«En el deporte nunca se pierde, sino que unas veces se gana y siempre se aprende»
Antonio Jesús Casimiro y José Antonio Sande comparten en 'Reactívate: menos medicamento y más movimiento' cómo conseguir un equilibrio emocional, personal y relacional a través del ejercicio físico
¿Está el deporte de moda o realmente lo necesitamos? ¿Sirve para evadirse o para encontrarse? ¿Se practica por salud o para mejorar aspectos estéticos?
En los años 80, Antonio Jesús Casimiro, licenciado y Doctor en Educación Física, trabajó con personas afectadas por el aceite de colza. A través de ejercicios de activación física se dio cuenta de que aquella era la mejor medicina para ellos. Entonces se atrevió a escribir 'Actívate: cuerpo y mente en movimiento', donde analizaba cómo el ejercicio físico afectaba al plano corporal y mental. En 2010, José Antonio Sande, maestro de Educación Física y terapeuta emocional, hizo una crítica del libro, ya que echaba en falta abordar la parte emocional y espiritual. Comieron juntos y ahí Casimiro le dijo que algún día escribirían juntos la continuación de aquel 'Actívate'. Han pasado 12 años desde aquella conversación, pero finalmente han publicado 'Reactívate: menos medicamento y más movimiento' (Desclée De Brouwer), con el fin de compartir cómo el ejercicio físico es una herramienta excepcional para conseguir un equilibrio emocional, personal y relacional .
¿Cuáles son los problemas que hay en torno al ejercicio físico hoy en día?
Antonio Jesús Casimiro: Existe un incremento de la práctica físico-deportiva, pero no ha ido acompañado de un aumento de la cultura físico-deportiva. Es decir, hay mucha gente que ha empezado a hacer deporte con un fin narcisista o estético, pero no han encontrado la verdadera esencia del deporte. En el libro defendemos una práctica del ejercicio físico más profunda, que no se haga para evadirse, sino para encontrarse.
José Antonio Sande: La sociedad empuja a un modelo deportivo en el que se persigue un físico irreal, que lo vemos en actores o actrices. La gente quiere sostener ese mismo cuerpo cuando somos personas que tenemos que trabajar 10 o 12 horas y no tenemos tiempo. Al final hay miles de millones de personas en el mundo tratando de ser como ocho supermodelos. Y es que gran parte de la filosofía deportiva mal entendida está mediatizada por una industria y un mercado que necesita compradores. Entonces, hay que crear cultura deportiva, pero eso va en contra de una parte del mercado.
¿Cómo podemos entonces evitar que el ejercicio físico acabe en obsesión?
Sande: Con educación y mejores ejemplos a través de la escuela, la familia y los medios de comunicación.
Casimiro: Además, en el deporte extraescolar es muy importante que los técnicos deportivos eduquen y resten importancia al cuerpo, porque este no se puede separar de la parte emocional, mental y espiritual. El objetivo es que no sea tan importante la imagen que proyectemos a los demás, la apariencia, y no nos olvidemos de la esencia. La clave está en educar desde la infancia para que el joven sea capaz de quererse a sí mismo sin tener que ser aprobado por los demás.
«Con el ejercicio físico uno puede ir dejando atrás su guerra interior», José Antonio Sande
En el libro hablan de 'activarse con conciencia'. ¿Qué significa?
Casimiro: Hay que activarse con conciencia haciendo una práctica deportiva que sea placentera, atractiva y que te ayude a nutrirte, para que esa energía interior la puedas llevar a tu salud, familia, compañeros de trabajo y al resto de la sociedad. Y es que para poder avanzar en mi marcha, tengo que impulsarme. De forma que una vez que piso el problema y lo impulso hacia atrás, hay un crecimiento en mi interior, me conozco mejor a mí mismo y estoy más tranquilo y relajado. Me ayuda a estar más conectado conmigo mismo y con los demás. Es lo que nosotros defendemos en el libro.
Sande: Sí, hacer ejercicio con conciencia implica un crecimiento interior y este no va dirigido a ser más guapo o más fuerte, sino a hacer un proceso de autoindagación, conocer nuestros límites, superarlos y saber lo que sentimos y pensamos. Gandhi decía que toda guerra exterior es expresión de una guerra interior. Cuando una persona está en guerra consigo misma, al final acaba en guerra con los demás, pero con el ejercicio físico uno puede ir dejando atrás su guerra interior.
¿Qué es la salud holística?
Sande: La salud holística es la que teniendo en cuenta la alimentación, los hábitos y el ejercicio físico va a ayudarnos a mantener un equilibrio entre las cinco dimensiones que tenemos los seres humanos: física, emocional, mental, energética y espiritual. Ahí el ejercicio físico debe ser practicado de una manera coherente, sana, consciente y en su justa medida, para que colabore con la salud en todos esos planos.
Casimiro: Esto consigue darte vitalidad, fortaleza, energía y serenidad interior. Es una forma de, en lugar de vivir preocupado, vivir ocupado.
¿Ayuda el ejercicio físico a desarrollar la inteligencia emocional?
Sande: Para mí es indiscutible que es uno de los medios que hay para nutrirnos en todos los aspectos.
Casimiro: Vemos las grandes carencias que tiene la sociedad en cuanto a la inteligencia emocional, porque en la escuela nos han educado para superar materias, pero no para hacer frente a cualquier circunstancia de la vida. Así, la principal causa de muerte entre los jóvenes es el suicidio que, entre otras cosas, puede estar relacionado con la falta de esa inteligencia emocional para poder afrontar un fracaso amoroso, una derrota o suspender un examen. Por eso nosotros decimos que en el deporte nunca se pierde, sino que unas veces se gana y siempre se aprende.
«Todos tenemos unos talentos que tenemos que ser capaces de buscar y nutrir para desarrollarnos como ser humano», Antonio Jesús Casimiro
¿Cómo podemos entrenar para alejarnos de nuestro ego y ser nosotros mismos?
Sande: Para ir evolucionando del ego a la conciencia se requiere de tiempo para mirar hacia dentro, para ser consciente de las emociones que nos mueven: aspectos egoístas, agresivos, de autoestima baja o miedos. Y aprender a transformar esto en virtudes.
Casimiro: Muchas personas viven de cara a la galería, a la apariencia, olvidándose de la esencia y la presencia. Es una sociedad que ha puesto el foco en el tener y no en el ser, pues parece que lo importante es tener un gran coche o una ropa determinada. Esto hace que nos olvidemos de la esencia de cada uno. Entonces, ¿cómo podemos educar en el 'no postureo'? Tiene que implantarse la educación emocional de forma transversal en todos los centros educativos. Para estar bien con uno mismo, es fundamental poner el foco en el yo y no en lo que piensen los demás, porque eso va a generar una ansiedad permanente para poder satisfacer las demandas del otro.
Consejos para empezar a implantar este cambio de vida.
Casimiro: Primero hay que observarse a uno mismo, hacer un auténtico DAFO de la persona. Una vez que conozcas tus debilidades y tus áreas de mejora, tienes que ser determinado para elaborar un plan de acción. Este se tiene que dirigir hacia la alimentación, el descanso, gestión del estrés, relaciones interpersonales y ejercicio físico (donde desde mi punto de vista es muy importante incorporar el mindfulness para tomar conciencia del momento presente). Todos tenemos un héroe interior, unos talentos que tenemos que ser capaces de buscar y nutrir para desarrollarnos como ser humano.
Sande: La escuela, la familia, la sociedad y los medios de comunicación son los factores que más van a influir en que podamos desarrollar esos talentos y actitudes. Tiene que haber un cambio de abajo arriba, pero también de arriba a bajo, y esto puede que no interese. Interesan poblaciones que vivan en ego, pues este es un gran consumidor y vive en el miedo. Al final se trata de elegir entre vivir limitado o hacerlo queriendo crecer.
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