¿Por qué no debes obsesionarte con el Índice de Masa Corporal?

A pesar de que puede ser considerada como una estimación del peso saludable, el IMC tiene sus limitaciones a la hora de determinar la forma física de una persona

Cómo puedes calcular tu índice de masa corporal

El Índice de Masa Corporal es una estimación de la grasa corporal de una persona, aunque no siempre es precisa Pixabay
Maria Albert

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El Índice de Masa Corporal (IMC) se ha convertido en uno de los métodos más empleados para medir el grado de obesidad de las personas. Calcular esta estimación de la grasa corporal tiene una fórmula muy sencilla: tan solo es necesario dividir el peso del paciente entre su altura al cuadrado expresada en metros (IMC= KG/M2) . De este cómputo se obtendrá un valor que, según apuntan, establece lo que se considera delgadez extrema (inferior a 18,5), peso saludable (entre 18,5 y 24,9), sobrepeso (igual o superior a 25) y obesidad (por encima de 30), según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

La velocidad que permite este método puede ser una gran medida para determinar cuándo el peso, ya sea muy alto o muy bajo, puede llegar a ser un problema de salud. Sin embargo, obsesionarse con mantener el peso ideal que marca el IMC puede ser un problema para muchas personas, pues este método no es preciso .

Pero ¿por qué el IMC no es la mejor medida a seguir y por qué no debes obsesionarte con el número que marca?

El IMC no sirve para todo el mundo

Aunque el IMC puede ser un método bastante útil para determinar el peso ideal de una persona, lo cierto es que este método no es preciso para todo el mundo. Algunos expertos recuerdan que este índice tiene sus limitaciones a la hora de determinar el peso óptimo de una persona.

Y es que, según apuntan, el IMC no distingue entre la cantidad de músculo y de grasa que posee la persona, lo que puede explicar que muchas personas atléticas obtengan un valor muy poco real si los comparamos con la forma física que estos presentan. Por ejemplo, el IMC de un deportista con mucho músculo y poca grasa puede ser mayor que el de una persona que no realiza ningún tipo de actividad física e incluso estar situado en umbrales de sobrepeso a pesar de estar en forma. La razón por la que sucede esto es que el músculo tiene una densidad mucho mayor que la grasa , llegando a ser hasta un 18% más denso (el músculo tiene una densidad de 1,06g/cm3, la densidad de la grasa es de 0,85g/cm3). Así, una persona con mucho músculo puede llegar a pesar mucho más que una persona con obesidad.

Este método tampoco mide la distribución de la grasa por todo el cuerpo. Según han demostrado diferentes investigaciones, las personas que tienen mucha grasa abdominal (alrededor de la cintura) son más propensos a sufrir problemas de salud que aquellas que la tienen en torno a los muslos y las nalgas. De hecho, pueden llegar a desarrollar resistencia a la insulina, elevados lípidos de la sangre, hipertensión arterial, diabetes, enfermedad cardiovascular prematura o incluso Alzheimer.

Por otra parte, estos valores tampoco tienen en cuenta la edad de los pacientes. Este paradigma también puede ocasionar errores a la hora de clasificar el peso ideal de una persona, pues estos valores solo pueden ser considerados válidos en adultos de más de 20 años y menores de 65 . Para una persona de edad avanzada o alguien con una enfermedad crónica, un IMC en el rango de excedido de peso puede llegar a protegerles tras un ataque al corazón o una cirugía. Además, según un estudio publicado en la revista JAMA Network Open , su empleo en mujeres postmenopáusicas también podría provocar errores: con un IMC «normal» podrían tener sobrepeso o incluso ser obesas.

Así, lo que realmente hace el IMC es proporcionarnos un rango de peso saludable para una altura particular , pero sin tener en cuenta las particularidades de la edad, el género, la masa muscular o la forma del cuerpo de cada persona. Así, aunque se puede usar como una estimación del peso saludable , lo cierto es que existen técnicas mucho más correctas para clasificar la forma física de cada uno.

Lo ideal es acudir a tu médico para que sea este el que te recomiende cómo medir tu grasa corporal y así tener un valor mucho más preciso. Se considera que una persona tiene una composición de grasa corporal normal cuando presenta un índice por debajo del 20% en hombres y del 30% en mujeres .

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