Investigación
El método del chaleco para adelgazar sin dieta que ya estudian en Suecia
Investigadores de la Universidad de Gotemburgo demuestran una pérdida de peso sin cambios en nuestra rutina gracias al «gravitostato»
Pocas cosas obsesionan más que la idea de adelgazar. Son miles los que al empezar el año se proponen «bajar unos kilos» o durante la primavera se entregan en cuerpo y alma a la llamada «operación bikini». Ese eterno interés por la pérdida de peso hace que continuamente se configuren dietas, se escriban libros y se busquen maneras de perder peso.
Aunque, por lo general asociamos esto a un cambio en los hábitos de alimentación y ejercicio, puede que haya una nueva clave para perder peso. Investigadores de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) han llevado a cabo un estudio en el que han probado como, sin hacer cambios en la alimentación o en nuestra rutina de ejercicios, se puede perder peso. ¿La clave? Un chaleco de peso.
Tal como explica el estudio en cuestión, publicado en la revista «EClinicalMedicine» , no hizo falta más que este chaleco para que los participantes de la investigación adelgazaran. Un total de 72 personas, con un índice de masa corporal de entre el 30 y el 35 (valores que determinan el grado más bajo de obesidad), participaron en el estudio.
Adelgazar gracias a un chaleco
El procedimiento fue el siguiente: dividieron a los participantes en dos grupos. El primero, formado por 37 personas, recibió un chaleco que pesaba un 1% del total de su masa corporal. El otro grupo, de 35 personas, recibió un chaleco con el peso del 11% de su peso total. Los participantes de ambos grupos portaron, a lo largo de tres semanas, el chaleco durante ocho horas .
Solo se les pidió dos modificaciones en su rutina: que evitaran las grandes ingestas de alcohol y que pasaran más tiempo del habitual de pie.
Pasadas las tres semanas, 36 de los 37 participantes que recibieron el chaleco más ligero terminaron la prueba, mientras que en el caso del chaleco pesado, lo completaron 33 de los 35 participantes. ¿Los resultados? En el caso del primer grupo tan solo perdieron 300 gramos, mientras que el grupo del chaleco pesado p erdió una media de 1,6 kilos , sin hacer un gran cambio en su rutina diaria.
Como ya habían demostrado con anterioridad con roedores, los investigadores apuntan que aumentar el peso que llevamos encima reduce no solo nuestro peso, si no también la grasa corporal. En estos estudios anteriores, los científicos reconocieron la existencia de una «balanza interna» a la que llamaron «gravitostato».
El «gravitostato»
Este «gravitostato» hace que nuestro cuerpo siempre tienda a mantener un mismo peso, es decir, cuente con un sistema de regulación interno. Por ello, al añadir, en este caso con un chaleco, mayor peso a nuestro cuerpo, este regula el incremento. «El estudio demuestra que existe una regulación homeostática dependiente de la carga de peso del peso corporal, el llamado gravitostato, no solo en roedores, sino también en humanos», apuntan los investigadores.
Los científicos explican que, tras este estudio, el objetivo es saber si, con un uso del chaleco más prolongado que tres semanas, la pérdida de peso es más pronunciada o si el efecto del tratamiento se atenúa con el paso del tiempo. Asimismo, quieren ver el efecto con sujetos más jóvenes (la media de edad de los participantes de este estudio era de 50 años) y si los participantes pueden experimentar cambios en el gasto energético y apetito.
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