Cuádriceps

Conocido generalmente solo como cuádriceps, el cuádriceps femoral es el músculo más voluminoso del cuerpo humano. Está ubicado en la cara anterior del muslo y está formado por cuatro vientres musculares, de ahí su denominación, igual que sucede con el tríceps o el bíceps (con tres y dos vientres musculares respectivamente). Cada uno de ellos se origina en un punto diferente de la anatomía y terminan insertándose todos en la tibia a través de la rótula donde el tendón del cuádriceps se convierte en el conocido ligamento rotuliano.

Los cuatro músculos que conforman este conjunto son el vasto lateral, ubicado en el lado externo del muslo, el vasto medial, en la parte interna del muslo, el vasto intermedio, entre los dos anteriores, en la parte frontal del fémur y, cubriendo estos tres, el recto femoral, que recibe el nombre por su trayecto en línea recta.

La principal y más conocida función de los cuádriceps es la extensión de rodilla. Las personas asiduas a los gimnasios reconocer fácilmente la máquina con la que se trabaja este músculos de forma específica consistente en una silla que cuenta con un rodillo que se coloca sobre los tobillos y que hay que levantar junto a un las placas de pesas elegidas unidas por un sistema de poleas.

Sin embargo, no es esta su única labor ya que también está implicado en la flexión de la cadera, el mantenimiento de la postura o el mantenimiento de la estabilidad rotuliana. Además, participa continuamente en el ciclo de los pasos.

Además, dado que termina insertándose a través de la rótula, es muy importante para estabilizarla y, por ende, toda la articulación de la rodilla . Así pues, el equilibrio de los cuádriceps es imprescindible para el correcto movimiento de la rótula.

Sentadillas : con peso o sin peso, frontales, búlgaras o rusas. Sea la variable que sea, la sentadilla es siempre un trabajo que activa los cuádriceps aunque según el tipo pueden favorecer que sean otros músculos los que incrementen o reduzcan su protagonismo. Sin embargo, al tratarse de una flexión y extensión de rodilla, en cualquier caso, los cuádriceps estarán trabajando.

Zancadas : del mismo modo que la sentadilla , sea cual sea su modalidad, se incremente la tensión con peso o no, los cuádriceps tienen un gran protagonismo en las zancadas. Las zancadas laterales favorecen el trabajo de los abductores pero no dejan de lado la activación de los cuádriceps .

Subida al cajón : Se trata de un ejercicio bien conocido que, sin embargo, debe hacerse prestando atención de modo que se haga controlado para hacer un auténtico trabajo de cuádriceps. Puede hacerse libre o con peso. También se puede realizar la subida normal o ejecutar saltos a diferentes alturas.

Por dominancia de los cuádriceps :

Se produce cuando los cuádriceps y los flexores de la cadera dominan a los músculos posteriores, es decir, a los glúteos e isquiotibiales, haciendo parte de su trabajo lo que descompensa la mecánica del cuerpo y favorece el riesgo de lesiones.

Es algo habitual entre corredores, especialmente en los de larga distancia, por lo que para evitarlo hay que realizar trabajo de fuerza específico para fortalecer isquiotibiales y glúteos.

Por debilidad de los cuádriceps :

Aumenta el riesgo de caídas en las personas mayores, favorece la aparición de la artrosis de rodilla y se asocia a los dolores recurrentes de rodilla y a su empeoramiento en el tiempo.

Los principales riesgos de la debilidad de los cuádriceps tienen que ver, especialmente, con las lesiones de rodilla y con la pérdida de estabilidad en la postura y, por tanto, en actividades tan cotidianas como caminar.