día va a ser mejor, todo depende de cada mujer. Lo ideal, según la ginecóloga Lola Ojeda es hacer un lavado por la mañana y otro por la noche.
En todas las edades los expertos en ginecología aconsejan utilizar ropa interior de algodón y no de fibra y que no esté ajustada durante todo el día.
Belén Gómez cuenta que nuestra zona genital es un área muy sensible de nuestro cuerpo que está expuesta a sudoración y a gérmenes que colonizan habitualmente el área digestiva y necesita, al igual que el resto del cuerpo, de una higiene diaria: «Necesita higiene y cuidados diarios, teniendo en cuenta que es una zona sensible con unas características especiales que hay que mantener. Al igual que la piel o el cabello, la zona genital posee un pH específico, en este caso, un ambiente ácido que condiciona la existencia o no de gérmenes habituales o patógenos a ese nivel».
La experta, para quien es importante mantener estas condiciones si se quiere llevar a cabo una higiene correcta y saludable del área genital, da las claves y comenzaremos con una higiene correcta diaria , ya que lo ideal es lavarse la zona íntima una única vez al día, en condiciones normales. «Podemos aprovechar el momento de la ducha, empleando un gel específico para la zona íntima que mantenga las condiciones naturales de nuestra flora vaginal sin alterarla. La higiene se realiza únicamente por fuera, con movimientos de delante hacia atrás, para evitar el arrastre de gérmenes del aparato digestivo hacia la vagina», explica, recomendando Chilly Delicado, enriquecido con elementos calmantes. «Y en el caso de realizar ejercicio intenso o tener relaciones sexuales, hay que repetir la higiene íntima, siguiendo las recomendaciones descritas anteriormente», aclara.
Duchas vaginales, ¿sí o no?
Las duchas vaginales no están recomendadas de forma habitual sin una indicación médica. Dice Belén Gómez que la higiene íntima debe realizarse únicamente en la zona externa, ya que el interior de la vagina dispone de un ecosistema vaginal que debemos mantener, «ya que nos protege del crecimiento de gérmenes externos no deseados y de aquellos que se encuentran en nuestro aparato digestivo o la piel».
«Solo en casos muy específicos, el ginecólogo puede recomendarte este tratamiento complementario en la erradicación de determinado tipo de infecciones», indica la experta.
Lola Ojeda, por su parte, añade que «no aportan nada» y pueden ser peligrosas para la vagina, cuyo ecosistema hay que preservar: «Cualquier producto puede empeorar el medio vaginal y hacerlo más susceptible de infecciones , y aunque en todas las etapas hay que tener cuidado con lo que usamos, durante la posmenopausia es cuando tenemos que ser menos agresivos y más conservadores con los productos que utilizamos», concluye.